Cuento de Navidad por Kafka
Daniela Fejerman vuelca en ¡®La adopci¨®n¡¯ su experiencia personal en Ucrania
Daniela Fejerman no ten¨ªa hijos y, tras un largo calvario de estudios y tratamientos in vitro de los que ahora se arrepiente, decidi¨® recurrir a la adopci¨®n internacional. Ah¨ª empez¨® otro infierno, pero de ¨¦ste no se arrepiente. Desde febrero de 2009, es madre de un delicioso ni?o ucraniano que hoy tiene ocho a?os. ¡°Todo mereci¨® la pena¡±, asegura. La directora ha volcado toda su experiencia, esa especie de fiscalizaci¨®n de tu vida y de duros ex¨¢menes para comprobar ¡°si eres merecedor de ser padre y madre¡±, y esos tr¨¢mites eternos y dolorosos que vivi¨® durante tres meses en Ucrania en La adopci¨®n, primer filme espa?ol a concurso en la secci¨®n oficial de la Seminci.
Protagonizada por Nora Navas y Francesc Garrido, la pel¨ªcula se adentra en la trama burocr¨¢tica y corrupta, en medio de un paisaje desolador de fr¨ªo y nieve, que se encuentran las parejas que quieren adoptar ni?os en ese pa¨ªs. Con elementos reales, pero con una progresi¨®n y una tensi¨®n cinematogr¨¢fica de ficci¨®n, que se acerca en ocasiones al thriller, en La adopci¨®n no se identifica en concreto a qu¨¦ pa¨ªs del Este de Europa se refiere, aunque el rodaje se llev¨® a cabo a lo largo de seis semanas en enero pasado en Lituania. ¡°Nuestra experiencia personal, la m¨ªa y la de mi pareja, fue un infierno. Cuando est¨¢bamos all¨ª me escrib¨ªa por correo electr¨®nico con mis amigos cont¨¢ndoles nuestras pesadillas. Era como estar en un cuento de Navidad narrado por Kafla. Era un mundo opaco, lleno de burocracia y corrupci¨®n. Una amiga me consol¨® dici¨¦ndome que con el tiempo lo ver¨ªa con distancia y hasta podr¨ªa escribir de ello¡±. As¨ª fue. Y poco despu¨¦s, junto a Alejo Flah, comenz¨® a escribir el guion bas¨¢ndose principalmente en su historia personal pero tambi¨¦n en la de otras parejas en la misma o similar situaci¨®n. ¡°Nuestra obsesi¨®n fue que lo que invent¨¢ramos estuviera en el mismo tono que la realidad. No pod¨ªamos ser peliculeros, ni salir del anclaje real que tiene la historia¡±, asegura la realizadora catalana.
Fejerman explica que la felicidad que siente hoy junto a su hijo no esconde ¨C¡°muchos padres adoptivos tienden a olvidarse o a tapar los momentos m¨¢s dolorosos de los tr¨¢mites¡±- lo mal que lo pas¨® en aquellos tres meses de duro invierno en Ucrania. ¡°Lo m¨¢s revulsivo fue escribir el guion, porque despu¨¦s todo el trabajo con los actores y el rodaje me sent¨ªa un poco m¨¢s alejada, era como un material de ficci¨®n¡±. Una de los puntos fundamentales del filme, adem¨¢s de ese retrato cruel de la burocracia, fue la relaci¨®n de pareja entre los dos actores, Garrido y Navas. ¡°Los dos se metieron en la historia con un compromiso total. Intentamos recorrer el camino de cada uno de los dos. Es una relaci¨®n que se va descompensando. Ella empieza siendo como la d¨¦bil, la que busca el soporte en ¨¦l, para poco despu¨¦s ser ¨¦l el que se hunde y ella se muestra dispuesta a seguir en solitario¡±, explica la realizadora.
En Lituania encontraron todas las puertas abiertas para esta historia, rodada en cuatro idiomas diferentes ¨Ccastellano, catal¨¢n, ingl¨¦s y ruso-. ¡°Ten¨ªa claro que la complejidad ling¨¹¨ªstica refleja la complejidad real que se convierte en otro de los dramas de esa situaci¨®n¡±. Realizada en coproducci¨®n, hubo una mezcla de equipos lituanos y espa?oles. De los actores rusos que aparece en el filme, la que interpreta a la intermediaria de la adopci¨®n, una mezcla de madre, de aprovechada pero en el fondo una superviviente, y a la estricta funcionaria y psic¨®loga, Larisa Kalpokait¨¦ y Ar¨¹nas Puidokas, est¨¢ m¨¢s que satisfecha la realizadora. ¡°Luego, me he enterado que son consolidados actores de teatro en su pa¨ªs¡±. Al igual que de la elecci¨®n del ni?o, que encontr¨® en un jard¨ªn de infancia en Lituania, y que ten¨ªa el mismo tono en el rostro que dice Fejerman que tienen los ni?os de los orfanatos en Ucrania. ¡°Son ni?os como sin expresi¨®n. Nunca les han cogido, ni abrazado, ni sonre¨ªdo. No tienen tono muscular. No saben apretar la mano¡±. Y aunque el chico de la pel¨ªcula tiene padre y madre, a Fejerman le record¨® a su hijo cuando le conoci¨®, en las Navidades de hace ya ocho a?os.
Nuestra experiencia personal, la m¨ªa y la de mi pareja, fue un infierno. Cuando est¨¢bamos all¨ª me escrib¨ªa por correo electr¨®nico con mis amigos cont¨¢ndoles nuestras pesadillas" Daniela Fejerman
Hoy esta directora, nacida en Argentina en 1964 y afincada en Madrid, lamenta las dificultades y las restricciones que existen cuando hay tantos ni?os sin familia y tantos padres con deseos de adoptar. ¡°Mi intenci¨®n no ha sido tanto denunciar sino mostrar una realidad¡±.
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