Gabriel Ripstein: ¡°No hab¨ªa dirigido una pel¨ªcula por cobard¨ªa¡±

Fue la sangre derramada en la guerra contra el narcotr¨¢fico la que llev¨® a Gabriel Ripstein (Ciudad de M¨¦xico, 1972) a ponerse detr¨¢s de una c¨¢mara y dirigir su primera pel¨ªcula. Nieto de productor e hijo de una leyenda viva del cine mexicano, Gabriel ha debutado como realizador a sus 43 a?os. ¡°No hab¨ªa dirigido por cobard¨ªa, y por la inevitable comparaci¨®n con mi padre¡±, afirma. Los a?os de titubeos han pasado desapercibidos. Su pel¨ªcula, 600 millas, fue reconocida como mejor ¨®pera prima en la ¨²ltima Berlinale y la Academia mexicana de cine la ha elegido para que represente al pa¨ªs en los ?scar de 2016.

La ofensiva que el Gobierno de Felipe Calder¨®n (2006-2012) emprendi¨® contra el crimen organizado y la ola de violencia que caus¨® han sido tratadas en el cine en Heli, de Amat Escalante y Miss Bala, de Gerardo Naranjo. Luis Estrada tambi¨¦n retrat¨® el problema en la s¨¢tira El infierno. Pero estas cintas no trataron el tr¨¢fico de armas. ¡°Todo el mundo habla de las muertes, pero no se cuestiona con qu¨¦ se llevan a cabo estos cr¨ªmenes¡±, dice Ripstein.

El cineasta comenz¨® a desarrollar el gui¨®n mientras viv¨ªa en Estados Unidos, donde qued¨® perplejo por la facilidad con la que los straw buyers (compradores de paja) pueden hacerse con un rifle de alto poder. ¡°Son los gringos que los criminales mexicanos contratan. Pueden adquirir un arma con una licencia de conducir si no tienen antecedentes penales. Reciben 50 d¨®lares por cada una que compran¡±.

En la pel¨ªcula, Rubio (Krystian Ferrer), un traficante de poca monta, es vigilado de cerca por Hank Harris, un veterano agente federal interpretado por Tim Roth. Un descuido convierte al polic¨ªa en presa del delincuente. Un inseguro Rubio decide secuestrarlo y conducir 600 millas a trav¨¦s del desierto de Arizona rumbo a M¨¦xico para ofrecer al gringo como tributo a su jefe. Ripstein muestra en una road movie un narcotr¨¢fico despojado de glamour. Capos sin cadenas doradas ni coches de lujo. Es la actividad criminal de los ¨²ltimos eslabones de una larga cadena.

Escena 600 millas

Gran parte de la cinta transcurre dentro de una camioneta. En un espacio confinado se desarrolla una convivencia extra?a entre dos personajes opuestos que se enfrentan a un mundo hostil lleno de lealtades dudosas. El director ha querido que esa interacci¨®n signifique tambi¨¦n un ¡°reconocimiento¡± a la compleja relaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos. ¡°Me da curiosidad y morbo ver si los estadounidenses conectan con la pel¨ªcula¡±, comenta. La primera prueba, sin embargo, ser¨¢ este fin de semana frente a la audiencia mexicana.600 millas tendr¨¢ su premier nacional en Morelia despu¨¦s de haber rodado en varios festivales internacionales. En diciembre llegar¨¢ a las salas comerciales.

Con su ¨®pera prima y un gran apellido a cuestas, Ripstein irrumpe como uno de los talentos a seguir del cine mexicano, aunque la industria no le era extra?a. ¡°Desde que tengo memoria quise hacer cine¡±, confiesa. Fue un episodio de rebeld¨ªa en la adolescencia el que hizo que su destino se desviara por una d¨¦cada. Estudi¨® Econom¨ªa en el ITAM, la universidad que educa a la ¨¦lite tecn¨®crata en M¨¦xico.

Un posgrado en Nueva York comenz¨® a corregir el camino. All¨¢ aprendi¨® producci¨®n y c¨®mo administrar las finanzas de los proyectos. Cuando regres¨® a M¨¦xico, en el a?o 2000, hall¨® el inicio de la ebullici¨®n de la industria. En tres a?os vio desfilar Amores Perros, Y tu mam¨¢ tambi¨¦n y El crimen del padre Amaro, pel¨ªculas que conectaron con las grandes audiencias. De un empleo en la prestigiosa Altavista Films salt¨® al extranjero, a Columbia Pictures, donde supervis¨® la realizaci¨®n de cintas en Espa?a, Rusia, China y Brasil.

La crisis de los cuarenta lo hizo saltar al vac¨ªo. Dej¨® el trabajo de escritorio porque sinti¨® que el tiempo se le iba de las manos. ¡°No hab¨ªa hecho un corto, un comercial, nada. Pero me sent¨ªa seguro para dirigir¡±, dice. La oportunidad se la dio Michel Franco, el director de Despu¨¦s de Luc¨ªa que este a?o ha ganado el premio a mejor gui¨®n en el Festival de Cannes. Fue ¨¦l quien lo apoy¨® para filmar su primera historia, escrita en sus a?os como ejecutivo en Estados Unidos.

Gabriel sabe que su pel¨ªcula le acarrear¨¢ comparaciones con su padre, Arturo, que ha hecho cerca de 30 largometrajes y quien acaba de cumplir 50 a?os de trayectoria. ¡°Entre mis referentes no est¨¢ el cine de mi padre¡±, sentencia. Los cr¨ªticos tendr¨¢n la ¨²ltima palabra.