Caballo
La hero¨ªna vuelve en EE UU y engancha a la clase media depauperada. En 'The Knick' las ¨¦lites experimentan con sustancias en medio de un clima social explosivo
Preocupante: en EE UU est¨¢ de vuelta la hero¨ªna. Las muertes por sobredosis de opi¨¢ceos (tambi¨¦n en pastillas) alcanzan cifras r¨¦cord. Pero el perfil del yonqui ya no es el que era. En vez de los j¨®venes sin futuro de los barrios miserables de Baltimore que retrat¨® la serie The Wire hace una d¨¦cada, ahora se suben al caballo hombres blancos de clase media. Claro que la clase media se ha venido abajo all¨ª y aqu¨ª (para saber c¨®mo, lean El desmoronamiento de George Packer; para saber por qu¨¦, a Zygmunt Bauman).
La hero¨ªna es la m¨¢s estigmatizada de las drogas, pero a los desesperados les permite un viaje a un sitio donde sus problemas no existen, salvo conseguir la pr¨®xima dosis. Pero hubo un tiempo en que, aunque la desigualdad era m¨¢s extrema que hoy, los opi¨¢ceos no estaban prohibidos y eran las clases altas las que experimentaban con ellos. Lo cuenta The Knick, serie muy bien dirigida por Steven Soderbergh, cuya segunda temporada termina en Canal + Series. Est¨¢ ambientada en un Nueva York anterior a los rascacielos y al glamour. All¨ª, en los primeros a?os del siglo XX, es un cirujano puntero (Clive Owen) el que se mete en vena lo que pilla en la farmacia o en el mercado negro, y el cliente m¨¢s asiduo de un fumadero de opio y burdel. El vicio no afecta a su pericia, revolucionaria en una ¨¦poca en que los quir¨®fanos serv¨ªan sobre todo para amputar miembros gangrenados.
Del Nueva York de The Knick aterroriza ese clima social a punto de estallar. Nada que ver con el sue?o americano: miseria, hambre, violencia. Las epidemias a¨ªslan barrios enteros, cualquier incidente deriva en un linchamiento, se pagan mordidas para todo, racismo, machismo y clasismo son la norma. Una minor¨ªa vive atrincherada en su opulencia.
Las (buenas) series de ¨¦poca tambi¨¦n nos hablan del presente, porque dirigen una mirada actual a aquel tiempo.?Se?alan lo que no hemos arreglado todav¨ªa y aquello a lo que no debemos volver.
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