¡°Busco estar en pel¨ªculas que trascienden el momento¡±
Michael Fassbender repasa su carrera y sus ¨²ltimas dos pel¨ªculas, 'Macbeth' y 'Steve Jobs'
Sol¨ªa tener una larga melena y aspiraba a ser guitarrista de heavy metal. Pero una hermanastra de Cenicienta se interpuso en su camino y gracias a ella hoy disfrutamos del magnetismo de Michael Fassbender, cuyas ¨²ltimas metamorfosis han consistido en encarnar a Steve Jobs y al mism¨ªsimo Macbeth.
Nacido en Heidelberg (Alemania) en 1977, crecido en un pueblo irland¨¦s, Fassbender ten¨ªa 17 a?os cuando particip¨® por primera vez en una obra de teatro. Entonces se lanz¨® al escenario sin pensarlo para interpretar a una de esas mujeres malvadas que pueblan los cuentos para ni?os. Ah¨ª descubri¨® que el coraz¨®n le lat¨ªa m¨¢s fuerte actuando. Aceptar el papel de hermanastra ya pon¨ªa sobre la mesa las cartas que iba a jugar en el futuro: las del provocador. ¡°Lo que busco es participar en pel¨ªculas que trascienden el momento, de las que se hable, aunque sea un rato al salir del cine o con suerte incluso al d¨ªa siguiente. Me gustan los papeles provocadores. Los seres humanos somos muy complejos, con muchos matices y por eso busco personajes que tambi¨¦n lo sean, son los m¨¢s interesantes¡±.
Fassbender habla con los periodistas tras un pase de Steve Jobs, donde se mete en la piel del empresario visionario y controvertido objeto de admiraci¨®n casi religiosa y a la vez vilipendiado por su falta de sensibilidad. Para ¨¦l hechos como las buenas o malas pr¨¢cticas de paternidad de Jobs ¡ªel lado d¨¦bil del h¨¦roe que subraya el filme¡ª no deber¨ªan ser objeto de comentario. ¡°No soy padre y no puedo ni voy a juzgar si Jobs era un buen o mal progenitor. Como actor solo sirvo a la historia. ?ltimamente le damos demasiada importancia a la autoridad moral y creo que es muy aburrido¡±. Y eso que siempre se les pide a los actores que opinen moralmente sobre sus papeles. ¡°Cuando me lleg¨® el guion me sent¨ª muy afortunado. Est¨¢ escrito magistralmente, como un Shakespeare moderno. Nunca he pensado demasiado en c¨®mo era Jobs. S¨ª creo que cambi¨® la manera en que vivimos nuestras vidas, y esa es la persona que yo he tratado de retratar, en lo bueno y en lo malo, como a un ser humano¡±.
Vi¨¦ndolo metido en la piel de Steve Jobs, inquietantemente parecido al original, uno pensar¨ªa que su talento debi¨® de tardar poco en llamar la atenci¨®n. No fue as¨ª. Durante m¨¢s de una d¨¦cada nadie le prest¨® atenci¨®n y tuvo que llegar un director novel, el hoy oscarizado Steve McQueen, para descubrir la joya. Ha sido su actor fetiche, primero con Hunger, donde interpret¨® al terrorista del IRA en huelga de hambre Bobby Sands, y despu¨¦s en Shame donde explot¨® su lado seductor y oscuro convirti¨¦ndolo en un adicto al sexo. Despu¨¦s llegaron Ridley Scott, Tarantino, Soderbergh, la gloria¡ y Hollywood le incluy¨® en la saga de los X-Men.
Horas de estudio
Con la tercera pel¨ªcula de McQueen, 12 a?os de esclavitud, Fassbender consigui¨® en 2014 su primera candidatura al Oscar, como actor secundario. El int¨¦rprete se siente influido por el director: ¡°Steve define la actuaci¨®n como entrar en una habitaci¨®n a oscuras e ir descubriendo los muebles. Para m¨ª el plat¨® de rodaje es as¨ª. Actuar y preparar un personaje es un proceso muy intuitivo. No me gusta intelectualizarlo demasiado¡±. Sin apenas preparaci¨®n acad¨¦mica ¡ªabandon¨® los estudios de interpretaci¨®n porque no le daban suficiente importancia al cine¡ª, invierte muchas horas en aprenderse los guiones y en ver v¨ªdeos. ¡°Actuar es como ponerse un traje y poco a poco ir sintiendo c¨®mo se va adaptando a tu cuerpo. Pero sin duda la clave es la repetici¨®n, leer el guion una y otra vez, practicar, como hacen los m¨²sicos. Y as¨ª, con suerte, consigues que un d¨ªa el jazz ocurra¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.