¡°?Por qu¨¦ no bajamos de su pedestal a los figurones del narco?¡±
El mexicano Alberto Chimal publica 'Los atacantes', que combina ciencia ficci¨®n y humor
?Y si el nieto de uno de los grandes capos del narcotr¨¢fico mexicano hiciera a un lado el negocio familiar y quisiera ser escritor? ?Y si, adem¨¢s, usara su dinero y poder para sufragar avances cient¨ªficos y tecnol¨®gicos capaces de revivir al chileno Roberto Bola?o? Cuando Alberto Chimal (Toluca, 1970) pens¨® en esa posibilidad, se esforz¨® por escribir un relato con ciencia ficci¨®n y humor. Ya encarrilado, se enfoc¨® en otros aspectos del uso de las nuevas tecnolog¨ªas, les a?adi¨® horror, vampiros y extraterrestres y acab¨® reuniendo siete cuentos en Los atacantes (P¨¢ginas de Espuma), con la intenci¨®n de ¡°que el lector reflexione y se r¨ªa¡±, subraya.
Los poderes f¨¢cticos se aprovechan de los datos que les proporciona cada individuo.
Este autor mexicano, con apellido de guerrero azteca y ojeras profundas, cuenta que ¡°por m¨¢s tr¨¢gica que sea la realidad, hay que re¨ªrse de ella. Obviamente es muy importante analizar lo que pasa en M¨¦xico en estos momentos y sobre todo encontrar una soluci¨®n. Pero la risa tiene una funci¨®n cr¨ªtica y desmitificadora. ?Por qu¨¦ no bajamos de su pedestal a los figurones del narco y nos re¨ªmos de ellos? En estos tiempos hay que contrapesar la solemnidad con la risa".
Por las p¨¢ginas de Los atacantes desfilan una mujer acosada a trav¨¦s de las redes sociales que se ve obligada a cambiar de apariencia para que el acosador ya no la reconozca y la deje en paz; la intimidad de una pareja, otra mujer que no deja de enviarle correos electr¨®nicos delirantes a un editor y una lucha de clases con el vampirismo como tel¨®n de fondo. Todo ocurre en un ambiente lleno de incertidumbre, desasosiego e inquietud, en el que los poderes f¨¢cticos (empresas e instituciones y alg¨²n solitario encumbrado) se aprovechan de los datos que les proporciona cada individuo para provocarles terror psicol¨®gico.
Chimal dice que su relaci¨®n con la tecnolog¨ªa es ¡°la de cualquiera en este momento de la historia". Pero como escritor se ha fijado en los cambios de h¨¢bitos que produce en los usuarios y le pareci¨® interesante escribir al respecto. Aprovech¨® los conocimientos que adquiri¨® cuando estudi¨® Inform¨¢tica (¡°que en los ochenta era la carrera del futuro, ?eh?¡±) y los aplic¨® a situaciones de acoso y de intimidad excesivamente expuesta. ¡°Yo trato de dosificar mi presencia en las redes sociales por cuesti¨®n de tiempo y porque las relaciones sociales se van enrareciendo en l¨ªnea".
Entre tragos de caf¨¦ y agua, el cuentista premiado a nivel nacional en M¨¦xico afirma que para ¨¦l los elementos fant¨¢sticos de su obra no son un g¨¦nero, sino un recurso literario. ¡°Porque, a diferencia del mundo anglosaj¨®n, en el mundo hispano este tipo de libros no abundan e incluso son mal vistos o, en el mejor de los casos, vistos con desconfianza. Por eso recurro a la f¨®rmula de mezclar lo sobrenatural o fant¨¢stico con la realidad que nos circunda".
Este escritor camina desde hace unos meses con la ayuda de un bast¨®n por problemas que ha tenido en los pies. "Pero ya voy saliendo", arguye con resignaci¨®n, y enseguida comenta que escribe ¡°con cierto desorden". "Soy profesor de literatura y de talleres de escritura creativa. Vivo en una ciudad enorme y ca¨®tica, pero estupenda, y no puedo tener un horario fijo para dedicarme a esto. Trato de escribir todos los d¨ªas, por lo menos una p¨¢gina de todos los cuentos o alguna novela que empiezo y trabajo indistintamente, a cualquier hora del d¨ªa. Quiz¨¢ por eso mi literatura est¨¢ siempre enmarcada en una atm¨®sfera extra?a e inquietante.¡±
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