Rescoldos de la hoguera
El escritor hizo con la Guerra Civil lo que con otros conflictos: contarla a su p¨²blico
P¨ªo Baroja hizo con la Guerra Civil lo que siempre hab¨ªa hecho con las grandes conmociones del pa¨ªs que le toco vivir: contarla a su p¨²blico. Lo hizo con la guerra carlista, que fue una vivencia casi intrauterina; con la desmoralizaci¨®n de 1898 y el nacimiento del proletariado madrile?o; con el atentado de Mateo Morral y la mala simiente del terrorismo; con la Europa que sobrevivi¨® a 1918; con la Espa?a de la Rep¨²blica. La novela Los caprichos de la suerte es el remate de una trilog¨ªa, Las saturnales,que escribi¨® febrilmente entre 1949 y 1951, cuando contrast¨® su opini¨®n y sus recuerdos con las muchas cosas que le contaron sus contertulios, las criadas de casa y los amigos libreros. No vio nada bueno en su balance: incompetencia de los pol¨ªticos, doctrinarismo en todos los partidos, turbios deseos de venganza en las masas; cerrilismo en gentes m¨¢s influyentes.
Su previa exploraci¨®n de la rep¨²blica recibi¨® su nombre ¡ªLa selva oscura¡ª del temeroso paraje en que se encontr¨® Dante al inicio de la Divina Comedia. Las saturnales eran las fiestas romanas del solsticio de invierno que consagraban la vuelta al desorden primitivo y al derroche, seguramente para celebrar el final del ciclo anual de los cultivos. Se celebraban con un banquete en que esclavos y amos llegaban a intercambiar sus funciones. Baroja siempre crey¨® que de aquella sangr¨ªa suelta de 1936 s¨®lo vendr¨ªa el final de la clase media, la suya, menos culpable que ninguna de aquel desastre. De eso trata Los caprichos de la suerte: de un periodista republicano desazonado que huye a Par¨ªs, de una historia amorosa tard¨ªa a la que pone fin el ego¨ªsmo, de un Par¨ªs vivaz sobre el que ya planea la negra sombra de otra guerra y de una desesperanzada huida final a Am¨¦rica (que Baroja tent¨® sin decidirse a la postre).
Ya no hay nada m¨¢s de relieve en la gaveta de Itzea¡ Y esta ¨²ltima obra tiene ecos de otras: el personaje de Procopio Pagani viene de El hotel del Cisne, que es la novela de los espa?oles que vivieron en Par¨ªs la Segunda Guerra Mundial y que abri¨® la trilog¨ªa inacabada D¨ªas aciagos; un cap¨ªtulo entero fue removido de nuestro relato para integrarse en Aqu¨ª Par¨ªs, y una trama parecida se hab¨ªa esbozado en la novela corta Los caprichos del destino, ya publicada en 1948. Restos de un naufragio, rescoldos de un fuego: ¡°Ser¨¢n ceniza, mas tendr¨¢ sentido", dijo Quevedo del fin del amor constante.
Babelia
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