El entierro

Bueno, si alguien quiere saber lo que es la cultura popular, incluso lo popular sin m¨¢s, s¨®lo tiene que ver un S¨¢lvame Deluxe como el del pasado viernes, desbordado por una catarata sentimental que para s¨ª quisiera Douglas Sirk o Lo que el viento se llev¨®. All¨ª estaba la Esteban dispuesta a arrasar: ¡°Voy a contarlo todo, y si yo digo una cosa, se va a caer Telecinco todo¡±, afirm¨®. No contenta con la frase, la matiz¨®: ¡°Yo voy a ir a hablar de este tema y del tema de mis sentimientos¡±. El tema, naturalmente, era el de la perversa relaci¨®n entre su representante To?o Sanch¨ªs y la interfecta. En resumen: ¨¦l, presuntamente, le estaf¨® una gran cantidad de dinero despu¨¦s de a?os de relaci¨®n fraternal. La codicia, ya se sabe.

Pero ese resumen de los hechos es demasiado simplista. All¨ª se mostraron imp¨²dicamente los h¨¢bitos de la nueva picaresca: ese trasiego de decenas de miles de euros por las exclusivas del coraz¨®n y el cach¨¦ de los presentes en los realities. Es la oferta y la demanda, est¨²pido. La presentadora del programa nos alert¨®: ¡°Van a ver una escena dantesca¡±. Y vimos una fugaz secuencia de Kiko Rivera y sus guardaespaldas preservando con u?as y dientes la llegada de la novia con la reci¨¦n nacida a la casa del pinchadiscos. ?Hasta luego, Dante, ya ves para lo que has quedado! Bel¨¦n, por su parte, sub¨ªa y bajaba su impresionante monta?a rusa sentimental, risas, lloros, amenazas, desplantes... y siempre tras preguntar: ¡°?Cu¨¢l es mi c¨¢mara?¡±.

El momento cenital lleg¨® cuando un conocido abogado habl¨® telef¨®nicamente con nuestra aguerrida protagonista para comentarle una reuni¨®n con su representante cuando peor estaba en su duro tratamiento de desintoxicaci¨®n. El abogado le mostraba su preocupaci¨®n por la salud de Bel¨¦n Esteban. To?o Sanch¨ªs, al parecer, no lo dud¨®: ¡°No te preocupes, que, si llega esto, vendemos el entierro¡±. Bukowski: ?eres un boy scout! 2.708.000 espectadores pueden dar fe de ello.