Una novela de la movida
'Biograf¨ªa autorizada¡¯ ofrece un recorrido por los ¨²ltimos 35 a?os del pop espa?ol
Est¨¢n ocurriendo cosas muy pintorescas con la memoria de la movida. Antes denostada por voces cavernarias, como el alcalde ?lvarez del Manzano, las objeciones vienen hoy desde la izquierda, incluyendo a gente que estuvo all¨ª (y se divert¨ªa, creo recordar).
En demag¨®gica pirueta, los renegados lo mismo te restriegan las estad¨ªsticas del paro en los 80, como si hubiera una relaci¨®n causa-efecto. Algunos la encajan en el paquete de acuerdos de la Transici¨®n, reduci¨¦ndola a graciosa concesi¨®n de los pol¨ªticos. Citan ufanos a Tierno Galv¨¢n y su ¡°?A colocarse y al loro!¡±, ignorando que la frase ¡ªde autor desconocido¡ª estaba destinada al p¨²blico heavy, donde el PSOE hab¨ªa detectado votantes potenciales.
Ese car¨¢cter radioactivo de la movida tal vez explique que haya escasa literatura al respecto. Mucha m¨²sica, algo de cine, bastantes documentales, abundantes estudios, algunos poemarios, pocas novelas. Est¨¢ Madrid ha muerto pero Luis Antonio de Villena considera ahora que la movida es t¨®xica: le he escuchado despreciar aquella ¨¦poca, alegando que entonces estaba con respetables ocupaciones (¡°me dedicaba a traducir a los cl¨¢sicos¡±). Puedo entender ese desapego pero echo de menos aportaciones m¨¢s eruditas o imaginativas.
As¨ª que se agradece la aparici¨®n de Biograf¨ªa autorizada (La Isla de Siltol¨¢), s¨¦ptima novela de Salvador Guti¨¦rrez Sol¨ªs. El argumento parte de la escena musical de C¨®rdoba, reflejando el impacto s¨ªsmico que tuvo la movida en toda Espa?a y evitando as¨ª la miop¨ªa de tantas cr¨®nicas madrile?as, que tienden a centrarse en el microuniverso de la pandilla de Paloma Chamorro. Salvador explica tanto el efecto contagio que provoc¨® Radio 3 como los mecanismos para darse a conocer, mediante una compa?¨ªa independiente que luego ser¨ªa reemplazada por una multinacional.
Conviene explicar el t¨ªtulo: Biograf¨ªa autorizada es el disco autobiogr¨¢fico que planea el protagonista, Carlos J., que no pasa por su mejor momento: m¨¢s all¨¢ de su miedo esc¨¦nico, sufre un bloqueo creativo. Le amenaza un acosador. Desconf¨ªa de su novia, de su c¨ªrculo ¨ªntimo, hasta de su psic¨®logo. Rechaza la millonaria oferta para una gira de reaparici¨®n de Almas Sin Konciencia, el grupo siniestroide con el que surgi¨® de C¨®rdoba para triunfar incluso en Latinoam¨¦rica y el Benelux.
Si ha pensado que eso suena a H¨¦roes del Silencio, felicitaciones: este libro es para usted. Carlos J. vive atormentado por sus paralelismos con los zaragozanos; su m¨¢xima obsesi¨®n parece ser Depeche Mode (en especial, el vocalista Dave Gahan). Sol¨ªs ha tenido la feliz idea de hacer que su criatura recorra como protagonista/espectador los 35 ¨²ltimos a?os del pop espa?ol y as¨ª sabemos de sus reacciones ante Los Planetas, Pereza o Lori Meyers.
La pregunta del mill¨®n: ?resulta cre¨ªble Carlos J.? Es notablemente m¨¢s ilustrado que la media de las estrellas de los 80: pocos ten¨ªan su meloman¨ªa y su curiosidad intelectual. Aunque s¨ª se parece al prototipo en un detalle clave: su ignorancia de la m¨²sica negra; no se interesa por los artistas que, de forma m¨¢s o menos secreta, inspiran a sus ¨ªdolos. Espero que no usen esa peculiaridad como garrote para atizar a la movida. ?C¨®mo? ?Que ya lo hacen? Bueno, s¨ª. Pero lo usan como argumentaci¨®n ideol¨®gica m¨¢s que reivindicaci¨®n est¨¦tica. Aparte de mala fe, incultura.
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