Rossy de Palma: ¡°El arte me salv¨® de m¨ª misma¡±
La actriz se estrena en el Teatro Espa?ol con ¡®Resilienza d¡¯Amore¡¯, un recital po¨¦tico de tintes surrealistas
Cuando sobre la tabla de madera, Rossy de Palma corta de un tajo una de las cebollas -ha elegido una roja-, no lo hace para conseguir l¨¢grimas, sino para provocar una reflexi¨®n visual sobre la vida, sobre su vida. Es la met¨¢fora de la cebolla, esas capas que uno va encontrando en su interior para luego descubrir que hay m¨¢s de lo mismo, explica. Ya de ni?a, desguazaba juguetes y vaciaba mu?ecas para ver qu¨¦ hab¨ªa en su interior. ¡°Nunca encontr¨¦ ning¨²n tesoro, ninguna respuesta¡±, confiesa la actriz ante el estreno en el Teatro Espa?ol, de Madrid, del recital Resilienza d¡¯Amore, creado por ella misma en coproducci¨®n con el Piccolo de Mil¨¢n. Una performance ¨C¡°que nadie espere encontrar una dramaturgia teatral con presentaci¨®n, nudo y desenlace¡±- un collage de poes¨ªa visual de tintes surrealistas y dada¨ªstas. ¡°Yo soy una criatura primigeniamente dada¨ªsta, aunque luego me he ido nutriendo de otras cosas¡±, dice la artista y una de las musas del universo de Pedro Almod¨®var. De ese encuentro con la cebolla, con las capas que protegen y esconden el n¨²cleo central, naci¨® Resilienza d¡¯Amore, que se representar¨¢ del jueves 10 al domingo 13 y que, durante las seis noches que se realiz¨® en el legendario teatro de Mil¨¢n, el pasado mes de marzo, obtuvo lleno absoluto.
Adem¨¢s de dada¨ªsta, Rossy de Palma dice de s¨ª misma que es ¡°m¨²ltiple y compleja¡±, que es inculta porque no ha estudiado lo que a ella le hubiera gustado y, por tanto, autodidacta. Pero lo que est¨¢ claro es que esta actriz, de f¨ªsico casi picassiano nacida en Mallorca en 1964, ha sabido como nadie picar de muchas flores y aspirar aromas variados. ¡°Tengo buen perfume, aunque a veces te falta el azmilcle para ser perfecto¡±. Todo ese universo vital y sugerente lo ha trasladado al mon¨®logo Resilienza d¡¯Amore, una cadena lit¨²rgica y ritual de eslabones creado desde el inconsciente. ¡°Soy muy racional en la vida diaria, pero en el plano art¨ªstico busco la inconsciencia. Si tuviera que premeditar un trabajo art¨ªstico me considerar¨ªa una impostora. Cuando consigo conectar con la inspiraci¨®n es cuando me vac¨ªo de mi misma para as¨ª alejarme del ego y la vanidad¡±. Apenas una semana antes del estreno en Mil¨¢n, se encerr¨® en el escenario del Teatre de Salt, en Girona, para crear este espect¨¢culo centrado en c¨®mo el arte ayuda a reciclar el material traum¨¢tico. Es la sensaci¨®n que Rossy de Palma quiere compartir con los espectadores. ¡°Soy la primera en reconocer que si no hubiera sido artista no me hubiera salvado, el arte me ha salvado de m¨ª misma, de la pena, de la melancol¨ªa. Es un grito por el arte y la cultura, de c¨®mo nos ayuda a comprender la naturaleza humana, el amor, el desamor, la soledad¡ Todos esos ingredientes est¨¢n en Resilienza d¡¯Amore¡±.
Bien se acuerda ahora Rossy de Palma de cuando el teatro le salv¨® del desastre. Fue en el a?o 1996 cuando Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, hoy director art¨ªstico del Espa?ol, le llam¨® para trabajar en Pelo de tormenta. ¡°Viv¨ªa entonces una ¨¦poca muy salvaje, peligrosilla, dada a la noche. Necesitaba ordenar mi vida y por eso me lanc¨¦ a la disciplina de teatro. Mi parte m¨¢s sabia y sensata me cogi¨® del hombro y me oblig¨® a hacer teatro¡±. Ahora, toda la energ¨ªa salvaje que sigue desprendiendo la actriz la traslada a Resilienza d¡¯Amore, un espect¨¢culo con escenograf¨ªa muy sencilla, una silla y una mesa, en el que el rico vestuario, -¡°muchas piezas creadas por m¨ª y otras prestadas de amigos estilistas¡±-, la luz y la m¨²sica ir¨¢n ordenando este ritual. Hay piezas de m¨²sica de Javier S¨¢bata y de Alberto Iglesias, el compositor ligado al cine de Almod¨®var. ¡°Alberto me ha prestado dos piezas bell¨ªsimas. Una de ellas me ha inspirado un poema muy hermoso¡±, dice orgullosa Rossy de Palma.
Antes se daba mucha prisa por decapar la vida hasta que se dio cuenta que la rapidez no le deparaba nada positivo. ¡°Me encontr¨¦ con muchas cebollas vac¨ªas. No hay que correr tanto. Es como en la Iliada, en la que Ulises ard¨ªa en deseos de llegar a ?taca y luego se encontr¨® con una isla de lo m¨¢s corriente. No hay que apresurarse mucho. La vida es el viaje, como los anillos conc¨¦ntricos de la cebolla¡±.
Babelia
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