Un tren llamado deseo
La aportaci¨®n de Ren¨¦ Girard a la cultura contempor¨¢nea es crucial para comprender la espiral de violencia que vivimos
Conoc¨ª a Ren¨¦ Girard una tarde de oto?o en Par¨ªs del a?o 2007. Su esposa Martha me esperaba en la puerta de su departamento cerca de la torre Eiffel, con una amable sonrisa y un poco de t¨¦. Su esposo estaba enfermo pero me concedi¨® un par de horas de entrevista pues estaba interesado en conocer lo que los latinoamericanos pens¨¢bamos sobre la teor¨ªa mim¨¦tica y c¨®mo podr¨ªa desarrollarse aquella intuici¨®n que surgi¨® de sus estudios literarios, pero ahora en diversos contextos culturales y delante de problemas crecientes de violencia.
Girard es inc¨®modo para todo poder que se constituye a fuerza de la invisibilizaci¨®n social de muchos
Cincuenta a?os antes, el joven investigador emigrado a los Estados Unidos -donde luego de un periplo termin¨® ense?ando por d¨¦cadas en Stanford- hab¨ªa publicado su primer libro Mentira rom¨¢ntica y verdad novelesca (1961) donde exploraba la literatura occidental como narrativa del deseo con las rivalidades que generan, tarde o temprano, sacrificios que mantienen a una comunidad en vida. A lo largo de cincuenta a?os esta intuici¨®n de escudri?ar el deseo le llev¨® a caracterizar los mecanismos de la imitaci¨®n hasta postular una teor¨ªa original: todo deseo es una m¨ªmesis de apropiaci¨®n, pero no tanto del otro como objeto de deseo, cosa que ya hab¨ªa se?alado Plat¨®n, sino como apropiaci¨®n del modelo que persigue esa relaci¨®n de alteridad indiferenciada. En sus obras sucesivas La violencia y lo sagrado (Par¨ªs, 1972), Las cosas ocultas desde la fundaci¨®n del mundo (Par¨ªs, 1978) y El chivo expiatorio (Par¨ªs, 1982), el pensador nacido en Avi?¨®n sigui¨® indagando en la mitolog¨ªa de culturas diversas de la humanidad, incluida la b¨ªblica, el papel del asesinato fundador como origen de la cultura. Pero fue hasta sus ¨²ltimas obras Veo a Sat¨¢n caer como el rel¨¢mpago (Par¨ªs, 1999), Evoluci¨®n y conversi¨®n. Sobre los or¨ªgenes de la cultura (Mil¨¢n, 2003) y Clausewitz en los extremos (Par¨ªs, 2007) que Girard, junto con sus interlocutores, cerr¨® el c¨ªrculo hermen¨¦utico para explicar el mecanismo del chivo expiatorio, proponiendo una conclusi¨®n que dej¨® boquiabiertos a la mayor¨ªa de los estudiosos de lo social y lo pol¨ªtico: la inocencia absoluta de la v¨ªctima en todo proceso de violencia como verdad antropol¨®gica fundacional y la correlativa mentira del proceso victimario que justifica el sacrificio de algunos para la pervivencia del resto.
?C¨®mo interpretar la praxis de resistencia de movimientos sociales, de g¨¦nero, de pueblos originarios y otros colectivos, en la l¨®gica del deseo mim¨¦tico?
La teor¨ªa mim¨¦tica lleg¨® r¨¢pidamente a Am¨¦rica Latina. Ya en 1989 el te¨®logo Hugo Assman organiz¨® en Brasil un coloquio de los te¨®logos de la liberaci¨®n con Ren¨¦ Girard, cuyo resultado fue publicado en Petr¨®polis en 1991. A ra¨ªz de este primer encuentro latinoamericano, varios de los disc¨ªpulos de Girard en Stanford, como el literato brasile?o Joao Cezar de Castro Rocha, el te¨®logo ingl¨¦s radicado en Brasil James Alison, o el fil¨®sofo colombiano Roberto Solarte, comenzaron a organizar coloquios interdisciplinarios en Sao Paulo, Bogot¨¢ y R¨ªo de Janeiro para debatir y profundizar los aportes de la teor¨ªa mim¨¦tica. Los temas fueron en sus inicios los propios de la cultura universitaria: la literatura latinoamericana como imitaci¨®n de la europea y la norteamericana, dejando en la sombra a muchos invisibilizados por ese sistema; o bien, el impacto de la rivalidad mim¨¦tica en la discriminaci¨®n sexual de las minor¨ªas o de los movimientos de violencia armada.
Me toc¨® participar en varios de estos encuentros, donde capt¨¦ la hondura y el alcance de la teor¨ªa mim¨¦tica para comprender las dif¨ªciles relaciones intersubjetivas entre personas y colectivos. Pero me hac¨ªa falta un v¨ªnculo m¨¢s claro con los procesos de liberaci¨®n de los pueblos latinoamericanos y sus resistencias culturales y anti-hegem¨®nicas, muchas de ellas recurriendo a la violencia armada y otras a la noviolencia activa. Por eso propuse a colegas de diversas universidades mexicanas y latinoamericanas conversar sobre estos desaf¨ªos pero desde el Sur, a partir de una pregunta b¨¢sica: ?c¨®mo interpretar la praxis de resistencia de movimientos sociales, de g¨¦nero, de pueblos originarios y otros colectivos, en la l¨®gica del deseo mim¨¦tico? Tres libros han surgido de estos encuentros en los ¨²ltimos cinco a?os, publicados por la Universidad Iberoamericana Ciudad de M¨¦xico y el Sistema Universitario Jesuita: ?Culturas shakesperianas? Teor¨ªa mim¨¦tica y Am¨¦rica Latina (Guadalajara, 2014) de Joao Cezar de Castro Rocha; Caminos de paz. Teor¨ªa mim¨¦tica y construcci¨®n social (M¨¦xico, 2015); y M¨ªmesis y alteridad. La interdividualidad colectiva latinoamericana (M¨¦xico, en proceso editorial) los dos ¨²ltimos coordinados por el autor de estas l¨ªneas.
La aportaci¨®n de Ren¨¦ Girard a la cultura contempor¨¢nea es crucial para comprender la espiral de violencia que vivimos en la aldea global, sea a escala micro en procesos intersubjetivos de pareja, familias o aldeas, o bien a escala macro en las redes de injusticia, impunidad y violencia sist¨¦mica del pa¨ªs, la regi¨®n y el mundo globalizado. Enfrentar la violencia requiere la comprensi¨®n del proceso victimario, la fuerza de las resiliencias y la potencia del perd¨®n como complejo y dif¨ªcil horizonte de libertad.
Girard es inc¨®modo para todo poder que se constituye a fuerza de la invisibilizaci¨®n social de muchos. Los poderes que justifican la violencia en aras del bien com¨²n son perversos y, dir¨ªa Girard, sat¨¢nicos.
Cuando los muros del odio caen se abren grietas de sobrevivencia
Un tren llamado deseo puede llevar a la humanidad al despe?adero o a nuevos valles de sobrevivencia. La humanidad se enfrenta hoy a un desaf¨ªo vital de sobrevivencia junto con el planeta entero: o ¡®seguir viviendo en la mentira de Sat¨¢n¡¯ que consiste en sacrificar inocentes para la supervivencia de algunos, o ¡®atreverse a una conversi¨®n¡¯ ¨¦tica, pol¨ªtica y espiritual para vivir la verdad del Mes¨ªas en la l¨®gica de la superaci¨®n del resentimiento.
Cuando los muros del odio caen se abren grietas de sobrevivencia. Tal es el legado de Ren¨¦ Girard y el urgente llamado a pensar la guerra global que vivimos en el incierto tiempo presente.
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