El pop electr¨®nico tiene nombre de mujer
Las espa?olas del calibre de Awwz o Cora Novoa son las que realmente marcan la diferencia
Se ha hablado en infinidad de ocasiones del papel de la mujer en la m¨²sica popular con mayor profundidad, rigor y extensi¨®n que en esta breve columna, de eso no cabe ninguna duda, pero siempre quedan aspectos sobre los que hacer hincapi¨¦. Y eso tiene que ver con su inestimable aportaci¨®n a g¨¦neros tan diversos como el soul, el blues, el jazz, el folk, el rock, el rap y, por supuesto, el pop en su sentido m¨¢s amplio. Los aficionados tenemos claro que siempre ha sido un papel destacado, aunque por lo general ¨Cal margen del pop mainstream¨C las mujeres nunca hayan gozado de la misma popularidad que los hombres.
Muchos han culpado de ello a las propias artistas, otros al machismo imperante en el mundo de la m¨²sica, aquellos han extendido su generalizaci¨®n a la sociedad de la que todos formamos parte y estos a los medios de comunicaci¨®n, tanto da. Al margen de dar o quitar razones, lo que es evidente es que las cosas est¨¢n cambiando para mejor. Y no les estoy hablando de discriminaci¨®n positiva, para nada, sino de la evidente constataci¨®n de que son muchas las artistas que dirigen, controlan y defienden sus carreras, ciment¨¢ndolas fundamentalmente en la val¨ªa de sus propuestas y experimentando en g¨¦neros diversos en los que nunca antes hab¨ªan tenido tanto protagonismo. Esos esfuerzos han normalizado un punto m¨¢s la situaci¨®n y sobre todo han subrayado el papel de la mujer en la actualidad musical. Me explico.
Durante a?os, consciente o inconscientemente (esa no es la cuesti¨®n sobre la que gira esta columna de opini¨®n), se ha aceptado con mayor facilidad a las mujeres que se mov¨ªan en estilos concretos (folk singers, pop idols...) y que encajaban en clich¨¦s que en muchos casos se repet¨ªan una y otra vez, pero las cosas est¨¢n cambiando lenta y rotundamente ante nuestros ojos. No les estoy hablando de los grandes nombres que todo el mundo conoce en mayor o menor medida, sino en una prueba mucho m¨¢s fiable y reveladora de que ya nada ser¨¢ como antes.
Se trata de la gran cantidad de fant¨¢sticos discos, ¨¢lbumes, ep¨¦s o singles, firmados por mujeres de marcada personalidad propia que est¨¢n viendo la luz a lo largo de los ¨²ltimos a?os en el mundo de la electr¨®nica y del pop electr¨®nico. Porque el ascenso mete¨®rico de artistas soul o pop como Adele o Lana del Rey (por poner dos ejemplos) no son la verdadera pista, sino la ingente cantidad de lanzamientos que se publican d¨ªa tras d¨ªa y que dejan claro que son muchas las mujeres con talento que huyen de los estereotipos, del encasillamiento y de los clich¨¦s. Porque las excepciones superventas siempre han estado ah¨ª, pero que surjan continuamente talentos desde la independencia y alejados de los t¨®picos como los de Kate Tempest, FKA Twigs, Zola Jesus, tUnE-yArDs, Maya Jane Coles, Kate Boy, Empress Of, Georgia... o nombres espa?oles del calibre de Awwz o Cora Novoa es lo que realmente marca la diferencia.
Artistas hijas de Bj?rk o Kate Bush, hermanas peque?as de Florence And The Machine o R¨®is¨ªn Murphy, que, gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, han sido capaces de dar forma a atractivas y personales propuestas desde sus estudios y hacerlas crecer, de normalizar la creaci¨®n musical hecha por mujeres y, convertirse, quiz¨¢s sin darse demasiada importancia en esa semilla que influir¨¢ a las nuevas generaciones. Todav¨ªa deber¨¢n luchar, es evidente, pero sin ser conscientes se est¨¢n convirtiendo ya en ejemplo para las artistas del futuro. Siendo ellas mismas y no queriendo ser nada m¨¢s que ellas mismas.
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