¡°M¨¦xico se ha convertido en una zona de profunda inestabilidad¡±

La vida de Antonio Ortu?o (Zapopan, 1976) est¨¢ marcada por dos momentos en la historia: el exilio republicano en M¨¦xico y la guerra contra el narcotr¨¢fico en la ciudad de Guadalajara. El escritor mexicano ha captado estas dos historias, lejanas en el tiempo, en su nueva novela M¨¦jico (Oc¨¦ano, 2015). Ortu?o escribe por un lado las aventuras de los espa?oles exiliados tras la Guerra Civil y al mismo tiempo sit¨²a en el presente la vida de uno de sus descendientes en la realidad violenta de M¨¦xico.

Ortu?o reconoce que esta novela trata un poco de ¨¦l o de las situaciones que han marcado su existencia, aunque ninguno de sus personajes sean reales. Su familia materna huy¨® de Espa?a en la posguerra y se refugi¨® en la occidental ciudad de Guadalajara. Durante su ni?ez, el autor aliment¨® su percepci¨®n de la Guerra Civil espa?ola con las historias de su madre y sus abuelos. Al mismo tiempo vio c¨®mo su ciudad (Guadalajara) pasaba por un proceso de desintegraci¨®n con el auge del narcotr¨¢fico.

En M¨¦xico estamos viendo un escenario que parece tener mucho que ver con una guerra" Antonio Ortu?o, escritor

¡°Lo terminas relacionando, no porque se parezcan los dos momentos hist¨®ricos sino porque est¨¢ la constante de la crisis y del peligro. Adem¨¢s me parece que no podr¨ªa haber contado esa historia que siempre quise contar, relacionada con el mundo de mis abuelos, sin explicar lo que pasa en M¨¦xico en la actualidad: la impunidad y el deterioro absoluto de la vida p¨²blica¡±, comenta en entrevista durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

La ciudad sede de la FIL ha visto en lo ¨²ltimo a?os el incremento de los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado, a pesar de ser una de las ciudades m¨¢s pobladas del pa¨ªs. ¡°Jam¨¢s pens¨¦ ver un autob¨²s ardiendo o tiroteos¡±, se?ala Ortu?o. Las manifestaciones del narcotr¨¢fico en su ciudad, explica el autor, han sido impactantes de tal forma que para ¨¦l han sido imposibles de ignorar en sus textos.

¡°En los a?os recientes M¨¦xico se ha convertido tambi¨¦n en una zona de profunda inestabilidad, de violencia y ahora somos nosotros los que contamos las historias del amigo y del conocido al que levantaron o que desapareci¨®, la balacera que vimos, el colgado en el puente. No estamos viviendo una guerra concentrada y abierta como fue la Guerra Civil que le toc¨® a mi familia, pero estamos viendo un escenario que parece tener mucho que ver con una guerra¡±, apunta.

El reto de Ortu?o en esta novela, que le tom¨® ocho a?os, fue narrar las historia en el lenguaje apropiado. Descart¨® el espa?ol neutro y se arriesg¨® a poner en relieve el espa?ol m¨¢s callejero del M¨¦xico actual, pero tambi¨¦n a situar buena parte de la novela en la Espa?a de la d¨¦cada de los a?os 30. ¡°Lo que hice fue construir un lenguaje que reflejaba en realidad mi apetito por recuperar frases, palabras, expresiones, incluso fragmentos de canciones de ese mundito perdido, de esa Espa?a de mis abuelos¡±, explica.