Cuando Salman Rushdie pregunt¨®: ¡°?Qui¨¦n es Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez?¡±

Salman Rushdie se compr¨® Cien a?os de soledad en una edici¨®n de bolsillo de Penguin Modern Classics en una librer¨ªa de Londres el 13 de marzo de 1975. Lo sabe porque apunt¨® la fecha en el libro nada m¨¢s leer la primera frase y a¨²n conserva el ejemplar. Este mi¨¦rcoles recordaba que ese mismo mes ¨¦l hab¨ªa publicado su primera (¡°y merecidamente desconocida¡±) novela, Grimus. ¡°Un amigo que la hab¨ªa le¨ªdo me llam¨® y me dijo: 'Veo que est¨¢s muy influenciado por Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez'. Yo ten¨ªa 27 a?os y nunca hab¨ªa o¨ªdo ese nombre. Cien a?os de soledad hab¨ªa sido publicada en ingl¨¦s cinco a?os antes, pero no se hab¨ªa cruzado en mi camino. ?Qui¨¦n es Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez?, pregunt¨¦. Mi amigo me respondi¨® incr¨¦dulo, con una mezcla de l¨¢stima y desprecio. ¡®Es el autor de un libro que vas a ir a comprar ahora mismo¡¯. Me dijo el t¨ªtulo y yo le contest¨¦ con dudas. ?Cien a?os? ?Es un buen libro? ¡®No seas imb¨¦cil¡¯, me contest¨®, utilizando una palabra m¨¢s fuerte¡±.

As¨ª empez¨® este mi¨¦rcoles la conferencia magistral de Rushdie con la que la Universidad de Texas inaugura un simposio de tres d¨ªas sobre el Nobel colombiano en el que participan familiares, amigos y expertos en Garc¨ªa M¨¢rquez, adem¨¢s del Gobierno de Colombia. El evento est¨¢ organizado por el Harry Ransom Center, el centro de humanidades que compr¨® el archivo personal del escritor el a?o pasado y esta semana lo ha abierto por primera vez al p¨²blico.

En ese archivo se incluye una carta en la que Garc¨ªa M¨¢rquez expresaba a Rushdie su deseo de conocerlo en persona. Nunca lo consiguieron. ¡°Pero tuvimos una conversaci¨®n muy larga¡±. Durante una estancia en Ciudad de M¨¦xico en la que pudo haber sucedido, record¨®, estuvo en una cena con Carlos Fuentes. Rushdie le dijo que era una pena que el colombiano se encontrara en Cuba justo esos d¨ªas visitando a Fidel Castro. ¡°Es rid¨ªculo que no os hay¨¢is conocido¡±, dijo Fuentes. Entonces le llev¨® a una habitaci¨®n y le puso al tel¨¦fono. Al otro lado estaba Garc¨ªa M¨¢rquez. Fuentes sali¨® y cerr¨® la puerta.

¡°La conversaci¨®n empez¨® de modo extra?o. ?l dec¨ªa que no hablaba ingl¨¦s, pero poco a poco me di cuenta de que s¨ª sab¨ªa bastante pero prefer¨ªa no hablarlo. Mi espa?ol era muy malo. No lo hablo pero entiendo un poco. Y ambos sab¨ªamos franc¨¦s. As¨ª que seguimos hablando de forma triling¨¹e. En mi recuerdo de la conversaci¨®n, no hay ning¨²n problema de lenguaje¡±. Rushdie relat¨® al p¨²blico de Texas que en aquella conversaci¨®n compar¨® las historias de la abuela de Garc¨ªa M¨¢rquez con las de su propia madre en Bombay y la importancia en su trabajo. Hablaron de las diferencias entre Macondo y Bombay.

Rushdie record¨® al p¨²blico las palabras que escribi¨® en abril del a?o pasado tras fallecer el genio colombiano: ¡°Conoc¨ªa los coroneles y los generales de Garc¨ªa M¨¢rquez, o al menos sus contrapartes indias y paquistan¨ªes; sus obispos eran mis mul¨¢s; sus mercados eran mis bazares. Su mundo era el m¨ªo, traducido al espa?ol. No es extra?o que me enamorara de ¨¦l, no por su magia, sino por su realismo. Mi mundo era m¨¢s urbano que el suyo, sin embargo. Es la sensibilidad de pueblo lo que da al realismo de Garc¨ªa M¨¢rquez su particular sabor, la aldea en la que la tecnolog¨ªa da miedo pero una joven devota subiendo a los cielos es perfectamente cre¨ªble; en la que, como en las aldeas indias, lo milagroso convive con lo cotidiano en todas partes¡±.

El simposio Garc¨ªa M¨¢rquez: vida y legado con el que la Universidad de Texas celebra la apertura al p¨²blico del archivo personal del autor dura hasta el viernes 30 de octubre. En distintas mesas redondas, se analizar¨¢ la figura de Gabo como novelista global, como periodista, guionista y actor pol¨ªtico de su tiempo. En ¨¦l participan su hijo Rodrigo Garc¨ªa, su bi¨®grafo Gerald Martin, la ministra de Cultura de Colombia, Mariana Garc¨¦s o los responsables de la Fundaci¨®n Nuevo Periodismo Iberoamericano. La conferencia magistral de clausura la pronuncia el viernes Elena Poniatowska.

Todas las conferencias se pueden seguir en directo a trav¨¦s de EL PA?S.