Jes¨²s de Polanco, guerras y venturas de un gran empresario
Mercedes Cabrera convierte la biograf¨ªa del editor en un gran fresco de las batallas en el mundo editorial y la comunicaci¨®n hasta las v¨ªsperas de la Gran Recesi¨®n
El 24 de marzo de 2007, pocos meses antes de su muerte, Jes¨²s de Polanco, presidente del grupo PRISA, evocaba en la junta de accionistas el oto?o de 1977, cuando empez¨® ¡ªseg¨²n dijo¡ª ¡°una guerra civil dentro del accionariado de El Pa¨ªs para apoderarse de El Pa¨ªs¡±, un diario nacido de una especie de coalici¨®n entre orteguianos, mon¨¢rquicos y fraguistas. Fue una guerra larga, que solo termin¨® cinco a?os despu¨¦s, cuando Polanco ¡°tom¨® la presidencia y qued¨® ya todo consolidado¡±, con una estructura interna y una solvencia econ¨®mica capaz de resistir nuevos ataques y emprender otras batallas.
Tal vez nadie mejor equipada para dar cuenta de aquella guerra, y de todas las que siguieron, que Mercedes Cabrera, que tiene en su haber, aparte de varios estudios sobre patronales, dos excelentes biograf¨ªas de empresarios: la de Nicol¨¢s Mar¨ªa Urgoiti, fundador de El Sol, y la de Juan March, a quien Camb¨® llam¨® ¨²ltimo pirata del Mediterr¨¢neo. Con este bagaje, Cabrera ha afrontado el desaf¨ªo de narrar, con la cercana distancia propia de la mejor historia, la vida como capit¨¢n de empresa de Jes¨²s de Polanco, protagonista de algunas de las turbulencias que tuvieron su origen en la patol¨®gica relaci¨®n entre pol¨ªticos y periodistas, con jueces y empresarios al fondo, establecida en los a?os de transici¨®n a la democracia.
La autora se atreve a narrar la vida del protagonista de turbulencias con origen en la relaci¨®n patol¨®gica entre pol¨ªticos y periodistas
Y es que no hay en la biograf¨ªa empresarial de Polanco, desde sus inicios como fundador, junto a Francisco P¨¦rez Gonz¨¢lez, de la editorial Santillana, ning¨²n periodo en el que las aguas no bajaran turbulentas. A las primeras escaramuzas entre accionistas de PRISA, que Cabrera documenta con un detallado an¨¢lisis de las actas de los consejos de administraci¨®n, sigui¨® la guerra abierta por el control de la empresa, con Garc¨ªa Trevijano comprando bajo cuerda un buen lote de acciones que le sirviera de trampol¨ªn para poner el peri¨®dico bajo control de los mon¨¢rquicos de Jos¨¦ Mar¨ªa de Areil?za. Luego, cuando el ¨¦xito de lectores y el volumen de dividendos mostr¨® la perdurable fortaleza del pacto de Sacha entre el periodista Juan Luis Cebri¨¢n y el empresario Jes¨²s de Polanco, los ataques vendr¨ªan de fuera, con el sambenito de ¡°diario gubernamental¡± cargado sobre la espaldas de El Pa¨ªs desde el Abc de los Anson y sus denigratorias leyendas a pie de foto.
Ninguno de estos enfrentamientos internos o ataques externos es suficiente para que Mercedes Cabrera pierda el norte ni el tono de su relato. Tampoco los perder¨¢ cuando las primeras batallas dejen paso a la aut¨¦ntica persecuci¨®n desencadenada por los populares cuando logran horadar el techo fijado por Fraga y alcancen el Gobierno. Porque PRISA no ser¨¢ solo El Pa¨ªs, ni Polanco se limitar¨¢ a ser el consejero delegado y luego presidente de una empresa editora de un peri¨®dico. Cuando va mediada la historia y El Pa¨ªs se ha consolidado como primer diario en lengua espa?ola, PRISA se transforma en un holding de empresas que quiere abarcarlo todo: desde la edici¨®n de libros, con la incorporaci¨®n de Santillana y la compra de varios sellos editoriales, hasta la radio, con la SER, y la televisi¨®n de pago, con Sogecable, sin olvidar las librer¨ªas Crisol.
Su larga experiencia como historiadora de empresas y empresarios sirve a Cabrera para moverse con soltura por el complejo mundo de las finanzas y mercados de la comunicaci¨®n
Y en este punto es donde su larga experiencia como historiadora de empresas y empresarios sirve a Cabrera para moverse con soltura por el complejo mundo de las finanzas y mercados de la comunicaci¨®n y conducir a sus lectores por sus intrincados laberintos: compra de empresas, fusiones, envidias y rencores, luchas por el reparto del pastel del f¨²tbol, acciones que suben y bajan, balances y una deuda en continuo crecimiento. Desde el Gobierno del PP se decide que es menester no ya detener esa carrera, sino liquidar al primero de los competidores. Una de las p¨¢ginas m¨¢s oprobiosas de la enfermiza relaci¨®n entre Gobiernos y medios de comunicaci¨®n ser¨¢ el intento de Jos¨¦ M. Aznar y de Pedro J. Ram¨ªrez, tras el pacto de Nochevieja de 1996, de fabricar su propio conglomerado multimedia metiendo en la c¨¢rcel ¡ªcon la ayuda del juez G¨®mez de Lia?o, luego condenado por prevaricaci¨®n continuada¡ª a Cebri¨¢n y Polanco, los dos responsables del ¨¦xito de PRISA.
Fracasaron, y aqu¨ª se cuentan muy bien no solo los motivos, sino lo que cada cual dijo o c¨®mo actu¨® en aquella perversa circunstancia. Es ahora el Polanco endurecido por la resistencia el que, despu¨¦s de aguantar y ganar la m¨¢s dura batalla, se lanza a la conquista de los nuevos territorios abiertos por la revoluci¨®n digital, un empe?o que solo la enfermedad y la muerte podr¨¢n truncar. Su biograf¨ªa como empresario, desde los primeros pasos de Santillana por tierras de Am¨¦rica hasta la expansi¨®n de PRISA por el ciberespacio, se convierte en un gran fresco de las batallas que han punteado la transformaci¨®n experimentada por el mundo de la edici¨®n, la comunicaci¨®n y el entretenimiento desde los planes de desarrollo hasta las v¨ªsperas de la Gran Recesi¨®n. Quiz¨¢ Mercedes Cabrera se sienta alg¨²n d¨ªa con ¨¢nimo de contarnos qu¨¦ ocurri¨® con todo este legado despu¨¦s del muy sentido adi¨®s a Jes¨²s de Polanco que cierra esta larga historia.
Jes¨²s de Polanco (1929-2007). Capit¨¢n de empresas. Mercedes Cabrera. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2015. 480 p¨¢ginas. 24 euros
Un hombre de acci¨®n
La novedad de Santillana
"La gran novedad de Santillana fue prescindir de los textos de autor. Pancho [Francisco P¨¦rez Gonz¨¢lez] hab¨ªa salido 'escaldado' de algunas experiencias de libros de encargo porque los autores incumpl¨ªan sus compromisos, y en el caso de los libros escolares, los plazos eran obligados porque los marcaba el inicio del curso. As¨ª que Emiliano Mart¨ªnez se dedic¨® a poner en pie equipos propios de la editorial, encargados de dise?ar y dar contenido a los libros de primaria. (¡). Los libros de Santillana eran innovadores desde todos los puntos de vista. Muchos pensaron que la editorial se estrellar¨ªa, porque los libros no eran de autores conocidos en el mundo de la ense?anza y no contaba con comerciales expertos. Pero Jes¨²s de Polanco puso al frente de esta actividad a Eduardo Cortes, hermano de Juan Antonio, socio y directivo suyo en Santillana. (¡). En poco tiempo organiz¨® una peque?a red de representantes, que con esos libros en las manos comenzaron a visitar centros escolares, hablaban con maestros y profesores para conocer sus necesidades y les explicaban las peculiaridades de los libros, estableci¨¦ndose as¨ª una red de centros y de visitantes. Gracias a ello, la colecci¨®n para primaria 'El ¨¢rbol alegre' fue un ¨¦xito no s¨®lo en colegios de alto nivel, en las ciudades, sino en muchas escuelas de barriadas populares y zonas poco desarrolladas".
El intento de golpe de Estado del 23-F
"Corri¨® el rumor de que una columna de blindados avanzaba sobre la sede de EL PA?S, y eso pudo motivar que se cerraran las puertas. Muchos miembros de la redacci¨®n, empleados y trabajadores estaban ya dentro. Se discuti¨® acaloradamente qu¨¦ hacer, y Cebri¨¢n defendi¨® la necesidad de sacar una edici¨®n especial con urgencia. Todos estaban en contra del golpe pero hubo quien temi¨® que sacar el peri¨®dico a la calle supusiera un riesgo sin retorno para EL PA?S, para sus directivos y para sus empleados. Incluso a?os m¨¢s tarde, enfangado el peri¨®dico en nuevas guerras, hubo quien dijo que el propio Polanco hab¨ªa estado en contra de la decisi¨®n. Se improvis¨® un n¨²mero extraordinario de 16 p¨¢ginas [...] Se consigui¨® que aquella primera edici¨®n entrara en el Congreso, y seg¨²n qued¨® grabado en el anecdotario de EL PA?S, quienes all¨ª dentro pudieron ver un ejemplar lo tomaron como demostraci¨®n de que el golpe hab¨ªa fracasado".
La relaci¨®n con el PSOE (y una demanda)
"El Pa¨ªs apoy¨® muchos de los cambios anunciados e introducidos por los Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez, pero manifest¨® sus discrepancias a los dos a?os del comienzo de la era socialista, en el primer debate sobre el estado de la naci¨®n, y tambi¨¦n al hacerse balance de la primera legislatura. Critic¨® especialmente su pol¨ªtica de orden p¨²blico, de seguridad y garant¨ªa de libertades, incluida la de expresi¨®n, centrando sus ataques en el Ministerio del Interior. La llamada ley 'antiterrorista' del ministro Jos¨¦ Barrionuevo fue tachada por El Pa¨ªs de anticonstitucional, y los comentarios llegaron a tal extremo que el ministro present¨® una demanda civil contra PRISA y contra Juan Luis Cebri¨¢n por difamaci¨®n y da?o al honor en las informaciones sobre el asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard en Bilbao".
De Radio El Pa¨ªs a la SER
"Radio El Pa¨ªs inici¨® su andadura en junio de 1983. Con mucha prudencia, seg¨²n advirti¨® Polanco, porque hab¨ªa que aprender qu¨¦ era el mundo de la radio. Apenas unos meses m¨¢s tarde, el todav¨ªa consejero delegado de PRISA confesaba que, seg¨²n los primeros sondeos de audiencia, Radio El Pa¨ªs iba 'tropezando'. En diciembre se solicit¨® un cambio de frecuencia, para evitar las interferencias con las emisiones de Radio Nacional desde Torre Espa?a. Se hizo un plan de rentabilidad y se redujeron gastos para adecuarse a una audiencia que apenas superaba los 60.000 oyentes. No iba a pasar de ah¨ª f¨¢cilmente. Para entonces, Polanco hab¨ªa llegado a la conclusi¨®n de que la manera de entrar con fuerza en el medio radiof¨®nico era hacerse con el control de alguna de las grandes cadenas ya establecidas. De ah¨ª vino la compra de acciones de la SER".
Conservador y dem¨®crata
"Jes¨²s de Polanco nunca se tuvo por una persona de izquierdas, sino por alguien conservador o incluso 'de derechas', eso s¨ª, dem¨®crata y defensor de la apuesta por la modernizaci¨®n y europeizaci¨®n de Espa?a. Hab¨ªa tenido buenas relaciones con muchos pol¨ªticos de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), incluso con Adolfo Su¨¢rez, y hab¨ªa conocido a Felipe Gonz¨¢lez muy pronto. Hab¨ªan almorzado y cenado juntos en bastantes ocasiones, pero no eran amigos entonces. Lo fueron m¨¢s tarde, cuando el l¨ªder socialista abandon¨® el Gobierno".
(Fragmentos de la biograf¨ªa de Jes¨²s de Polanco escrita por Mercedes Cabrera)
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