La verdad
El documental 'Allende, mi abuelo Allende' es un intento de excavar en esa ci¨¦naga espesa en busca de pepitas de verdad que se resisten a brillar
La verdad, la simple verdad, deber¨ªa ser f¨¢cil de contar, ya que hacerlo consiste simplemente en ser fiel a los hechos. ?O acaso no requiere un esfuerzo mayor fabricar teor¨ªas, versiones, y recordarlas despu¨¦s para repetirlas siempre igual? Cuando es fea, sin embargo, la verdad es tan huidiza que a menudo se esconde en la mentira. O en el espeso silencio.
El documental Allende, mi abuelo Allende (Canal +) es un intento de excavar en esa ci¨¦naga espesa en busca de pepitas de verdad que se resisten a brillar. La nieta del presidente chileno depuesto por un golpe rebusca entre los silencios de abuela, madre y t¨ªos, se golpea contra ellos y va abriendo vetas que no parecen bienvenidas. ¡°Callamos para alejarnos de lo que duele¡±, dicen.
Espa?a tampoco puede dar lecciones.
Hay un libro bell¨ªsimo que perdura en el paladar como si tuviera estrella Michelin mucho despu¨¦s de leerlo: Y t¨² no regresaste, de Marceline Loridan-Ivens (Salamandra). Ella necesit¨® la vejez m¨¢s avanzada para contar su experiencia en los campos nazis, a donde fue deportada. El maestro de la novela polic¨ªaca Henning Mankell tambi¨¦n necesit¨® un diagn¨®stico de c¨¢ncer para escribir sus pensamientos, pesadillas y dejarnos as¨ª su libro m¨¢s digno de saborear para siempre, Arenas movedizas (Tusquets).
No dejemos que la biograf¨ªa solucione estos problemas, dice el juez decano de Guadalajara, Jes¨²s Manuel Villegas, en El intermedio (La Sexta) mientras cuenta la orden de exhumaci¨®n de una fosa com¨²n del franquismo para hallar los restos de un represaliado. Que no sea la muerte de las v¨ªctimas la que lo solucione v¨ªa carpetazo, sino la justicia. Palabras sabias y poderosas que ojal¨¢ oy¨¦ramos a los pol¨ªticos, y no solo a los nietos y a este juez que, curiosamente, respond¨ªa tras la acci¨®n emprendida por una jueza argentina (gracias). Porque si no emerge la verdad, en el silencio crecer¨¢ solo la mentira.
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