¡°Para m¨ª no hay nada m¨¢s natural que hablar de la sexualidad¡±

El lugar del que emerge la voz po¨¦tica de Sharon Olds (San Francisco, 1942) no resulta f¨¢cil de rastrear. Para algunos se trata de una voz inc¨®moda. Helen Vendler, una de las cr¨ªticas de poes¨ªa m¨¢s autorizadas de Estados Unidos, la rechaza abiertamente. Entre otras cosas, la voz de Olds se caracteriza por la radicalidad con que da cuenta de experiencias a las que ning¨²n ser humano es ajeno. ¡°A muchos les molesta la manera en que abordo la sexualidad o ciertos aspectos de la intimidad familiar como qu¨¦ significa ser madre o ser hija. O que escriba la doloros¨ªsima cr¨®nica del abandono de una esposa por parte del marido. O las fases terribles de la muerte de un padre, v¨ªctima de c¨¢ncer¡±. Pero es en esto en lo que radica la fuerza de su poes¨ªa. El salto del ciervo,su libro m¨¢s reciente hasta la fecha, galardonado en 2013 con el Premio Pulitzer, es la cr¨®nica de las secuelas que deja en una mujer un divorcio inesperado.

La voz de Olds logra conectar con lectores que no est¨¢n acostumbrados a leer poes¨ªa, arrastr¨¢ndolos hacia zonas primordiales de la percepci¨®n y el sentimiento de un modo que resulta tan directo y elemental como profundo. Y s¨ª, la experiencia puede resultar perturbadora, pero tambi¨¦n liberadora. La voz de Olds penetra en la sensibilidad de quien la lee con una inmediatez poco com¨²n y en cualquier momento puede dar un giro desconcertante, que a la propia poeta no le resulta f¨¢cil de explicar, como ocurre con el poema titulado El pene del Papa, cuya intenci¨®n, pese a lo que pueda sugerir el t¨ªtulo, no es irreverente. Una voz que hoy recibir¨¢ el Le¨®n el XV Premio Leteo, que concede el Club Cultural Leteo, presidido por Rafael Saravia.

?Cu¨¢l es el origen de sus versos? ¡°En primer lugar est¨¢ la danza¡­ el baile, en su sentido primigenio ¡­ La verdad es que la poes¨ªa siempre ha estado ah¨ª, desde que era muy ni?a. Dentro de m¨ª hab¨ªa una voz que cantaba, y se trataba de sacarla fuera, primero llev¨¢ndola al mundo de los sonidos, luego al de la p¨¢gina¡±. Esto ¨²ltimo tard¨® muchos a?os en suceder. Olds ten¨ªa 37 a?os cuando public¨® su primer libro, Lo que dice Sat¨¢n. El volumen sorprendi¨®, entre otras cosas, por la naturalidad con que habla de la experiencia sexual. Nadie hab¨ªa abordado el asunto con la desnudez con que lo hace ella. ¡°Eso molest¨® a mucha gente, pero para m¨ª no hab¨ªa nada m¨¢s natural. Como poeta, me pareci¨® un regalo, como si me dijeran: he ah¨ª una zona de la experiencia humana que o se trata de un modo que la envilece o se pasa por alto, ?por qu¨¦ no hablas de eso? Y es lo que hice, pero no es s¨®lo el tema de la sexualidad en s¨ª. Hablo de manera parecida de lo que significa ser madre, y de hecho, el motivo por el que no publiqu¨¦ antes es que yo era madre a tiempo completo. La maternidad es algo que yo eleg¨ª libremente y que me hizo sentirme plenamente realizada. Luego, cuando escrib¨ª sobre lo que significa tener hijos, tambi¨¦n hubo gente a la que le molest¨® mi manera de hacerlo¡±.

La poes¨ªa de Sharon Olds tiene una dimensi¨®n decididamente pol¨ªtica: ¡°No puedo permanecer callada ante lo que veo que sucede en mi pa¨ªs. No puedo sancionar con mi poes¨ªa las atrocidades que lleva a cabo mi gobierno. Por eso cuando el marido de Laura Bush me invit¨® a la Casa Blanca rechac¨¦ la invitaci¨®n¡±. Consciente de la imagen negativa que tiene muchas veces su pa¨ªs en el exterior, la visi¨®n de Estados Unidos a la que se acoge Sharon Olds es la de Emerson (sobre quien escribi¨® su tesis doctoral), Whitman y Thoreau, la Am¨¦rica del Norte representada en poes¨ªa por las grandes voces de la democracia: ¡°La gran suerte de la tradici¨®n po¨¦tica norteamericana reside en el hecho de que tenemos una madre y un padre formidables, Emily Dickinson y Walt Whitman. Nuestra tradici¨®n est¨¢ firmemente anclada en la uni¨®n de dos voces poderos¨ªsimas, una masculina y otra femenina. De esa conjunci¨®n milagrosa deriva todo lo dem¨¢s¡±.

Uno de los libros m¨¢s potentes de Sharon Olds es El padre (1992), cr¨®nica desgarradora de la agon¨ªa y muerte de su padre. La influencia de Sylvia Plath es muy patente, aunque la singularidad de su voz sigue siendo algo inexplicable. ¡°Muchas veces me preguntan d¨®nde se forman mis poemas y nunca s¨¦ qu¨¦ decir, de la misma manera que no s¨¦ qu¨¦ es la imaginaci¨®n. No soy una poeta intelectual. ?En los pulmones? ?En el movimiento f¨ªsico del brazo? Cuando escribo no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo¡­ Cuando los j¨®venes poetas me piden consejo siempre les digo lo mismo, que lleven una vida sana, porque el lugar del que procede la poes¨ªa es un lugar sano¡±.