El agitador imparable
Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez ha dirigido 25 largos, muchos de ellos escritos con Rafael Azcona Asegura que est¨¢ retirado de la direcci¨®n: ¡°A los mayores ya no nos necesitan¡±

Cada martes Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez convoca en un restaurante madrile?o una comida de lentejas a la que acuden amigos de todo pelaje para hablar de mil temas. ¡°Hay que juntarse, hay que juntarse siempre¡±, proclama. Otro d¨ªa espolea a la Academia de cine para que se filmen entrevistas con los art¨ªfices del cine espa?ol y se conserven en un archivo p¨²blico que re¨²na toda la memoria posible. Otras tardes trabaja en tres guiones cinematogr¨¢ficos para otros tantos directores porque ¨¦l dice que ya est¨¢ retirado de la direcci¨®n. ¡°Ahora o haces cine con las televisiones o no hay cine, y ¨¦stas no quieren directores sino que las pel¨ªculas las dirija alguien que no opine, que no joda la marrana. No nos necesitan, ?no has visto que los mayores no hacemos ninguna pel¨ªcula? Somos una generaci¨®n jodida porque no nos dejaban hacer lo que quer¨ªamos, y cuando por fin podemos hacerlo ya est¨¢ pasado de fecha¡±.
Garc¨ªa S¨¢nchez ha dirigido 25 largos, buena parte de ellos escritos con Rafael Azcona, ha sido colaborador imprescindible de Basilio Mart¨ªn Patino (Canciones para despu¨¦s de una guerra, Querid¨ªsimos verdugos), y en tiempos del antifranquismo fue uno de los impulsores de pel¨ªculas testimoniales clandestinas y de otros muchos proyectos. Ahora, a sus 74 a?os (Salamanca, 1941), aunque dice que est¨¢ retirado, no pierde la curiosidad ni el entusiasmo. ¡°La industria est¨¢ en un trance de reconversi¨®n hacia no se sabe qu¨¦. Cada d¨ªa est¨¢ m¨¢s claro que el cine no es solamente lo de los 90 minutos. Est¨¢n los cortos, los documentales, el cine publicitario que es cojonudo, g¨¦neros nuevos, las series de televisi¨®n¡ ?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite? Hoy en d¨ªa una pel¨ªcula la hace cualquiera con su propia c¨¢mara, en dos semanas, en una noche, en quince d¨ªas o en tres a?os¡ El cine tiene ahora tantas posibilidades que lo que me da mucha pena es morirme y no disfrutarlas. Pero, en fin, lo que hay que hacer es estar disponible para lo que pueda venir en cualquier momento porque en esa ebullici¨®n uno anda perdido como Pulgarcito en el bosque¡±.
Es un tipo locuaz, cuya conversaci¨®n salta de un tema a otro sin que apenas te des cuenta: ¡°Cuando veo las caravanas de gente que vienen de Siria, una epopeya que r¨ªete tu de Novecento, pienso si habr¨¢ alg¨²n reportero que est¨¦ siguiendo a personas concretas, que est¨¦ haciendo pel¨ªculas sobre ello. ?Jo, si yo pudiera seguir a los sirios! Nada tiene comparaci¨®n con esa epopeya¡ Estamos viviendo un momento apasionante, hay ahora cientos de miles de chavales que hacen pel¨ªculas, que forman parte de lo que siempre quisimos que fuera el cine, una herramienta de narraci¨®n¡±. Aunque apostilla: ¡°El problema de cierto cine actual es el narcisismo porque hemos confundido a muchos j¨®venes con las viejas tesis francesas del cine de autor y todo eso...¡±.
Garc¨ªa S¨¢nchez ha hecho comedias negras (Las truchas, Oso de Oro en el festival de Berl¨ªn), sainetes (El vuelo de la paloma), musicales (La corte de Fara¨®n), documentales (Dolores), cr¨®nicas pol¨ªticas (La noche m¨¢s larga), adaptaciones literarias (Tranv¨ªa a la Malvarrosa) incluso en varias ocasiones de Valle Incl¨¢n (Tirano Banderas, Divinas palabras), destacando en este aspecto sus tres Esperpentos. Ha escrito cuentos para ni?os y teatro. ¡°A m¨ª me gusta m¨¢s el teatro que el cine, el teatro es sagrado. De ninguna cosa que he hecho en cine estoy mas satisfecho que del montaje teatral de El beso de la mujer ara?a, de Manuel Puig. Ah¨ª hice un trabajo bueno, en cine no tanto¡ Aun as¨ª estoy content¨ªsimo de haber hecho todo lo que he podido de Valle-Incl¨¢n. Los chicos de los colegios no lo conocen, s¨ª a Azor¨ªn porque es de p¨¢rrafo corto. A m¨ª ning¨²n profesor me anim¨® nunca a la lectura, o te hac¨ªan leer a Pereda. Nadie me hab¨ªa dicho nunca que Salvador Dal¨ª fue un escritor de primer¨ªsima categor¨ªa. Y por su parte la izquierda no te dejaba leer a G¨®mez de la Serna porque dec¨ªan que era reaccionario. ?Por qu¨¦ co?o en el colegio no me ense?aron m¨¢s cosas del teatro espa?ol? ?C¨®mo ahora no se est¨¢ explicando qui¨¦n fue Rafael Azcona? No va a pasar mucho tiempo sin que se descubra que ha sido uno de los mejores narradores del siglo XX en Espa?a. Ese no reconocimiento nuestro es la leche. En Francia estoy seguro de que ense?an el cine de Resnais, pero como aqu¨ª nunca hemos tenido burgues¨ªa¡¡±.
Los artesanos del cine
Del cine a?ora ¡°algo que era maravilloso, los artesanos, los hab¨ªa buen¨ªsimos, con profesiones que ahora son inconcebibles porque no hay dinero para pagarles". "En esa ¨¦poca estaba todo muy bien inventado porque si hac¨ªas la pel¨ªcula en un costo determinado y sal¨ªan las cuentas no hab¨ªa problema. Yo no tengo ni puta idea de si las pel¨ªculas dan dinero o no dan dinero. Nunca he mirado las recaudaciones¡ En el cine me han pasado cosas muy grandes como, por ejemplo, conocer a Antonio Gamero o a Juan Luis Galiardo. O a Azcona con quien he estado trabajando a diario durante 25 a?os¡±. Y a Fernando Fern¨¢n G¨®mez, a quien dirigi¨® en varias ocasiones y sustituy¨® por enfermedad en la direcci¨®n de L¨¢zaro de Tormes.
¡°Indefectiblemente en este pa¨ªs cualquier cosa p¨²blica que hagas, toca el humor. En el franquismo si logramos sobrevivir fue gracias al humor. Los americanos a principios del cine empezaron a hacer pel¨ªculas de risa, una risa internacional, y luego pasaron al cine de guerra. Alguna raz¨®n oculta habr¨¢ para que ahora no se hagan pel¨ªculas de risa¡±. ?l, desde luego, no pierde el buen humor y hace bromas con cualquiera que pase por su lado, a veces violentando a quien le acompa?a. ¡°Hay que ir a los bares¡±, dice, ¡°son fundamentales para encontrarse¡±. Y a un bar nos vamos.
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