?Qui¨¦n mat¨® a la muxe Daniela?
La pel¨ªcula mexicana 'Carm¨ªn Tropical', alabada por la Academia, convierte un peque?o pueblo de pescadores en una ciudad 'noir'
Un detective nuevo llega a la ciudad para resolver un crimen. Una enigm¨¢tica mujer se cruza en su camino. Mucho humo de cigarrillos y Dry Martinis. Noche. Sombras que se agigantan en exagerados ¨¢ngulos de c¨¢mara. Reflejos de ne¨®n en los charcos del asfalto. Traici¨®n. Hermetismo. Soledad.
As¨ª es el esqueleto cl¨¢sico de cualquier thriller. Ahora imag¨ªnense que el detective no es un hombre, ni una mujer, sino un muxe. La ciudad es un peque?o pueblo de la costa de Oaxaca. La mujer misteriosa es un taxista. Las sombras se reflejan en la arena mojada de la playa y en vez de sofisticados c¨®cteles los protagonistas beben Coca-Cola. As¨ª es Carm¨ªn Tropical, la nueva pel¨ªcula de Rigoberto Perezcano. Un thriller mexicano de autor.
La cinta se estren¨® la semana pasada despu¨¦s de recoger las alabanzas de la academia: mejor film en el festival de Morelia y mejor gui¨®n en los Arieles. Es la segunda obra de Perezcano, uno de esos directores del nuevo cine mexicano que est¨¢ estirando los l¨ªmites de lo posible en el celuloide de su pa¨ªs. ¡°Quer¨ªa salir de mi zona de confort. Corr¨ªa el riesgo de que con un thriller no me aceptaran en los festivales. No hay tradici¨®n del g¨¦nero negro en el cine mexicano. Pero quise exigirme y adem¨¢s entend¨ª que era la mejor forma de tratar lo muxe¡±, explica por tel¨¦fono. Los muxes son una comunidad transg¨¦nero de origen prehisp¨¢nico, bendecida por la cultura zapoteca y visibilizada en d¨¦cadas recientes por el movimiento LGBT.
El director ha convertido el soleado Juchit¨¢n, un pueblo de pescadores y la cuna muxe, en su particular ciudad noir. Si los cl¨¢sicos del cine negro pulsaban el violento subconsciente de las ciudades estadounidenses de postguerra, Carm¨ªn Tropical destripa los sue?o y pesadillas de un peque?o pueblo zapoteca en el siglo XXI. ¡°Me parece fundamental la tolerancia, la capacidad de Juchit¨¢n de convivir y aceptar las diferencias sexuales. Es una cultura milenaria que ha evolucionado y que me permit¨ªa tocar muchos temas, no solo el de g¨¦nero. Quer¨ªa entrar en lo universal a trav¨¦s de la tensi¨®n dram¨¢tica del thriller¡±.
Fiel a los c¨¢nones noir, los personajes son dibujados entre el desamparo y la b¨²squeda de redenci¨®n
Por eso busc¨® y rebusc¨® en el casting de actores hasta encontrar a su protagonista, Mabel, una joven muxe que primero escapa del pueblo por amor y despu¨¦s regresa tras la pista del asesinato de su amiga, la tambi¨¦n muxe Daniela, con la mochila repleta de desenga?o, duelo y decepci¨®n.
Perezcano no quer¨ªa que el actor fuera muxe, ni travesti, buscaba otra tipo de referencia femenina. El elegido fue Jos¨¦ Pecina, un joven defe?o reci¨¦n salido de una escuela de teatro. Hab¨ªa interpretado a una reina del carnaval de Rio en una obra de la escuela y los rasgos afilados de su rostro coincid¨ªan con el prototipo que el director ten¨ªa en la cabeza.
Pecina comenz¨® a documentarse sobre la tradici¨®n muxe. ¡°Me fui a Juchitan una semana antes de empezar el rodaje. Rigo me dijo que pasease por todo el pueblo, que fuera al mercado, que comiese en la calle, que hablese con las muxes¡±. La inmersi¨®n definitiva la consigui¨® gracias a Amaranta G¨®mez Regalado, el front¨®n de las Intr¨¦pidas Buscadoras del Peligro, un grupo de muxes activistas que desde los a?os setenta han logrado subir la persiana y presentarse orgullosas como un tercer sexo. ¡°Los zapotecas tiene la tradici¨®n de que el primer hijo var¨®n es el que le hac¨ªan muxe. Pero en principio no ten¨ªa que ver con homosexualidad sino con asumir un rol femenino. Son los que cuidan de los padres cuando son mayores y los que ayuda a la mama en casa. Las intr¨¦pidas se imponen y dicen: ¡°Somos esto. Valemos no solo por el rol sino porque tenemos una identidad¡±.
Pecina conoci¨® muxes trabajando en las cafeter¨ªas, en los bancos, en las tiendas. Una integraci¨®n natural que empieza en las palabras. En zapoteco los art¨ªculos no tiene concordancia de g¨¦nero. No existe la divisi¨®n binaria de 'el muxe' o 'la muxe' . Solo, ti muxe. ?Fiel a los c¨¢nones noir, los personajes de Carm¨ªn Tropical son dibujados entre el desamparo y la b¨²squeda de redenci¨®n. Sin embargo, esa desubicaci¨®n aparece m¨¢s marcada en los personajes laterales como el polic¨ªa, el carcelero, las bailarinas del club; no tanto en los muxes. El director, oaxaque?o y zapoteco, se aparte de las reglas del g¨¦nero negro para luego volver. El suyo es un thriller cl¨¢sico y heterodoxo a la vez.
Babelia
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