Ya se hab¨ªa ido

Carlos Bouso?o perdi¨® hace tiempo su propia memoria y el olvido se apoder¨® de ¨¦l antes de que ahora nos deje. Nos lega su voz po¨¦tica inconfundible ¡ªelegiaca, h¨ªmnica, con vuelo propio¡ª y una de las tres grandes voces de la primera generaci¨®n de postguerra, junto a Jos¨¦ Hierro y a Blas de Otero. Pero la pasi¨®n, que no alter¨® jam¨¢s la racionalidad de su juicio certero para escrutar el poema, mientras su lado irracional, que tanto defendi¨®, aliment¨® siempre su capacidad visionaria, no solo sirvi¨® a su poes¨ªa sino tambi¨¦n a su amplio trabajo te¨®rico. Este es el hombre que desmenuz¨® con brillantez inusitada todos los andamiajes de la expresi¨®n po¨¦tica en su Teor¨ªa, obra singular en la que en las aulas de nuestras universidades se ha venido estudiando la poes¨ªa con su talento. No recibi¨® de la universidad espa?ola otra cosa, sin embargo, que una pobre jubilaci¨®n de profesor titular a duras penas. Pero si el sentido musical de su obra po¨¦tica ¡ªautor que siempre tuvo buen o¨ªdo¡ª ven¨ªa de lejos, a partir de Oda en la ceniza, con la utilizaci¨®n del vers¨ªculo, se ampli¨®. Cobr¨® un aliento h¨ªmnico, salm¨®dico, que no s¨®lo reafirm¨® la esencia espiritual de su verso, sino que ampli¨® los registros de una voz ya rica en elementos expresivos que fuera antes m¨¢s sencilla. Bouso?o volvi¨® a reafirmarse as¨ª, con la coherencia que orden¨® toda su obra, en la especial sensibilidad por la temporalidad, por encima de todas las dimensiones de lo real. Vivi¨® la poes¨ªa como quien cumple un destino, como quien recibe un don o es ungido para contemplar el mundo como un visionario. Un gran poeta del siglo XX.

Francisco Nieva, en la defensa de cuyo talento teatral tanto empe?o puso Bouso?o, recordar¨¢ ahora nuestras noches de Oliver, las reuniones pasadas tantos a?os en la casa del poeta de la calle Reyes Magos de Madrid o en la suya de la calle Nazaret, llenos de su vivo entusiasmo y de muchas ilusiones por la vida y por el arte. Francisco Brines, en su retiro valenciano, estar¨¢ conmovido en el recuerdo de su amigo del alma. Otros amigos comunes que compartimos con Bouso?o su generosidad y su cari?o ¡ªLuis Antonio de Villena, Vicente Molina Foix, Dionisio Ca?as¡ª se hallar¨¢n envueltos al menos en la melancol¨ªa. Todos recordamos ahora a Jos¨¦ Olivio Jim¨¦nez, el excelente cr¨ªtico desaparecido que tanta complicidad mantuvo con Bouso?o. Y a todos nos vendr¨¢ a la memoria Vicente Aleixandre, que quiso a Carlos tan profundamente como Carlos a ¨¦l.

Fernando Delgado es escritor.