Desde Bamako
En el tejado de la casa de Ballak¨¦ Sissoko, en Bamako, se gest¨® el disco Musique de nuit. Desde medianoche y hasta las cuatro de la ma?ana, momento en que ca¨ªan rendidos, estuvieron tocando el maliense y el franc¨¦s Vincent Segal. Tres noches de poes¨ªa sonora. Con las cuerdas del violonchelo y la kora sobre el rumor lejano del tr¨¢fico o los balidos de ovejas. As¨ª se grabaron los cuatro primeros temas; los otros cinco salieron de sesiones diurnas en los estudios Bogolan.
A miles de kil¨®metros de all¨ª, en el coraz¨®n de Par¨ªs, tiene su domicilio Vincent Segal: en una estrecha calle del barrio del Marais hasta la que peregrinan seguidores de Jim Morrison porque el cantante de The Doors fue encontrado muerto en un piso de esa misma Rue Beautreillis. Segal, chelista de formaci¨®n cl¨¢sica, se pasea por muchos g¨¦neros ¨Canima incluso un d¨²o de trip-hop llamado Bumcello¨C y ha trabajado con Elvis Costello, Sting, Marianne Faithfull, Nan¨¢ Vasconcelos o Cesaria Evora; Sissoko toca la kora, arpa-la¨²d de ?frica Occidental que le ha acercado a Taj Mahal y que cuenta con virtuosos como Toumani Diabat¨¦. Precisamente con Toumani, su primo, grab¨® Nouvelles cordes anciennes, en recuerdo del primer disco instrumental de kora: Cordes anciennes, obra de los padres de Toumani -Sidiki Diabat¨¦- y Ballak¨¦ -Djelimady Sissoko- en 1970. Ballak¨¦ aprendi¨® a tocar mirando y escuchando porque Djelimady jam¨¢s le dio la menor indicaci¨®n sobre c¨®mo hacerlo. A la muerte de este, con solo trece a?os, entr¨® en el Ensemble Instrumental National para poder sustentar a la familia.
Ballak¨¦ Sissoko y Vincent Segal ya firmaron antes, tambi¨¦n para No Format!, artesanal sello creado por Laurent Bizot, el disco Chamber music. El africano se hab¨ªa quedado prendado del sonido del chelo y al europeo le encant¨® la idea porque su admirado Yehudi Menuhin fue quien ampli¨® las miras del mundo cl¨¢sico al unir su viol¨ªn al sitar de Ravi Shankar en West meets East en 1967, a?o en que nacieron ¨C mes de abril- tanto Segal como Sissoko. Su complicidad tras 200 conciertos y muchas horas en habitaci¨®nes de hotel y camerinos les lleva a comunicarse sin necesidad de palabras. Y una curiosidad: los dos est¨¢n en los cr¨¦ditos de Little french songs de Carla Bruni.
Musique de nuit se grab¨® d¨ªas despu¨¦s de los asesinatos de Charlie Hebdo en Par¨ªs. En marzo, otro atentado seg¨® la vida de cinco personas en un bar de Bamako y, no hace ni un mes, el asalto terrorista a un hotel de la capital dej¨® veintid¨®s muertos. En 2012, la legendaria ciudad de Tombuct¨², al norte del pa¨ªs, fue tomada por esos yihadistas que manifiestan claramente su odio a la m¨²sica. Mal¨ª ha legado a la cultura del mundo nombres como los de Ali Farka Tour¨¦, Salif Keita, Oumou Sangar¨¦, Rokia Traor¨¦, Fatoumata Diawara o Amadou & Mariam. Y ahora podemos descubrir la m¨²sica serena de Ballak¨¦ Sissoko con Vincent Segal. M¨²sica contra el horror y la oscuridad. No solo llegan noticias desoladoras desde Bamako.
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