Un mundo llega a su fin
En 1945, declar¨® que Stravinsky hab¨ªa muerto. Seis a?os despu¨¦s dictamin¨® la muerte de Sch?nberg.
Pierre Boulez, que falleci¨® el martes 5 de enero, fue un revolucionario musical de posguerra decidido a dar un portazo al pasado, lo cual inclu¨ªa a los compositores modernos radicales que fueron sus mayores influencias. A finales de la d¨¦cada de 1980, me dijo: ¡°La historia de la m¨²sica empieza con Bach y pasa por Haydn, Beethoven, Wagner y Mahler, para luego, a trav¨¦s de Sch?nberg y Webern, llegar a Stockhausen y a m¨ª. El resto es irrelevante¡±. Su certeza era inquebrantable y su arrogancia casi humilde. Rechazaba a Mozart por ¡°trivial¡± y a Shostakovich por ¡°reaccionario¡±.
Cuando por fin se convirti¨® en director titular de la Orquesta Sinf¨®nica de la BBC (1971-1975) y de la Filarm¨®nica de Nueva York (1971-1977), me dijo que hab¨ªa sido un acto de infiltraci¨®n pol¨ªtica: ¡°No puedes quedarte permanentemente fuera, ladrando como un perro¡±.
No obstante, su celo revolucionario estaba templado por un inmenso encanto personal, un gran humor y una afici¨®n insaciable a los chismorreos musicales. Los descansos en los ensayos con las orquestas se pod¨ªan convertir en aut¨¦nticas charlas. Incluso los compositores cuyas carreras arruin¨® ¡ªgente como Dutilleux y Ohana¡ª eran sensibles a su cordialidad y su gracia. Pierre Boulez naci¨® el 26 de marzo de 1925 en Montbrison, en el departamento del Loira, donde sol¨ªa volver para reponer fuerzas. Se traslad¨® a Baden-Baden en la d¨¦cada de 1960 con su pareja de toda la vida, a quien a veces se refer¨ªa como su ayuda de c¨¢mara, y all¨ª muri¨®. En la d¨¦cada de 1950 encabez¨® la revoluci¨®n junto con Stockhausen desde su base estival de Darmstadt.
Compositor en serie, en la d¨¦cada de 1970 advirti¨® las posibilidades de la manipulaci¨®n electr¨®nica y digital y fund¨® el IRCAM, un instituto de investigaci¨®n para compositores con sede en Par¨ªs. Sin embargo, lleg¨® demasiado tarde a la fiesta como para beneficiarse de la tecnolog¨ªa avanzada. El ¨²ltimo tercio de su vida ¡ªal igual que el de Sibelius, a quien detestaba¡ª fue est¨¦ril desde el punto de vista creativo.
Las obras m¨¢s importantes por las que ser¨¢ recordado son, sobre todo, orquestales: El martillo sin due?o, Pliegue a pliegue, Ritual (in memoriam Bruno Maderna) y Responso. De muchas de estas obras existen varias versiones revisadas obsesivamente. Mantuvo largas relaciones con la Orquesta de Cleveland, la Orquesta Sinf¨®nica de Chicago, el Festival de Lucerna y la Orquesta Sinf¨®nica de Londres.
Pierre fue el pr¨ªncipe de la modernidad, el ¨²ltimo de su especie. Un mundo muere con ¨¦l. Era, entre otras cosas, muy divertido.
Norman Lebrecht es cr¨ªtico musical y autor de El mito del maestro.
Traducci¨®n: Paloma Cebri¨¢n.
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