Escritores en todas las salsas

Aquel viejo dicho espa?ol que afirma que a las siete de la tarde en Madrid o das una conferencia o te la dan, toma forma a diario en Guadalajara mientras dura la feria del libro. El programa del jueves, por ejemplo, anunciaba 78 presentaciones entre las diez de la ma?ana y las nueve de la noche, a raz¨®n de 50 estrictos minutos por cabeza, ya se tratara de la biograf¨ªa ¡°pol¨ªtica¡± de Carlos Slim, el mexicano m¨¢s rico del mundo, publicada por Diego Osorno en Debate o del nuevo libro del ¨²ltimo premio Cervantes, Fernando del Paso: Amo y se?or de mis palabras (Tusquets).

Para hacerse una idea del traj¨ªn que despliega cada ma?ana la FIL habr¨ªa que a?adirle, tirando por lo bajo, las programaciones especiales de Brasil, Chile y el Reino Unido (este como pa¨ªs invitado), un concurso de videorrese?as, el encuentro nacional de booktubers, un foro sobre f¨²tbol y letras, otro sobre cultura y ciencia, la entrega del premio de literaturas ind¨ªgenas a Jos¨ªas L¨®pez G¨®mez y una lectura de poemas del chileno Ra¨²l Zurita.

Es imposible ir a todo (de leer ya ni hablamos), aunque algunos lo intentan. Presentando sus libros o haci¨¦ndolos presentar. Este a?o el campeonato mundial de ubicuidad indoor tiene entre sus m¨¢s brillantes atletas a Juan Villoro, Jorge Volpi, Juli¨¢n Herbert y Jorge F. Hern¨¢ndez. Y, como ganador del premio FIL, Enrique Vila-Matas, que si alguna vez quiso desaparecer, como sus personajes, eligi¨® el lugar menos apropiado.

Pero ni siquiera ellos consiguen estar en todas las salsas. El ¨²nico sitio donde lo sucesivo se vuelve simult¨¢neo no es otro que el Veracruz, una sala de baile con un lema a la altura del tama?o de todo: ¡°Salseando con las letras en la pista m¨¢s grande de Guadalajara¡±. Tan cl¨¢sico como la serie de encuentros ¡°Mil j¨®venes con¡­ un escritor¡±, el Veracruz pone cada a?o a bailar y a beber a los ilustres visitantes de la feria, sean j¨®venes como Guadalupe Nettel o menos j¨®venes como Sergio Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez. Este a?o, los 12 m¨²sicos de la ¡°orquesta indestructible¡± Sangre Nueva tronaron como tormenta tropical en un local adornado con los colores de la bandera brit¨¢nica. Antes de mandarlos a la cama y de devolverlos a la solitaria, dicen, condici¨®n de escritor (de editor, distribuidor o azafata), el vocalista despidi¨® a los presentes dedicando canciones por editoriales como en la radio f¨®rmula. Finalmente, anunci¨® que la ¨²ltima ser¨ªa ¡°desgarradora¡±. Y lo fue. Tambi¨¦n anunci¨® que el a?o que viene tendr¨¢n ya nuevo disco. El marketing no conoce fronteras. El resto es literatura.