La emoci¨®n de las mejores palabras
Carlos Bouso?o, activo miembro de la Real Academia Espa?ola durante 35 a?os, es autor de una obra po¨¦tica inspirada, sustantiva e intensa, desde su libro juvenil Subida al amor hasta Primavera de la muerte. Poes¨ªas completas (1945-1998). Al tiempo, su producci¨®n como te¨®rico de la literatura y cr¨ªtico de poes¨ªa fue monumental. Despu¨¦s de su estudio clarividente sobre la l¨ªrica del primero de sus grandes maestros, Vicente Aleixandre, Bouso?o public¨® en 1951 al alim¨®n con el segundo de ellos, D¨¢maso Alonso, Seis calas en la expresi¨®n literaria espa?ola, antes de iniciar ya, en solitario, la empresa de toda una Teor¨ªa de la expresi¨®n po¨¦tica, premio Fastenrath de la RAE, aventura que cerrar¨¢ con los dos vol¨²menes de la quinta edici¨®n casi veinte a?os despu¨¦s de la primera. Complet¨® su teor¨ªa con sendos libros sobre el s¨ªmbolo, que relacion¨® por una parte con el irracionalismo po¨¦tico y con el movimiento surrealista por otra. Su aportaci¨®n a la ciencia de la literatura incluir¨ªa tambi¨¦n una ambiciosa cala en el terreno de la historia: su tratado en dos tomos ?pocas literarias y evoluci¨®n.
En su conjunto, sus reflexiones sobre el hecho po¨¦tico y literario en general constituyen uno de los corpus te¨®ricos m¨¢s coherente y completo de la teor¨ªa de la literatura contempor¨¢nea, cuyas bases sent¨® el formalismo ruso a principios del siglo XX y luego desarrollaron el C¨ªrculo de Praga, los estructuralismos y la semi¨®tica, con la contribuci¨®n del close reading anglosaj¨®n, alimentado por las reflexiones metaliterarias de grandes poetas como T.?S.?Eliot o Ezra Pound.
Bouso?o vol¨® con alas propias por el vasto espacio abierto por la estil¨ªstica, nacida en el seno de la roman¨ªstica europea bajo la inspiraci¨®n de fil¨®logos alemanes como Vossler, Hatzfeld o Spitzer, pero tambi¨¦n gracias a algunos representantes de la escuela de filolog¨ªa espa?ola como los dos Alonsos, Amado y D¨¢maso. A este ¨²ltimo le viene como anillo al dedo el rubro de ¡°poeta profesor¡±, que tuvo entre los miembros de la Generaci¨®n del 27 otros ejemplos tan destacados como Pedro Salinas, Jorge Guill¨¦n o Luis Cernuda. Bouso?o lo fue tambi¨¦n: un profesor tan brillante, riguroso y elocuente como lo era simult¨¢neamente en su dimensi¨®n de poeta. Un poeta de temas trascendentales: desde la angustia existencial y el di¨¢logo del hombre con Dios hasta la afirmaci¨®n de la vida y la fraternidad (que incluye el tema de Espa?a: Mas te amo, patria, vapor, fantasma, sue?o), todo ello bajo el misterioso dosel del tiempo.
Al revivir todo lo que Bouso?o ha sido, lo que es y ser¨¢ para nuestra literatura, es imposible no pensar en la gran tradici¨®n de la poes¨ªa metaf¨ªsica, desde Quevedo hasta los poetas de los lagos. A uno de ellos, Samuel Taylor Coleridge, se debe una definici¨®n minimalista de la poes¨ªa que bien podr¨ªa estar en la base y el fundamento de la estil¨ªstica de Bouso?o: las mejores palabras en el orden mejor. Su oficio de poeta le obligaba a porfiar constantemente en esta b¨²squeda, pues para Bouso?o la poes¨ªa es ante todo verbo, en cuyo poder taumat¨²rgico, creativo, cree firmemente.
Pero no basta con el acierto formal para que brote la llamarada po¨¦tica. Si los componentes verbales del poema pueden ser diseccionados, revelados, estudiados e, incluso, ret¨®ricamente aprendidos, para Bouso?o solo con esto, que no es poco, nos falta la clave: la emoci¨®n l¨ªrica. Bien entendido, sin embargo, que esta viene siempre por una sustituci¨®n realizada sobre la lengua.
Y es aqu¨ª donde Bouso?o sit¨²a, en el origen de su teor¨ªa de la expresi¨®n po¨¦tica, no tanto su experiencia como poeta, sino su intuici¨®n como lector. Aquella emoci¨®n l¨ªrica es cointencional: as¨ª poes¨ªa es comunicaci¨®n. Siempre a trav¨¦s de las palabras arduamente escogidas del poema el lector proyecta sus propias vivencias sobre las que el poeta haya podido sufrir o gozar. Por eso, orteguianamente, los grandes poetas, como Carlos Bouso?o, siempre nos plagian.
Dar¨ªo Villanueva es director de la Real Academia Espa?ola.
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