Peter Handke: ¡°La invenci¨®n y la ficci¨®n son la verdad¡±
El pensador, escritor y dramaturgo austriaco reedita su condici¨®n de implacable analista de nuestras sociedades contempor¨¢neas. Su nuevo libro es una reivindicaci¨®n del retiro, la meditaci¨®n y el silencio
Ensayo sobre el lugar silencioso (Alianza) se llama la cuarta entrega de una serie de cinco textos de Peter Handke que exploran temas y lugares aparentemente marginales como el cansancio, las jukeboxes, los bares del extrarradio de las ciudades o las estaciones de tren. En un cadencioso tono narrativo se alternan declaraciones inusualmente sinceras acerca de la trayectoria propia y l¨²cidas reflexiones sobre la necesidad de retiro en un volumen que se presenta como una libre y ligeramente ir¨®nica divagaci¨®n sobre el valor contemplativo del cuarto de ba?o.
El escritor austriaco completa aqu¨ª su teor¨ªa de la percepci¨®n ralentizada con una nueva reivindicaci¨®n del aislamiento y del espacio de meditaci¨®n. Combativo defensor del silencio, Handke (Carintia, 1942)que se afinc¨® hace 25 a?os en Francia, no vive en la ciudad, sino en un suburbio de Par¨ªs, cerca de los grandes bosques que rodean el sur de la capital francesa. Aun as¨ª, los ruidos le alcanzan su casa rodeada de ¨¢rboles y de un peque?o jard¨ªn, donde recibe a sus visitas. Y al abrir la verja y aparecer con la mano vendada, explica con cara absolutamente seria que ha derribado de un pu?etazo a un vecino aficionado a las m¨¢quinas jardineras.
Pregunta. Los lugares del silencio aparecen pr¨¢cticamente en todos sus libros y a veces adquieren un significado casi religioso, ?es esto as¨ª?
Toda esa escritura de reportaje que pretende reproducir en escala de uno por uno la realidad es falsa: no existe la reproducci¨®n uno por uno"
Respuesta. Bueno, no s¨¦ si religioso, describo lugares de ensanchamiento, donde las fronteras no son estrechas. Pero en el fondo quer¨ªa contar lo que son los lugares silenciosos en la vida de una persona. Se trata de una especie de autobiograf¨ªa fragmentaria m¨ªa. Y espero que no trate solamente de mi vida, que resulte permeable para otras biograf¨ªas, como Ensayo sobre el Jukebox, Ensayo sobre el cansancio y Ensayo sobre el d¨ªa logrado, o, m¨¢s recientemente, Ensayo sobre el loco de las setas. Son fragmentos en los que se dejan muchas cosas abiertas, hay niveles diversos, hay lagunas y hermosos desiertos y mucho suspense para nada. Siempre pens¨¦ que la vida es demasiado corta para escribir una autobiograf¨ªa de verdad. No entiendo del todo a Goethe, a quien venero como a nadie m¨¢s: qu¨¦ necesidad ten¨ªa de escribir Poes¨ªa y verdad. Eso no es para m¨ª. Siempre he pensado que la vida est¨¢ para ser transformada a trav¨¦s de la escritura en ficci¨®n. Como dijo Hermann Hesse una vez: ¡°Hace tiempo que echo de menos el peligro de la ficci¨®n¡±. Toda esa escritura de reportaje que pretende reproducir en escala de uno por uno la realidad es falsa: no existe la reproducci¨®n uno por uno. La invenci¨®n, la ficci¨®n son la verdad. Por eso la literatura es m¨¢s espont¨¢nea, me refiero a la literatura que se expone al riesgo de lo espont¨¢neo, de la ficci¨®n, de la imaginaci¨®n. Pero de la imaginaci¨®n exacta, tal como la entend¨ªa Ludwig Hohl: ¡°La imaginaci¨®n no es una fantas¨ªa cualquiera, es el calentamiento de aquello que existe¡±. Hoy, la literatura est¨¢ en peligro de volverse period¨ªstica, de resultar indistinguible del periodismo. Cuando lo precioso de la literatura es la ficci¨®n, la transformaci¨®n, el relato sin receta previa. En el periodismo todo es receta, todo son moldes y pautas que se pueden aprender. La literatura no se puede aprender. Como mucho, se puede aprender lo que no hay que hacer.
P. Es porque mucha gente confunde ficci¨®n con trama.
R. Pues s¨ª. La invenci¨®n es algo distinto. Cuando en la experiencia destella la chispa de la invenci¨®n, ah¨ª la vida es divina. Tal cual. Se est¨¢ pasando totalmente por alto que la ficci¨®n hoy d¨ªa se da raras veces, que es un fuego que se enciende raras veces.
P. Leyendo Ensayo sobre el lugar silencioso (Alianza), sin embargo, da la sensaci¨®n de que no es la ficci¨®n la que impulsa el relato, sino el lenguaje mismo.
R. Tambi¨¦n, s¨ª, a menudo es el ritmo. Y se daba el caso de que la transformaci¨®n vino por s¨ª sola, lo vivido se transformaba en algo indeterminado, en algo que yo no experiment¨¦ en mi propia carne. Tambi¨¦n Goethe dec¨ªa de s¨ª mismo que no sab¨ªa lo que hab¨ªa escrito, que escrib¨ªa como un son¨¢mbulo. En el fondo, mi prosa surge de un sonambulismo diurno, con ayuda de lo vivido, por supuesto. Pero no me basta referir ¨²nicamente las vivencias, me hace sentirme como un embustero. S¨®lo cuando se transforma en algo que se hab¨ªa vivido y que a la vez ser¨¢ vivido en el futuro ¡ªlo que antes se llamaba ut¨®pico¡ª, entonces soy un super-embustero, es decir un escritor.
P. ?Por qu¨¦ es tan necesario el aislamiento?
Hay una diferencia muy grande entre, el silencio y la mudez. Las sociedades de hoy est¨¢n m¨¢s amenazadas que nunca por hacer enmudecer al individuo"
R. A m¨ª me pasa que en seg¨²n qu¨¦ compa?¨ªa el yo enmudece, me quedo sin palabras. Es cuando ha llegado el momento de desaparecer y buscar un lugar silencioso ¡ªno tiene que ser el ba?o¡ª, con alg¨²n pretexto, pues all¨ª vuela el habla. Ah¨ª estaba el punto de energ¨ªa del libro: tienes que apartarte de la sociedad para volver a ser sociable, para que vuelva el lenguaje. Para que puedas hablar contigo mismo. Es muy importante que un hombre pueda hablar consigo mismo. Cu¨¢ntas veces me ha pasado esto, nada m¨¢s cerrar una puerta detr¨¢s de m¨ª y en mi interior algo empezaba a hablar. Mientras antes, en medio de la gente, estaba sumido en la m¨¢s absoluta mudez. Hay una diferencia muy grande entre, el silencio y la mudez. Las sociedades de hoy est¨¢n m¨¢s amenazadas que nunca por hacer enmudecer al individuo.
P. El a?o pasado le dieron el Premio Henrik Ibsen en Oslo y los periodistas le volvieron a preguntar sobre su asistencia al funeral de Mil¨®sevic en 2006.
En ninguna parte hay tanta estupidez como entre los pol¨ªticos occidentales
R. Los periodistas se hacen los tontos para poder vender de alguna manera una afirmaci¨®n inequ¨ªvoca. Una verg¨¹enza. En cuanto al tema de Yugoslavia, al menos en Alemania y Austria, ahora con la llegada de tantos refugiados, no solo de Siria sino tambi¨¦n de Albania y del Kosovo, hay cada vez m¨¢s pol¨ªticos que reconocen que este problema se remonta a la guerra de la Otan de 1999. Aunque en ninguna parte hay tanta estupidez como entre los pol¨ªticos occidentales. Se cometieron muchas estupideces por parte de Occidente, empezando en Irak. Ahora dicen que eso empez¨® con la guerra de Irak, pero yo siempre digo que empez¨® con Yugoslavia, con esos bombardeos humanitarios. Yo sigo esperando que todos los que en aquel entonces levantaron sus aullidos contra mi posici¨®n me digan que hicieron el gilipollas (risas). Esto nunca suceder¨¢, caer¨¢n en la tumba sin haberse dado ni cuenta. Esos, los que dejaron que los pueblos se mataran entre s¨ª, son los verdaderos criminales. La estupidez nunca muere. Sin embargo, hace morir a los dem¨¢s.
Babelia
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