Beethoven y sus partituras en el nuevo ¡®doodle¡¯ de Google

Beethoven est¨¢ trabajando ante las teclas de su piano y de repente escucha las notas de su Quinta Sinfon¨ªa. El compositor, en formato animado, recorre las calles de la ciudad con la intenci¨®n de llegar al teatro, pero por el camino se va a encontrar varios obst¨¢culos. El doodle interactivo de Google nos propone hoy un juego para echarle una mano al compositor para recomponer algunas de sus obras m¨ªticas. El motivo: el 245 aniversario de su nacimiento.

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El doodle, que nos propone un juego sencillo de reconstrucci¨®n de partituras, repasa algunas obras que viven en el imaginario de todos, como Para Elisa, la ya mencionada Quinta Sinfon¨ªa o la Novena, canto a la fraternidad con texto de Schiller. Beethoven naci¨® en Bonn un 17 de diciembre, aunque algunos sostienen que fue el 16 y que fue bautizado al d¨ªa siguiente. Desde que era muy peque?o, su padre, impresionado por la dimensi¨®n que hab¨ªa tomado otro ni?o llamado Wolfgang Amadeus Mozart, quiso que su peque?o tambi¨¦n fuera un ni?o prodigio. Por ello, se empe?¨® en que el joven Ludwig recibiera clases desde temprana edad para que deslumbrara al mundo. Lo que sucedi¨® es que al padre de Beethoven le sali¨® bien, y el talento innato de su hijo se vio engrandecido con una formaci¨®n musical temprana y exhaustiva. Durante toda su vida, se mover¨ªa en los c¨ªrculos sociales de la nobleza y en las cortes de Europa, teniendo especial presencia en la vienesa. Su enemigo m¨¢s voraz fue la sordera, que ya se hac¨ªa presente notablemente desde su primer viaje a Viena siendo un adolescente. Beethoven vivir¨ªa con el problema toda su vida hasta perder la audici¨®n, algo que no le impidi¨® componer buena parte de las mejores obras de la Historia de la M¨²sica.

Musicalmente, Beethoven simboliza la transici¨®n entre el Clasicismo de Mozart y Haydn y la llegada del Romanticismo de Mendelssohn, Brahms o Schubert. No solo le debe la m¨²sica un talento genial y un repertorio excepcional en sinfonismo, obras para piano y m¨²sica de c¨¢mara principalmente, sino que le debe el modelo de artistas moderno que gestiona su propia obra. Beethoven, que hab¨ªa visto como Mozart hab¨ªa muerto endeudado y maltratado por los que antes lo aclamaban, consigui¨® con su obra una autonom¨ªa que le hizo controlar la edici¨®n de sus partituras. Es el primer gran caso en el que el artista no necesita de la servidumbre al gusto del p¨²blico adinerado para comer, sino que vive de su m¨²sica gestionada por ¨¦l mismo y creada en libertad. Incluso cuando se plante¨® marcharse de Viena a una corte holandesa, fue cuando varios nobles se ofrecieron a pagarle una pensi¨®n de por vida con tal de que se quedara en la corte imperial. Aunque sus preocupaciones con el tema econ¨®mico estuvieron presentes desde su infancia y pas¨® momentos duros en los inicios del siglo XIX, siempre supo sobrevivir.

La m¨²sica de Beethoven es universal. Su Quinta Sinfon¨ªa viaja por el espacio en los discos dorados que contienen las sondas Voyager junto a obras de Bach, Mozart y Stravinski, en representaci¨®n de m¨²sica que simbolice a la Humanidad. La Novena, por su parte, es el himno de la Uni¨®n Europea y es Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la Unesco. Algunos recordar¨¢n tambi¨¦n su Sexta Sinfon¨ªa por su aparici¨®n en la pel¨ªcula Fantas¨ªa de Disney o su S¨¦ptima en El discurso del Rey. Su m¨²sica es una banda sonora recurrente para el s¨¦ptimo arte, e incluso cabe destacar una pel¨ªcula no exacta pero s¨ª muy interesante que recorre su vida, Copying Beethoven. Al igual que sucedi¨® con Amadeus y su repaso a la vida de Mozart, no es una pel¨ªcula que pretenda ser fiel con la Historia, sino m¨¢s bien ofrecer un retrato m¨¢s libre de una mente prodigiosa.

Aunque la mayor¨ªa de los estudiosos mantienen que Mozart y Beethoven nunca se conocieron y no hay documentos que prueben que hayan estado en la misma habitaci¨®n, una leyenda corre por los pasillos de los conservatorios. Unos dicen que Mozart rechaz¨® a Beethoven como alumno, y otros que qued¨® fascinado por su talento. Seg¨²n esta historia, Mozart habr¨ªa quedado mudo ante el talento del joven Ludwig, diciendo a los presentes: ¡°Recuerden su nombre, este ni?o har¨¢ hablar al mundo¡±. Es solo una leyenda, pero no va desencaminada. 245 a?os despu¨¦s de su nacimiento, hoy lo seguimos recordando.