Depredadores y presas como protagonistas
Sir David Attenborough pone voz a la serie documental de la BBC ¡®La caza¡¯, que emite Canal +
Desde la h¨¢bil estrategia de una manada de orcas para cercar a su presa, hasta los 25 metros de trampa de seda que puede llegar a escupir una min¨²scula ara?a negra, pasando por la versatilidad de la hembra de leopardo a la hora de buscar el alimento de sus cr¨ªas, el mundo de los predadores es el protagonista de La caza, una nueva entrega de las series ya legendarias de la BBC consagradas a la naturaleza y cuya primera entrega estrena Canal + este mi¨¦rcoles (22.30).
¡°Lo m¨¢s interesante es que a pesar de su t¨ªtulo, La caza, los animales fallan en much¨ªsimas m¨¢s ocasiones que en las que consiguen matar¡±, subraya en una entrevista con EL PA?S el veterano naturista David Attenborough, narrador del programa que adopta un formato casi de suspense en su relato de las t¨¦cnicas desplegadas por las especies de cazadores en diversos h¨¢bitats.
La secuencia del leopardo que, a una velocidad de 40 millas por hora, atrapa a un impala en apenas seis segundos y lo arrastra hacia un hoyo acaba con un desenlace inesperado cuando el ant¨ªlope emerge sorprendentemente del socav¨®n y consigue huir. Este felino s¨®lo sale victorioso en una de cada seis intentonas como media, nos cuenta la voz en off de sir David, buscando quiz¨¢ que la audiencia se identifique con la frustraci¨®n del predador tras un largo e improductivo acecho. ¡°Es cierto que cuando se trata de una filmaci¨®n de la caza la gente tiende a ponerse del lado de esas adorables criaturas a las que van a matar¡±, asiente Attenborough, ¡°pero no hay que mirar ese drama de modo personificado, porque no se trata de una historia de buenos y malos, sino de las dos caras de la supervivencia¡±.
El mismo equipo responsable de la exitosa serie Planeta Tierra ha desplegado sus c¨¢maras en entornos tan dispares como la planicie africana, las selvas tupidas de vegetaci¨®n o los hielos del ?rtico para filmar, entre otras espectaculares escenas, el agotador trabajo en equipo de los perros salvajes en su persecuci¨®n del ?u, la paciencia del cocodrilo que ¡ªun a?o despu¨¦s de su ¨²ltima caza¡ª embauca a una manada de ant¨ªlopes, el ¡°juego del escondite¡± de los camaleones para enredar a sus presas o c¨®mo las orcas se coordinan para acorralar a una ballena y acabar separ¨¢ndola de su cr¨ªa, el objeto codiciado. "El momento en que se consuma la caza no es el que m¨¢s nos interesa, porque ah¨ª se acaba la historia, sino las estrategias que desarrollan tanto los predadores como de sus presas en ese pulso apasionante", explica el productor de la serie Alastair Fothergill, sobre los siete cap¨ªtulos de una serie en la que habr¨¢ poco gore y escenas sangrientas "porque ni es lo que persegu¨ªamos ni tampoco le gustar¨ªa a una parte de la audiencia".
El gran reto, resume Fothergill, ha sido filmar en situaciones extremas (como esos hielos ¨¢rticos donde el oso utiliza los agujeros para acechar a la foca), capturar im¨¢genes in¨¦ditas que tienen uno de sus momentos estelares en la nutria sudamericana cazando entre las grietas de las rocas submarinas, y conseguir al mismo tiempo ¡°un programa de entretenimiento televisivo, con emoci¨®n, tensi¨®n e incluso humor¡±. Y para esto ¨²ltimo la BBC ha vuelto a contar con la voz autorizada de David Attenborough, uno de los grandes divulgadores cient¨ªficos de nuestro tiempo que, a sus 89 a?os, asume en esta ocasi¨®n ¡°la ¨²nica responsabilidad de las palabras¡± en su condici¨®n de coguionista. Sir David conf¨ªa en que la fuerza de su narraci¨®n con aires de thriller, aunque sobre todo la de las im¨¢genes ¡°que siempre son m¨¢s poderosas¡±, consiga fascinar de nuevo a la audiencia por ¡°el modo en que esos dos oponentes, el predador y su presa, juegan el juego en el mundo natural¡±.
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