¡°La pol¨ªtica y la cultura las marca el guerracivilismo¡±
Naci¨® en Casablanca, en 1963. Ha ganado grandes premios en teatro, pero sigue temiendo que no le llamen. Dice que los actores son de una pasta especial
?Qui¨¦n es el ni?o que aparece en su WhatsApp? Soy yo, en Casablanca. Estaba en brazos de mi t¨ªo Pedro. El ni?o naci¨® en aquella extra?a ciudad, cosmopolita seg¨²n algunos. Mis padres eran andaluces.
?Por qu¨¦ lo tiene ah¨ª? Porque ya no se repetir¨¢ esa infancia. He vuelto a Casablanca. Donde viv¨ªa ahora hay ruinas. Queda la nostalgia del lugar donde empec¨¦ a hacer teatro, la Casa de Espa?a, donde a?os despu¨¦s hubo un terror¨ªfico atentado.
?Por qu¨¦ lo llam¨® el teatro? Me llam¨® el cine. Laurence Olivier en Espartaco fue como la ca¨ªda del caballo de Pablo.
?Qu¨¦ persona le ha hecho a usted el teatro? Alguien tranquilo e inquieto a la vez. Siempre quiero ir m¨¢s all¨¢, intento aprender qu¨¦ ha pasado con este trabajo nuestro tan mal entendido.
?Por qu¨¦ mal entendido? Porque no tenemos una tradici¨®n real. Sin embargo, en Francia s¨ª la tienen. En Espa?a le dices ¡°Jos¨¦ Mar¨ªa Prada¡± a un actor de 30 a?os y no sabe qui¨¦n fue ese maravilloso actor. Aqu¨ª se corta el teatro seg¨²n los Gobiernos de turno. Lo peor fue cuando la guerra: Lorca quiso crear un teatro estable. Mire qu¨¦ pas¨®. Hay un guerracivilismo dentro de la cultura que no nos hace bien alguno. Me parece que Espa?a se escribe con E de envidia, como dice una amiga m¨ªa.
?Ese guerracivilismo lo ve solo en el ¨¢mbito de la cultura? No. En la pol¨ªtica se encuentra a la orden del d¨ªa. Si no est¨¢s conmigo est¨¢s contra m¨ª es una consigna muy espa?ola. Lo veo en el teatro, en la pol¨ªtica, en los temas educativos... Tenemos demasiadas ansias de poder, de conseguir una poltrona.
Javier Mar¨ªas dice que estamos en peligro de regresi¨®n democr¨¢tica... Tiene toda la pinta. Lo observo en el miedo: tenemos mucho miedo a perder el estatus, a perder la posibilidad de pagar la hipoteca, a perder las lentejas al fin y al cabo. Hay miedo, y encuentras miedo en las personas que crees muy asentadas o a las que admiras por cierta trayectoria.
?Usted lo siente? He de decir que no. Todos los actores somos bastante kamikazes porque partimos de la nada. Llegamos muy arriba y volvemos a la nada, estamos en el paro, de pronto tenemos un trabajo en el que nos pagan muy bien y lo hacemos durante dos meses, e inmediatamente volvemos a estar en la nada. Creo que esa rutina nos hace ser de una pasta especial, somos valientes y hasta temerarios.
Tiene miedo a que no le llamen. ?Claro!, siempre.
Aunque ahora sea un actor famoso. S¨ª, porque eso no es ¨®bice para que dejen de llamarte. Hay actores muy famosos a los que, de pronto, olvidan los directores o los productores, porque no les apetece llamarlos, porque han metido la pata, porque han hecho una declaraci¨®n contra alguien. Siempre estamos en la cuerda floja.
Ha sido muchos en el escenario. ?ltimamente, B¨¢rcenas, en el teatro, en el cine. ?C¨®mo se defiende uno de sus personajes? Dej¨¢ndolos en el teatro, en el camerino, yo no me llevo el personaje a casa. Me llevo el trabajo. S¨®lo me defiendo de los malos personajes. En el caso de B¨¢rcenas, representa una Espa?a que a m¨ª no me gusta. Una Espa?a de trampa y pandereta.
?A qu¨¦ personaje s¨ª se ha llevado consigo? A Pedro Casablanc. El que mejor interpreto, al que tengo que aguantar.
Fuera del escenario usted se parece al ni?o del WhatsApp. Ese es el verdadero Pedro Casablanc. Cuando salgo a la calle me visto de otro. Llevo capas de cebolla encima, una gran chilaba: no se sabe qu¨¦ se oculta debajo.
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