Versos del siglo XXI a la manera de Lope
El CDN estrena ¡®P¨¢ncreas¡¯, un texto contempor¨¢neo de Patxo Telleria con m¨¦trica cl¨¢sica
El teatro empez¨® a huir del verso hace tres siglos. Solo unos pocos autores del g¨¦nero po¨¦tico como Lorca, o el m¨¢s contempor¨¢neo Rodrigo Garc¨ªa, y t¨ªtulos sueltos como Don Juan Tenorio o La venganza de Don Mendo se han colado desde entonces en una escena dominada por el naturalismo y el realismo. Es ins¨®lito que un dramaturgo se ponga a escribir hoy una obra a base de pareados, tercetos, cuartetas, romances o manrique?as. Y a¨²n m¨¢s que lo haga usando como gu¨ªa el Arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega. ¡°?Y por qu¨¦ no? ?Porque es antiguo? ?Por miedo a que no se entienda? Ese es un argumento desmontable: no es tanto el verso lo que dificulta la comprensi¨®n de un texto sino el propio idioma utilizado en esos versos, de otra ¨¦poca, con palabras, giros y referencias en desuso¡±, afirma Patxo Telleria.
Telleria, dramaturgo, actor, guionista y director de cine, se propuso hace dos a?os el reto de escribir un texto no po¨¦tico, con argumento y lenguaje contempor¨¢neos, usando m¨¦trica del Siglo de Oro. No solo como desaf¨ªo estil¨ªstico, sino sobre todo como recurso art¨ªstico. ¡°Hace tiempo que el teatro perdi¨® la batalla del realismo ante el cine y la televisi¨®n. Por eso debemos apostar por f¨®rmulas expresivas que lo diferencien y le den valor a?adido. Es cierto que el verso produce un distanciamiento de la realidad, pero eso no significa que no pueda representarla. Al contrario, ese alejamiento puede potenciarla y ofrecer a la vez placer est¨¦tico¡±, opina el autor.
As¨ª naci¨® P¨¢ncreas, o Pankreas en vasco. Las dos versiones se gestaron a la vez y han cobrado vidas distintas. ¡°No puede hablarse de traducci¨®n de una a la otra porque las escrib¨ª al mismo tiempo. En euskera no hay tradici¨®n de teatro en verso, as¨ª que tuve que partir de la gu¨ªa de Lope en castellano para ir componiendo las dos en paralelo¡±, explica el autor. La versi¨®n vasca se estren¨® en 2014 en Bilbao interpretada por el propio Patxo Telleria con su compa?¨ªa Tartean. Su singularidad y, sobre todo, su ¨¦xito llamaron la atenci¨®n de la productora Concha Busto, que enseguida decidi¨® montar el texto en castellano y convenci¨® al Centro Dram¨¢tico Nacional para meterse en el proyecto con tres actores de relumbr¨®n: Fernando Cayo, Santiago Ramos y Alfonso Lara. El espect¨¢culo es ya una realidad: tras estrenarse el mes pasado en Bilbao, acaba de recalar en el teatro Valle-Incl¨¢n de Madrid y en febrero emprender¨¢ una gira en la que ya no quedan fechas libres hasta la pr¨®xima temporada, otro hecho raro en el panorama teatral espa?ol actual.
La buena acogida de esta apuesta ratifica la teor¨ªa del autor: no es el verso, sino el lenguaje y el tema lo que hace antiguo o contempor¨¢neo a un texto. En P¨¢ncreas solo es antigua la m¨¦trica (¡°metro largo para los momentos reflexivos y corto para las situaciones de comedia y enredo, siguiendo los consejos de Lope¡±, dice Telleria) y la habilidad con la que se suceden malentendidos y entuertos. El argumento y los personajes son del siglo XXI: un hombre que necesita un trasplante de p¨¢ncreas, un amigo con tendencia suicida y un tercero con sed de venganza mediando entre ellos. Parece una tragedia, pero el p¨²blico r¨ªe. ¡°No es humor negro ni macabro, ni mucho menos. Es una tragicomedia, con los enredos propios del g¨¦nero¡±, aclara el autor. Tragicomedia de vida y muerte, seg¨²n el subt¨ªtulo de la obra.
Tampoco suena antiguo ni declamado el verso en la producci¨®n del Centro Dram¨¢tico Nacional, que ha contado con la ayuda de Vicente Fuentes, asesor de verso de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico. El director Juan Carlos Rubio ha concebido una puesta en escena limpia, dejando que brillen los actores, pero en absoluto naturalista: los personajes parecen sacados de un cuadro de Magritte. ¡°Puede pensarse que el verso ata, pero es al contrario. Te da la libertad de jugar con el texto y las situaciones. Lo importante, en todo caso, no es si hay verso o prosa, sino que lo que se diga suene aut¨¦ntico, de verdad¡±, apunta Rubio. Hay, por otra parte, una raz¨®n argumental que justifica desde el principio que los protagonistas hablen en rima. Pero eso deben descubrirlo los espectadores durante la funci¨®n.
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