Ni?o de Elche, flamenco (o lo que sea) de reinvenci¨®n radical
Tendemos a sospechar que en la m¨²sica popular ya est¨¢ inventado todo, pero en esas llega un tipo como Ni?o de Elche y nos desbarata los esquemas. Francisco Contreras Molina (Elche, 1985) acumula sabidur¨ªa, galones y trienios como para instalarse en los tablaos m¨¢s sacrosantos y ofrecer lecciones magistrales en forma de sole¨¢s. Pero no, ni siquiera en los d¨²ctiles territorios del flamenco, un g¨¦nero que ha sabido confluir en maridajes apasionantes con el jazz, el rock o la electr¨®nica chill out, encuentra acomodo la salvaje propuesta de Voces del extremo, disco monumental que solo analiz¨¢ndolo con minuciosidad, cual gem¨®logo embelesado frente a la lente del microscopio, puede acabar desentra?¨¢ndose.
Los mejores discos nacionales
1. El Ni?o de Elche - Voces del extremo
2. Xoel L¨®pez ¨C Paramales
3. Guadalupe Plata - III
4. La Bien Querida - Premeditaci¨®n, nocturnidad y alevos¨ªa
5. Fabi¨¢n - La fe remota
6. Sole¨¢ Morente - Tendr¨¢ que haber un camino
7.Francisco Nixon - Lo malo que nos pasa
8. Fernando Alfaro - Saint-Malo
9. Toundra - IV
10. Rafael Berrio - Paradoja
Hubo un tiempo en que a Paco le consideraban una versi¨®n evolucionada del celestial Morente, un cantaor que no se caracteriz¨® precisamente por el conformismo. Y no, no iban por ah¨ª los tiros. Llegar¨ªa m¨¢s tarde el Paco que se interesa por el universo po¨¦tico de los grandes (S¨ª, a Miguel Hern¨¢ndez, 2014) sin que en su aproximaci¨®n hubiera un ¨¢pice de Serrat ni de aquiescencia con los cantautores. Pero este Ni?o de Voces del extremo es una amalgama definitiva que lo abarca todo: el flamenco, el rock alem¨¢n, la vanguardia, la experimentaci¨®n, Diamanda Gal¨¢s, el spoken word, la teor¨ªa queer (disculpen la concatenaci¨®n de cursivas), la provocaci¨®n, el discurso vitri¨®lico, el ingenio desmesurado. En tres palabras, su santa voluntad.
Que un estado de gracia as¨ª acontezca a los 30 a?os reci¨¦n cumplidos solo puede invitar al v¨¦rtigo: no se nos ocurre c¨®mo demonios intentar¨¢ superarse Contreras despu¨¦s de semejante artefacto. Pero queda la esperanza de que ¨¦l, d¨ªscolo y lib¨¦rrimo por naturaleza, ande ya tramando un delirio a¨²n mayor para taparnos la boca.
El ilicitano ha coleccionado en este 2015 abundantes credenciales de modernidad, desde su debut en el S¨®nar a aquella portada en la revista Rockdelux. El estreno madrile?o de Voces del extremo tampoco aconteci¨® en Casa Patas, evidentemente, sino en la sala El Sol, donde a la fauna malasa?era se le desorbit¨® la mirada y a¨²n no ha conseguido recomponerla a d¨ªa de hoy. Por una vez, los tambores se?alaban un tesoro nuevo y cierto. El de Que os follen, sin ir m¨¢s lejos, himno activista y tocapelotas que ni siquiera es lo m¨¢s transgresor del disco. Para eso ya tenemos El comunista, o c¨®mo, desde la conciencia y la militancia progresista, meter el dedo en el ojo de quienes predican el rojer¨ªo c¨®modamente repantingados en su sill¨®n-ball burgu¨¦s.
Ser¨ªa un pecado escuchar al Ni?o sin detenerse en la letra (desl¨²mbrense: ¡°Nadie me conoce / ni mi psiquiatra ni la alcachofa de la ducha¡±). Pero tampoco tendr¨ªa perd¨®n que perdi¨¦semos de vista la belleza casi chaveliana de Informe para Costa Rica o esos teclados de mercadillo para Estrategias de distracci¨®n, una copla con la que a la Pantoja le dar¨ªa un soponcio. Por cierto, olv¨ªdense del zafio p2p: Voces del extremo puede descargarse de forma gratuita desde la propia web del artista. Como cab¨ªa sospechar, al ingobernable Contreras tambi¨¦n la SGAE se la trae al pairo.
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