El gran pintor tambi¨¦n inspir¨® a ¡®Star Wars¡¯

La Cantina de Mos Eisley, la ciudad del planeta Tatooine en la primera La guerra de las galaxias (Star Wars), es un lugar que ning¨²n aficionado puede olvidar. Lo de menos es que Luke Skywalker y Obi-Wan Kenobi entren buscando un piloto que les lleve a Alderaan, modelo de La Tierra, y encuentren a Han Solo. Sin olvidar la atractiva y animada m¨²sica que John Williams compuso para esas escenas, lo que verdaderamente atrae son los clientes habituales del local, una mezcla enloquecida de anfibios de tama?o natural, tipos con ojos de insecto gigante y narices en trompeta o dientes de morsa. Ideada por George Lucas, creador del fen¨®meno cinematogr¨¢fico, la galer¨ªa de monstruos asfixia y subyuga.

Pero sobre todo resulta familiar porque se inspira en El Bosco, el pintor medieval holand¨¦s especializado en demonios, quimeras y seres grotescos. As¨ª lo dicen en el museo natal del artista, Noordbrabants, corroborando lo que en su d¨ªa ya coment¨® el propio Lucas.

Sin ir m¨¢s lejos, en la versi¨®n de El Juicio Final, expuesto en la ciudad belga de Brujas, los expertos se?alan al trasunto de Max Rebo, el m¨²sico azulado y glot¨®n de orejas ca¨ªdas, favorito del g¨¢nster Jabba el Hutt. Y Se?or Oscuro de los Sith, tambi¨¦n conocido como Emperador Palpatine, tiene los rasgos del propio artista recogidos en 1550 por su colega franc¨¦s Jacques le Boucq, protegido de Carlos V. Abierto todav¨ªa a interpretaciones, el universo delirante de El Bosco encierra seres amenazantes, terror¨ªficos y perdidos. M¨¢s o menos el grupo gal¨¢ctico del gusano alien¨ªgena que es, como muchas criaturas bosquianas, una caricatura de s¨ª mismo.