'Cicatriz': thriller espect¨¢culo en espa?ol. ?Por qu¨¦ no?
Vayan por delante un par de cosas antes de empezar. Primera: en este blog hablamos de todo tipo de novela negra, thriller o similar, grandes hitos de la literatura y obras m¨¢s comerciales, no se nos caen los anillos. Si nos gusta, compartimos entusiasmo porque amamos esto, no como aquellos que presumen de no leer nada del g¨¦nero hasta que no hay un viaje que pillar o una moda de la que beneficiarse. Segundo: si David Baldacci o James Patterson pueden hacerlo, no s¨¦ por qu¨¦ no se puede disfrutar de un buen thriller pasap¨¢ginas escrito por un espa?ol.
Hechas las advertencias, vamos con el asunto a tratar: Cicatriz, de Juan G¨®mez- Jurado (Ediciones B), una novela que se lee sola, que divierte, que te lleva por su trama y sus escenarios internacionales con ritmo y gancho. Y s¨ª, ya s¨¦, no me lo digan, la literatura bla bla bla.., pero a veces, qu¨¦ quieren que les diga, necesito algo as¨ª. No, no es una obra maestra como dicen algunos compa?eros (todos nos excedemos a veces con los adjetivos) pero son cinco horas de buenos personajes, espect¨¢culo, diversi¨®n, que todav¨ªa no est¨¢ prohibido.
Simon Max es un tipo grandote, con serios problemas para relacionarse con su entorno y una inteligencia brillante. Junto con su amigo Tom, abogado extrovertido y con ganas de comerse el mundo, quieren vender a un gur¨² de la industria tecnol¨®gica su invento: LISA, un programa de reconocimiento de im¨¢genes que cambiar¨¢ el mundo. Despu¨¦s de firmar un contrato suicida que les deja vendidos en caso de fracaso, Tom es encontrado muerto en un callej¨®n de Chicago, donde se desarrolla parte de la trama de la novela.
Hasta aqu¨ª, el planteamiento, aderezado con la presencia de un hermano de Simon, un chico con problemas de desarrollo que aporta la parte tierna. Es decir, algo convencional a lo que se llega sin mucho esfuerzo.
Resulta que Simon est¨¢ enamorado de Irina, la primera mujer con la que pilla, una joven enigm¨¢tica, resuelta y atractiva a la que conoci¨® en una web de contactos. Claro, dir¨¢n, una relaci¨®n convencional tipo pardillo pilla con pib¨®n eslavo, pero ya ver¨¢n c¨®mo est¨¢ lejos de serlo. Ahora bien, entonces empiezan los fuegos artificiales. La historia de abusos y miserias que ha vivido Irina impacta. A ella no le doli¨® cuando se hizo la cicatriz en la cara, pero al lector s¨ª.
Llega entonces el turno de El Afgano. Un veterano sovi¨¦tico de la guerra contra los talibanes, un tipo acabado y machacado por los recuerdos y las drogas pero con el que empatizas. Y en c¨®mo cuenta su oscuro pasado de destrucci¨®n veo al G¨®mez- Jurado m¨¢s periodista, y me gusta. La relaci¨®n de El Afgano con Irina en un tiempo pasado, dentro de un juego en el que cambian escenarios y ¨¦pocas para explicar lo que ocurre en la actualidad est¨¢ insertada con naturalidad, contada con emoci¨®n. La investigaci¨®n del asesinato de Tom sigue su curso y la aparici¨®n de la mafia rusa en Chicago completa el panorama.
Para cuando entra en escena el personaje de Boris Maglievich, un despiadado mafioso, tan listo y buen lector como cruel, ya llevas 300 p¨¢ginas y ni te has enterado. Todo cuadra, no paras de leer, te diviertes.
El final tiene cosas que te esperas y otras que no pero no se puede calificar de convencional. Lo mejor es que terminas con una sonrisa, con algo de dolor de brazo y con el buen sabor de los placeres culpables. A G¨®mez- Jurado lo leen en 40 pa¨ªses y ha vendido millones de libros. No es delito. D¨¦jense de complejos, divi¨¦rtanse y lean a muerte.
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