El director de orquesta espa?ol que seduce a Jap¨®n
Diego Mart¨ªn Etxebarria gana el prestigioso galard¨®n del Concurso Internacional de Direcci¨®n de Orquesta de Tokio
El premio llevaba 15 a?os sin un ganador. La frustraci¨®n de que nadie estuviera a la altura de alzarse con el m¨¢ximo galard¨®n del Concurso Internacional de Direcci¨®n de Orquesta de Tokio era una de las preocupaciones de los participantes. Solo 15 de los 239 candidatos llegaron a la ronda final. Cuando el vasco Diego Mart¨ªn Etxebarria (Bilbao, 1979) escuch¨® su nombre, no se lo pod¨ªa creer. Hasta se llev¨® dos galardones m¨¢s: el Hideo Saito Award (que la familia del director nip¨®n le asign¨® por su calidad) y el Asahi Award, que concede el p¨²blico. Ahora ha vuelto a casa para relajarse antes de marchar a Par¨ªs para dirigir.
¡°En una disciplina art¨ªstica todo es muy subjetivo y en la direcci¨®n de orquesta m¨¢s, porque hay, aparte del talento, otros aspectos, como la conexi¨®n con la orquesta y con el p¨²blico, demasiados intangibles¡±, cuenta. Era la primera vez que pisaba Jap¨®n para presentarse ante la Japan Philharmonic y all¨ª no sab¨ªan qui¨¦n era, pero el jurado destac¨® su expresividad, su pasi¨®n y la conexi¨®n con p¨²blico y orquesta. ¡°Los m¨²sicos me miraban a los ojos, y es algo no estrictamente necesario, ya que pueden mirar de reojo al director mientras leen la partitura. Incluso me sonre¨ªan, y que se lo pasen bien en un concurso, a pesar de la tensi¨®n, es muy especial¡±, explica.
El espa?ol habla de la extraordinaria recepci¨®n y del respeto que le profesaron, y resalta lo diferentes que son las orquestas japonesas comparadas con las espa?olas: ¡°All¨ª la disciplina es f¨¦rrea, se ahorra mucho tiempo y todo va m¨¢s r¨¢pido¡±. Su premio le llevar¨¢ a emprender una gira por ese pa¨ªs con las orquestas de sus ciudades principales.
Mart¨ªn Etxebarria cree que lo suyo no es una raya en el agua, sino que es uno m¨¢s entre grandes nombres del podio espa?ol como Pablo Heras Casado o Juanjo Mena. ¡°Ya no es solo que se est¨¦ viviendo un boom, es que se extiende a todas las especialidades instrumentales. El nivel musical de Espa?a ha subido una barbaridad. El problema es que se ha invertido un mont¨®n en formaci¨®n pero ahora no tenemos el espacio musical para absorber a toda esa gente que sale de los conservatorios. De hecho, hay much¨ªsimos espa?oles que en Alemania acaban de estudiar y encuentran plaza all¨ª¡±, explica el director.
Alemania, otro mundo
El director s¨ª resalta que no se puede comparar a Espa?a con Alemania, donde la tradici¨®n ha llevado a que la m¨²sica sea algo fundamental: ¡°Se ha invertido mucho en formar m¨²sicos, pero no se ha hecho lo mismo con el p¨²blico. En la formaci¨®n la m¨²sica ha ido teniendo cada vez menos peso. En Alemania casi todo el mundo toca un instrumento porque lo hace en el colegio: hay cientos de orquestas de aficionados con un nivel espectacular¡±. De la falta de inversi¨®n en la formaci¨®n del p¨²blico se deduce ese escaso inter¨¦s de la sociedad en la m¨²sica cl¨¢sica. ¡°Si se decide cerrar una orquesta, muy poca gente se levantar¨¢ para quejarse y, a nivel social, las consecuencias inmediatas ser¨¢n peque?as. Pero de aqu¨ª a 25 a?os es grav¨ªsimo: uno de los problemas es nuestra escasa preocupaci¨®n por la sensibilidad que da el arte. Queda en un segundo plano porque no da r¨¦ditos a corto plazo. Tener una poblaci¨®n interesada en la cultura no es algo ni que vaya a dar votos ma?ana ni que vaya a mejorar la econom¨ªa al instante. Pero s¨ª nos har¨¢ tener una sociedad diferente en medio siglo¡±, cuenta Mart¨ªn Etxebarria.
El director pone sobre la mesa el saber rentabilizar la m¨²sica cl¨¢sica en Espa?a, con una comparaci¨®n. ¡°Salzburgo es un ejemplo. Ha sabido sacar ventajas a su festival y ahora tiene varios diferentes durante todo el a?o. En Espa?a hay cert¨¢menes muy buenos que funcionan, pero siempre existe esa tendencia a pensar que la cultura es deficitaria. Aunque lo fuera, la inversi¨®n de cara al futuro es enriquecedora¡±.
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