¡°El mundo de la cultura ha perdido la capacidad de di¨¢logo¡±
El escritor y m¨²sico Sergio Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez es homenajeado en la FIL por su relevancia en el mundo cultural mexicano
A principios de los setenta, cuatro hermanos mexicanos montaron una banda de rock. Quer¨ªan sonar como Black Sabbath o Led Zeppelin, pero cantando en espa?ol. Estuvieron muy cerca de dar el salto a una multinacional estadounidense. El trato era que dulcificaran sus guitarras, que cantaran baladas al gusto de esa entelequia del mercado discogr¨¢fico llamada m¨²sica latina. Los cuatro hermanos dijeron no y siguieron tocando alto y r¨¢pido. Tan alto que al bajista el m¨¦dico le avis¨® de que si segu¨ªa con el rock and roll se quedar¨ªa sordo.
¡°Tuve que dejarlo. La vida me abri¨® otros caminos y en gran medida por eso estoy aqu¨ª¡±, dice el escritor y periodista Sergio Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez (M¨¦xico DF, 1950) sentado en una de las terrazas de la FIL de Guadalajara, la mayor feria editorial en espa?ol, que este domingo le concedi¨® el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Ben¨ªtez. Aparcada la m¨²sica, se centr¨® en las letras al terminar su carrera de Humanidades al filo de los ochenta. Heredero de una de las generaciones m¨¢s brillantes de intelectuales mexicanos, empez¨® escribiendo en publicaciones estrictamente culturales, para ir ensanchando su trabajo hacia una concepci¨®n m¨¢s integral de la cultura ¨Ceconom¨ªa, filosof¨ªa pol¨ªtica, estudios sobre la violencia¨C desde la que dar cuenta de la realidad de su pa¨ªs. Con 20 libros, un ramillete de premios ¨CCampo de Guerra, logr¨® el Anagrama de Ensayo 2014-- y su presencia en los medios, Gonz¨¢lez se ha convertido en uno de los faros para no perderse dentro de M¨¦xico.
¡°Es un honor recibir este premio porque Fernando Ben¨ªtez, el padre de los suplementos culturales mexicanos, es uno de mis maestros¡±, explica. El editor de la seminal M¨¦xico en la Cultura, Carlos Monsiv¨¢is o Jaime Garc¨ªa Terr¨¦s, ex director del buque insignia editorial mexicano, Fondo de Cultura Econ¨®mica, fueron algunos de su mentores. ¡°El mundo de la cultura ha cambiado mucho. Ahora predomina la espectacularidad de la imagen. Se ha perdido la vocaci¨®n de la convivencialidad, esa capacidad de escuchar y dialogar con otras disciplinas¡±. Su trabajo ¨Cerudito, exhaustivo y con una querencia barroca en lo formal¨C bebe de esos cl¨¢sicos modernos.
En su ¨²ltimo libro, Los 43 de Iguala,?vuelve a indagar en las causas y los procesos que hacen posible la violencia en M¨¦xico
Gonz¨¢lez mira hacia a los a?os setenta como la era prodigiosa. ¡°Para M¨¦xico, fueron como los sesenta para los estadounidenses o los europeos. Los j¨®venes tomaron un protagonismo in¨¦dito. Pienso en Pacheco, Agust¨ªn, Del Paso. A la vez, recibimos a muchos artistas latinoamericanos que hu¨ªan de sus dictaduras, como Bola?o, que vino en esa ¨¦poca. No volvi¨® m¨¢s, pero en su literatura M¨¦xico est¨¢ muy presente como un pa¨ªs imaginado¡±. ?l mismo aparece ficcionado como uno de los personajes de 2666 ¨Cla novela del escritor chileno atravesada por los feminicidios de Ciudad Ju¨¢rez¨C despu¨¦s de que Bola?o acudiera a ¨¦l para documentarse del tema.
Su ensayo Huesos del Desierto es un extenso y minucioso tratado sobre la matanza de mujeres en el norte de M¨¦xico. Durante la investigaci¨®n, fue brutalmente atacado por un grupo de sicarios en el DF. Los golpes le causaron un coagulo en la cabeza y una visible cojera. ¡°El l¨ªmite del miedo es la supervivencia. Lo importante es seguir investigando y contar la historia. Si te matan, no cuentas la historia¡±.
En su ¨²ltimo libro, Los 43 de Iguala, vuelve a indagar en las causas y los procesos que hacen posible la violencia en M¨¦xico. Gonz¨¢lez eleva el foco para analizar la desaparici¨®n de los estudiantes el a?o pasado en uno de los estados m¨¢s pobres del pa¨ªs y con mayor implantaci¨®n del narcotr¨¢fico. Sit¨²a el suceso en la l¨®gica del ¡°poder y el contrapoder del orden global¡±. Reparte ¨Csin equidistancia¨C responsabilidades a EE UU, a los dirigentes pol¨ªticos de los muchachos y al fr¨¢gil Estado de derecho mexicano, al que etiqueta como alegal. ¡°Se habla de Estado fallido, de Estado joven. En realidad es un Estado que simula el respeto a la ley y que funciona de acuerdo a sus disfuncionalidades. Con ¨ªndices de impunidad por encima del 90% y territorios enteros del pa¨ªs dominados por el crimen organizado, no podemos hablar de un Estado de derecho¡±.
Durante las entrevista, algunas preguntas se pierden bajo la sombrilla de la terraza. Gonz¨¢lez tiene dos aud¨ªfonos en los o¨ªdos y necesita el contacto visual para recibir las palabras. Hace dos a?os muri¨® su hermano Juan, cantante del grupo que fundaron juntos hace 40 a?os. Como homenaje a su hermano, ha decidi¨® volver a tocar y saltarse el aviso de su m¨¦dico. ¡°Ya me da igual. Es rock and roll¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.