Arte contra contaminaci¨®n
Los artistas chinos protestan contra el deterioro del medio ambiente mediante sus obras
Pocas cosas son m¨¢s opuestas al arte que la poluci¨®n. Pero en China, donde seg¨²n algunos estudios la suciedad del aire cuesta cerca de 4.400 vidas diarias. un n¨²mero creciente de creadores se inspiran en ella para sus obras. Sus piezas -tarros llenos de aire puro, trajes de novia hechos con mascarillas, ladrillos llenos de polvo flotante en el aire- buscan denunciar el lamentable estado del medioambiente en su patria y contribuir a concienciar sobre el problema en el pa¨ªs m¨¢s contaminante del mundo.
¡°Quiero conseguir que se deje de esconder el problema, que cada ve m¨¢s gente le d¨¦ importancia y act¨²e, que se deje de fingir que no lo ven¡±, explica Wang Renzheng, artista conceptual de 34 a?os y tambi¨¦n conocido en las redes sociales chinas como el ¡°Hermano Nueces¡±. Durante cien d¨ªas, con una m¨¢quina especial, aspir¨® un poco de la tremenda contaminaci¨®n pekinesa. ¡°Aproximadamente recog¨ª unos 100 gramos de polvo. Fue impresionante. El filtro de la aspiradora estaba completamente negro¡±.
Con ese polvo, mezclado con barro, fabric¨® un ¡°ladrillo de contaminaci¨®n¡±. ¡°Convert¨ª algo in¨²til en algo ¨²til, siguiendo la idea del reciclaje de los recursos¡±. El resultado es un s¨ªmbolo, asegura, de la separaci¨®n que la suciedad ambiental provoca entre la naturaleza y el ser humano.
La idea se le ocurri¨® en 2013, cuando Pek¨ªn vivi¨® niveles de contaminaci¨®n que llegaron a superar en 50 veces el m¨¢ximo que la OMS considera admisible. Con un acto aparentemente tan absurdo como aspirar el polvo del aire, explica, ¡°he querido concienciar sobre el derecho que todos tenemos a respirar aire limpio, y que nos han quitado. Lo realmente absurdo es que nuestro materialismo excesivo nos haya causado resultados tan graves ¡°.
La presentaci¨®n de su obra coincidi¨® con un nuevo episodio de grave contaminaci¨®n en Pek¨ªn, que en diciembre ya ha declarado dos veces alerta roja por poluci¨®n. ¡°Todos tenemos que concienciarnos y cambiar cosas. El Gobierno, las f¨¢bricas y los ciudadanos¡±, opina.
¡°Hermano Nueces¡± prepara ahora un nuevo proyecto, tambi¨¦n relacionado con la suciedad ambiental que tantas noches impide ver las estrellas. ¡°Quiero hacer un cielo artificial, con un programa de reconocimiento de voz. Cuando el espectador diga una palabra, ¡°libertad¡±, o ¡°flor¡±, se encender¨¢ una lucecita, una estrella. Cuando se hayan pronunciado centenares, miles de palabras, el cielo se ver¨¢ completamente estrellado. Si se dice una palabra negativa -muerte, violencia¡-, se apagar¨¢ una estrella¡±.
Como Wang, la artista Kong Ning tambi¨¦n convirti¨® los duros d¨ªas contaminados de 2013 en fuente de creaci¨®n. Primero fue una serie de cuadros, 11 ¨®leos de ni?as con mascarilla, solo distinguibles por el color de los ojos. Pero lo que le ha dado la fama a esta antigua abogada han sido sus vestidos de novia. Uno de ellos, especialmente conmovedor, integra en su dise?o centenares de blancas mascarillas protectoras. Otro lleva cosidas bocinas naranjas, para ampliar la voz contra la contaminaci¨®n. Uno de sus ¨²ltimos ¡°happenings¡± motiv¨® que la Polic¨ªa acabara interrog¨¢ndola: se hab¨ªa acercado a uno de los edificios m¨¢s emblem¨¢ticos de Pek¨ªn, el Centro Nacional de las Artes (tambi¨¦n conocido como ¡°el Huevo¡±) en la plaza de Tiananmen con uno de sus vestidos de novia, forrado de bombillas rojas en una se?al de stop contra la poluci¨®n¡±. Su idea, explica, era ¡°que los conductores me vean y se paren¡±.
Con sus piezas, se?ala, ¡°quiero expresar mi amor al aire libre, al cielo, y suscitar una conversaci¨®n sobre c¨®mo proteger mejor al medioambiente¡±.
Ideas similares mueven a otros creadores. El catedr¨¢tico de la Universidad de Tsinghua Li Tianyuan juega con aparentes composiciones abstractas, fotograf¨ªas ampliadas de part¨ªculas contaminantes microsc¨®picas. Yao Lu combina im¨¢genes de la basura pekinesa con elementos de la pintura tradicional. Liang Kekang consigui¨® subastar por 5.250 yuanes, unos 850 euros, un tarro con aire de la Provenza francesa cerrado herm¨¦ticamente y con tres simples etiquetas: una con las coordenadas del punto donde obtuvo el aire, otra con su firma y fecha, y otra en la que se le¨ªa ¡°Aix-en-Provence, France¡±.
La poluci¨®n en China no se limita a Pek¨ªn. Muchas otras zonas, especialmente el cintur¨®n industrial y hullero de las provincias en torno a la capital, alcanzan de forma rutinaria niveles muy por encima de las recomendaciones de la OMS. Y no se trata solo del aire. Seg¨²n el propio Ministerio para la Protecci¨®n Medioambiental, el 60% de r¨ªos y lagos est¨¢n contaminados. Tambi¨¦n el 19% de las tierras cultivables.
Es cierto que desde la crisis de 2013, parece haberse producido un cambio de actitud. El Gobierno chino ha comenzado a tomar medidas. En los primeros 9 meses de este a?o, seg¨²n los c¨¢lculos de Greenpeace, la concentraci¨®n de las part¨ªculas m¨¢s perjudiciales en el aire de las ciudades hab¨ªa ca¨ªdo un 12% con respecto a los niveles del a?o pasado. Pero en un pa¨ªs que copa la mitad del consumo del carb¨®n mundial y es el mayor contaminante del planeta, a¨²n queda mucho por hacer. El Ayuntamiento de Pek¨ªn no prev¨¦ derrotar la poluci¨®n antes de 2020.
Las mascarillas seguir¨¢n siendo a¨²n durante a?os parte imprescindible de los pertrechos de los ciudadanos. Y los artistas, a todas luces, a¨²n tendr¨¢n mucho tiempo para seguir encontrando inspiraci¨®n en la suciedad ambiental.
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