Internet, profec¨ªa y desencanto
La Red forma parte ineludible de la vida cotidiana, de la gesti¨®n de negocios, gobiernos, y de las relaciones entre los seres humanos
La Red. Los or¨ªgenes de la World Wide Web se remontan a 1969, cuando la Guerra Fr¨ªa produjo la necesidad de intercomunicar las bases militares norteamericanas por si a los rusos se les ocurriera atacar. La hip¨®tesis nunca se cumpli¨® y el desarrollo pas¨® a ser utilizado por universidades para proyectos de investigaci¨®n acad¨¦mica. Aquel emprendimiento que originalmente contaba con cuatro ordenadores, para 1990, dispon¨ªa de m¨¢s de cien mil. Es el medio de comunicaci¨®n de crecimiento m¨¢s r¨¢pido en la historia de la humanidad. La Red forma parte ineludible de la vida cotidiana, de la gesti¨®n de negocios, gobiernos, y de las relaciones entre los seres humanos. Las personas nacidas en las ¨²ltimas d¨¦cadas son consideradas ¡°nativos digitales¡± y la falta de conocimientos para manejar ordenadores y sus aplicaciones de comunicaci¨®n es hoy una forma de analfabetismo. Sin embargo hace no muchos a?os pocas personas pudieron profetizar la fenomenal expansi¨®n de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n.
2001. Arthur Clarke, autor de Odisea en el Espacio, novela llevada al cine que modific¨® el concepto de ciencia ficci¨®n para siempre, pero no lo hizo apoy¨¢ndose en la tecnolog¨ªa de los viajes espaciales, sino en la relaci¨®n del hombre con el ordenador. Mucho antes de ello, en 1974, cuando la Red era un emprendimiento conocido por muy pocos, Clarke profetiz¨® el modo en que nos relacionar¨ªamos por medio de ordenadores, dijo: ¡°La gran diferencia, llegado el 2001 es que se tendr¨¢ en casa una consola con la que se podr¨¢ hablar con un ordenador principal y obtener toda la informaci¨®n necesaria para la vida cotidiana: extractos bancarios, reservas para el cine o el restaurante. Toda esa informaci¨®n podr¨¢ verse en una pantalla similar a la del televisor y se dispondr¨¢ de un teclado para interactuar con otros ordenadores y obtener toda la informaci¨®n que se precise. Ser¨¢ tan natural como lo es el tel¨¦fono ahora.¡±
Optimismo. En la d¨¦cada del 50 se cre¨ªa que la ciencia y la tecnolog¨ªa resolver¨ªan todos los problemas. Quienes hayan vivido aquellos tiempos recordar¨¢n los documentales que pregonaban que gracias a las usinas at¨®micas dispondr¨ªamos energ¨ªa barata para todos, que los avances en medicina determinar¨ªan la desaparici¨®n de las enfermedades, que se trabajar¨ªa unas pocas horas a la semana y que el ocio ocupar¨ªa la mayor parte de la vida de los humanos; la felicidad al alcance de un bot¨®n o, como se dice actualmente, ¡°a un click de distancia¡±. Un firme militante de estas filas fue Isaac Asimov, autor prol¨ªfico que ha publicado m¨¢s de 400 t¨ªtulos con su firma entre ficci¨®n, no-ficci¨®n, divulgaci¨®n cient¨ªfica y otros rubros. En una entrevista de 1980 sostuvo que ¡°A trav¨¦s de las m¨¢quinas, por primera vez, seremos capaces de tener una relaci¨®n 'uno a uno' entre la fuente de informaci¨®n y el consumidor. Como en todas las cosas el n¨²mero de profesores es mucho mayor que el n¨²mero de buenos profesores. Por lo tanto, tenemos una relaci¨®n 'uno a uno' para unos pocos, o tenemos una relaci¨®n de 'uno a muchos' para una mayor¨ªa (el actual sistema educativo). Ahora hay una posibilidad de una relaci¨®n 'uno a uno' para muchos. Todo el mundo puede tener un maestro y acceso a los conocimientos acumulados de la humanidad.¡±
El Patr¨®n. Marshall MacLuhan es considerado como ¡°profeta de internet¡±. En 1993, la revista estadounidense Wired lo nombr¨® su ¡°patr¨®n¡±. La biograf¨ªa de Douglas Coupland retrata al profesor como precursor del funcionamiento actual de la red de redes. No le faltan m¨¦ritos al acad¨¦mico canadiense para la distinci¨®n. En su obra La Galaxia Gutemberg, de 1962, escribi¨®: ¡°En lugar de evolucionar hacia una enorme biblioteca de Alejandr¨ªa, el mundo se ha convertido en un ordenador, un cerebro electr¨®nico, exactamente como en un relato de ciencia-ficci¨®n para ni?os. Y a medida que nuestros sentidos han salido de nosotros, el Gran Hermano ha entrado en nuestro interior.¡±
En realidad, McLuhan fue un hombre aferrado a sus libros y al mundo acad¨¦mico, no fue ni abanderado de la red de redes ni de los medios de comunicaci¨®n modernos. La aldea global, concepto que acu?¨® en su libro m¨¢s famoso El Medio es el Masaje (1967) representa en realidad todas las cosas contra las que MacLuhan intentaba luchar y que lo aflig¨ªan profundamente, sensaci¨®n que transmiti¨® con singular contundencia.
Po¨¦tica. Jorge Luis Borges muri¨® en 1986, cuando la Red a¨²n no pasaba de ser un experimento. Sin embargo fue capaz de anticiparla, principalmente, en dos cuentos: 'Tlon, Uqbar, Orbis Tertius' (1940), y en 'La Biblioteca de Babel' (1944). La primera versa sobre un mundo imaginario que se retroalimenta con el trabajo intelectual de miles de creadores an¨®nimos hasta el punto de terminar solap¨¢ndose con la realidad. La segunda sobre una biblioteca virtualmente infinita que da cabida a la totalidad del conocimiento humano. Internet como el sue?o acabado de los enciclopedistas. ¡°La multiforme Biblioteca habr¨¢ producido el idioma inaudito que se requiere y los vocabularios y gram¨¢ticas de ese idioma¡±, escribe en Babel. En verdad que la aparici¨®n de Internet ha dado impulso a la creaci¨®n de cientos o miles de palabras nuevas. Si pudi¨¦semos transportar a un joven de 20 a?os de hoy a veinte a?os en el pasado, precisar¨ªa de un traductor para entenderse con otro joven de 20 a?os de entonces aunque hablaran el mismo idioma. A Borges se lo podr¨ªa considerar el esp¨ªritu po¨¦tico de Internet si no fuera por su pesimismo, o tal vez por eso mismo: La biblioteca universal que contiene todo el saber humano es ininteligible, y aquellos que tratan de desencriptarla acaban perdidos y dementes. Escribi¨® Borges: ¡°Quiz¨¢ me enga?en la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana - la ¨²nica - est¨¢ por extinguirse y que la Biblioteca perdurar¨¢: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inm¨®vil, armada de vol¨²menes preciosos, in¨²til, incorruptible, secreta.¡± Nos otorga as¨ª la visi¨®n de un mundo sobrehumano, en el que nuestra especie se habr¨¢ extinguido y los ordenadores continuar¨¢n conversando entre ellos por toda la eternidad, pregunt¨¢ndose, quiz¨¢s, sobre los dioses que los crearon y debatiendo su existencia en facebook.
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