Clara Jan¨¦s: ¡°El viaje hacia el amor es conocimiento¡±
La poeta, traductora y ensayista publica la antolog¨ªa 'Movimientos insomnes', que recoge 51 a?os de escritura. Adem¨¢s, prepara su discurso de ingreso en la Academia Espa?ola
"Me dejar¨¦ vivir en tu silencio¡±.
La luz de una ma?ana madrile?a baila en la t¨²nica terracota tornasolada que viste Clara Jan¨¦s, y que ella misma hizo de una colcha de su abuela. La poeta barcelonesa, que cumplir¨¢ 75 a?os el viernes pr¨®ximo, 6 de noviembre, est¨¢ sentada en el sof¨¢ del peque?o sal¨®n de su casa. Frente a la puerta de cristal de la terraza que da al oriente, donde suele ver amaneceres y observar, por las tardes, el comportamiento de los p¨¢jaros y su invitaci¨®n ¡°a la quietud, a saber guardar reposo¡±, en medio de la algarab¨ªa.
¡°Voz una vez m¨¢s, y su fuerza?/ navegando los espacios¡±.
Aqu¨ª, su voz dulce, su mirada azul y sus modales exquisitos recorren los 51 a?os de su creaci¨®n po¨¦tica, de tradici¨®n simbolista. Desde aquel Las estrellas vencidas, de 1964, hasta el reciente Psi o el jard¨ªn de las delicias, de 2015, recogidos en la antolog¨ªa Movimientos insomnes (Galaxia Gutenberg). A esa alegr¨ªa sobre su obra se suma la preparaci¨®n de su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua, como la mujer n¨²mero 10 en la historia de esa instituci¨®n, para ocupar el sill¨®n U, de universo. Ser¨¢ un homenaje a la traducci¨®n.
Esencialismo, escepticismo, m¨ªstica, existencialismo, amor, resurrecci¨®n, historias, naturaleza, ciencia¡ Son las paradas que ha tenido Clara Jan¨¦s en su viaje po¨¦tico-personal, donde ha buscado una ¡°resacralizaci¨®n del universo¡±, como se?ala Jaime Siles en la introducci¨®n de la antolog¨ªa. Una poes¨ªa ¡°siempre trascendente que se mueve en dos direcciones: de la trascendencia a la inmanencia y al rev¨¦s¡±, agrega el poeta sobre esta narradora, traductora y ensayista que siempre resulta placentero leer por lo que ense?a, por c¨®mo lo dice, por lo que revela y, sobre todo, por las puertas que abre al lector con senderos conocidos y otros que esperan ser descubiertos.
¡°Y todo en derredor se desvanece?/ menos ese anhelo que queda en el aire?/ y en mi pecho¡±.
El recuerdo m¨¢s antiguo de Clara Jan¨¦s es de cuando ten¨ªa menos de un a?o: alguien intenta hacerla dormir en sus brazos, cuando ¡°una m¨²sica cruza la oscuridad¡±.
El segundo recuerdo es de cuando ten¨ªa dos a?os: una noche, su abuelo le ense?a los nombres de las estrellas: ¡°Las Osas, las Pl¨¦yades y la Cabellera de Berenice ya no se me olvidar¨¢n¡±.
Empec¨¦ a escribir poes¨ªa como sustituci¨®n de la danza. Empec¨¦ por el ritmo de los pasos al andar por la calle¡±
El tercer recuerdo es de cuando ten¨ªa tres a?os: su hermana Alfonsina acaba de nacer y ella gatea hasta su cuna; de repente, el haz de luz que entra por la ventana la hipnotiza con sus infinitos polvos brillantes en lento girar, con una ¡°luz que parece et¨¦rea, intocable¡±.
El cuarto recuerdo es de cuando ten¨ªa cuatro o cinco a?os: est¨¢ en un prado de flores blancas, ¡°que parecen irreales bajo el sol, como si emanaran un aura¡±.
Y hay un quinto recuerdo, cuando ten¨ªa seis o siete a?os aprendi¨® los primeros versos: ¡°Vivo sin vivir en m¨ª, / y tan alta vida espero, / que muero porque no muero¡±. Son de santa Teresa de Jes¨²s, como una premonici¨®n de la manera como habr¨ªa de sentirse en el mundo. Hoy es una de las poetas m¨¢s relevantes del espa?ol.
¡°Empiezo a escribir poes¨ªa como sustituci¨®n de la danza. Tomaba clases con mi hermana, pero un d¨ªa mi t¨ªo, que era cardi¨®logo, me dice que tengo alg¨²n problema y debo dejar la danza. Empiezo en la poes¨ªa con el ritmo; el ritmo de los pasos, al andar por la calle. Entonces el ritmo, en realidad, es lo que est¨¢ midiendo el tiempo. Es cuando empiezan esos temas del tiempo, del espacio que recorro, que es la ciudad de Barcelona, y el puerto. Es el tiempo, la existencia; la existencia fuera del tiempo o la esencia. Mis libros est¨¢n basados en el ritmo que expresa el propio biorritmo. Mar¨ªa Zambrano expresaba esto muy bien, cuando dec¨ªa que ¡®el coraz¨®n est¨¢ a punto de romper a hablar¡¯. ?Qu¨¦ es el coraz¨®n? Es el ritmo, es el latido. Luego viene la m¨²sica. Predomina, y no se puede perder¡±.
Su voz cadenciosa vive lo que cuenta. En el origen, ella escrib¨ªa poemas pero no se animaba a publicarlos. Cuando su padre muere, en 1959, empieza a escribir en serio. No publica. Con 23 a?os, su madre le hace llegar uno de sus poemas a Gerardo Diego. Al poeta le gusta y hace posible que al a?o siguiente, en 1964, aparezca su primer poemario: Las estrellas vencidas. Luego un silencio que dura seis a?os. Era esc¨¦ptica. Pero no dejaba de leer. En casa ten¨ªa una biblioteca de unos 25.000 libros; su padre, Josep, era editor. El silencio acaba en grito cuando lee Noche con Hamlet, de Vladim¨ªr Holan. Fue la resurrecci¨®n. Lo conoce personalmente y aprende checo durante dos a?os para poder hablar con ¨¦l.
¡°Dorm¨ªa?/ y ¨¦l penetr¨® en mi sue?o?/ y me rob¨® el sue?o que so?aba.?/ Y como due?o se asent¨® en m¨ª?/ y con tal fuerza me am¨®?/ que despert¨¦ a medianoche?/ como si fuera mediod¨ªa¡±.
Esencialismo, escepticismo, m¨ªstica, existencialismo, amor, resurrecci¨®n, historias, naturaleza, ciencia¡ Son las paradas que ha tenido Clara Jan¨¦s en su viaje po¨¦tico-personal
¡°El viaje hacia el amor tambi¨¦n es conocimiento. Aunque el amor es un tema muy complejo porque ah¨ª hay mucha parte de proyecci¨®n¡ Yo tard¨¦ en hacer un libro de amor, Kampa, en 1986. Se lo dediqu¨¦ a Holan. ?Por qu¨¦ un libro de amor tan tarde? Porque ten¨ªa conciencia de esa parte de proyecci¨®n. Los modelos que buscaba eran modelos shakesperianos. Con Holan comprend¨ª que, para que yo vibrara del todo, necesitaba la poes¨ªa o la escritura, o la inteligencia. Sobre todo, la inteligencia. El tema del modelo que t¨² buscas lo ten¨ªa muy claro. Es una realidad relativa. ?La realidad es lo que est¨¢ ah¨ª fuera o lo que tienes dentro? Para m¨ª la realidad es lo que tengo adentro; por unos elementos exteriores que la soportan¡ T¨² sabes de qu¨¦ manera construyes esa realidad. Escribiendo es una forma maravillosa. Y yo construyo mi realidad y la entrego a otros¡±.
R¨ªe t¨ªmida. Una vez ¡°arrancada de las tinieblas¡± por Holan, Clara Jan¨¦s traduce al poeta checo. Ahora escucha unos versos que ella misma tradujo. Se emociona. Antes de ¨¦l pens¨® dejar la poes¨ªa. Era la ondulaci¨®n esencia y existencia. La pregunta era si la vida merec¨ªa la pena ser vivida.
¡°Llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que s¨ª. Eso se refleja en Libro de alienaciones (1980). Y cambia mi poes¨ªa. Ya no es el ritmo del paso. Es el canto del objeto. Esto se produce en Vivir (1983). Es ah¨ª cuando empiezo a unir los temas que me apoyan en la vida, piedras, animales, amigos, puede ser el amor, puede ser todo. Y tambi¨¦n el estilo cambia. Luego sale el libro fundamental: Lapidario (1988). Hasta que doy otro salto en Rosas de fuego (1996). Es una contemplaci¨®n del universo en su totalidad. Incorporo la poes¨ªa de san Juan de la Cruz, que fue mi primer m¨®vil. Tambi¨¦n, una vez incorporado Holan me vienen muchas posibilidades¡±.
Hasta llegar al romance actual con la ciencia. Su poes¨ªa es un ¨¢tomo con tres electrones: lo terrenal-sensorial, lo m¨ªstico-pasional y lo cient¨ªfico-racional. Tres fueron tambi¨¦n los encuentros literarios que determinaron su rumbo: el hallazgo de santa Teresa de Jes¨²s, en su ni?ez; la lectura de san Juan de la Cruz, en su juventud; y la experiencia de Vladim¨ªr Holan, en su adultez. Y el tercer tres determina nuevas rutas y estilos: Holan, a comienzos de los a?os setenta; Gunnar Ekel?f, que la anim¨® a contar historias en los noventa; y Johannes Bobrowski en este siglo.
Clara Jan¨¦s tambi¨¦n se convierte en una descubridora de escritores al espa?ol. A los autores persas llega a trav¨¦s de la m¨²sica y la arquitectura. Se adentra en ese mundo ¡°por la atm¨®sfera de entendimiento de lo m¨ªstico¡±. En 1997 obtiene el Premio Nacional de Traducci¨®n por sus versiones de las obras de Holan, Jaroslav Seifert, Adonis, de Marguerite Duras, William Golding o Johannes Bobrowski.
De la conjunci¨®n de esos mundos sale Psi o el jard¨ªn de las delicias. Un rapto de inspiraci¨®n, de cuatro d¨ªas, que sincroniza su sensibilidad y su pensamiento en electrones versificados que la retratan, como en este:
¡°Mi ignorancia luminosa?/ es el sol?/ que amanece como t¨²?/ en mi seno¡±.
Movimientos insomnes. Clara Jan¨¦s. Selecci¨®n e introducci¨®n de Jaime Siles. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2015. 384 p¨¢ginas. 23,90 euros.
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