¡°La historia oficial de Franco minimiz¨® el nazismo¡±
El historiador Pierpaolo Barbieri hurga en su nuevo libro en el inter¨¦s econ¨®mico de Hitler sobre Espa?a durante la Guerra Civil
Pierpaolo Barbieri es un joven investigador que ha hurgado en el inter¨¦s econ¨®mico, m¨¢s que pol¨ªtico, que tuvo la Alemania de Hitler por la Espa?a de Franco durante la guerra civil. El propio Franco y sus historiadores minimizaron luego la realidad de esa relaci¨®n con el nazismo y con el fascismo italiano para que el dictador ¡°moldeara su ideolog¨ªa¡± para buscar as¨ª alianzas que le fueran m¨¢s propicias.
Barbieri, de origen argentino, colabora en EL PA?S y en otros medios internacionales. Estudi¨® en Harvard y ense?a en Italia y en Estados Unidos. Cuenta aquella conclusi¨®n sobre la intervenci¨®n nazi en la Guerra Civil en su libro La sombra de Hitler. El imperio econ¨®mico nazi y la Guerra Civil espa?ola (Taurus, 2015).
Su colega Niall Ferguson salud¨® esta contribuci¨®n de Barbieri como ¡°brillante debut¡± en el que el joven historiador ¡°muestra que el imperialismo informal desempe?a un papel m¨¢s importante que la ideolog¨ªa fascista en el modo en que Berl¨ªn mir¨® al conflicto¡±. Barbieri vino a Madrid a presentar su libro.
Pregunta. ?Qu¨¦ intent¨® hacer?
Respuesta. Quise entender la influencia de Hitler y del poder¨ªo econ¨®mico alem¨¢n no s¨®lo en la guerra civil espa?ola, donde fueron determinantes, sino tambi¨¦n en el emergente r¨¦gimen de Franco y lo que ellos planeaban hacer con su influencia sobre la nueva Espa?a.
P. ?Y qu¨¦ ha descubierto de nuevo?
R. Una nueva manera de mirar esa relaci¨®n econ¨®mica. En vez de pensar en los conflictos de manera nacional, el libro trata de plantearlos en el contexto de Europa. Cambia el foco del an¨¢lisis. De esa manera podemos ver algo que quiz¨¢ no hab¨ªa sido apreciado antes: la estrategia econ¨®mica de los alemanes en Espa?a da frutos mucho m¨¢s claros que la inversi¨®n italiana. Y Alemania logra una hegemon¨ªa que s¨®lo se puede describir desde la perspectiva de lo que constituye un imperio informal. Porque los espa?oles les conceden a los alemanes todo lo que ¨¦stos piden. En Espa?a se impuso luego la idea de que todo lo que intent¨® Hitler con Franco fue un fracaso, pero es que todo lo que intent¨® Alemania de 1936 a 1945 fue un fracaso, porque pierde la guerra. Pero el proyecto alem¨¢n de dominaci¨®n, que nace de la decisi¨®n de intervenir en la guerra espa?ola, fue un gran ¨¦xito. Logra aqu¨ª una hegemon¨ªa que antes se pensaba imposible.
P. ?Por qu¨¦ fracaso al fin esa intenci¨®n de dominio econ¨®mico?
R. Porque el imperio informal es m¨¢s fr¨¢gil que el imperio formal. El imperio formal no requiere la presencia militar, el gasto de dominaci¨®n, y el sistema ideol¨®gico de controlar otro territorio. Pero s¨ª requiere mantener la hegemon¨ªa. Y cuando Hitler lanza su gran apuesta por el imperio formal destruye el dominio econ¨®mico y geoestrat¨¦gico que mantiene con Espa?a; pasa tambi¨¦n con los Balcanes o con Latinoam¨¦rica, donde la ambici¨®n estrat¨¦gica alemana consist¨ªa en lograr m¨¢s proyecci¨®n econ¨®mica en pa¨ªses subdesarrollados para poder dominarlos con el comercio.
P. ?Y por qu¨¦ Franco lo rechaza?
R. No creo que lo rechace. Lo que Franco logra es tener una opci¨®n estrat¨¦gica que antes no ten¨ªa. De 1936 a 1939 Franco depende absolutamente de Mussolini, pero quien m¨¢s lo determina es Hitler. Despu¨¦s de 1939 a Franco se le abren otras opciones, y entre ellas estaba la de volver a una relaci¨®n m¨¢s estrecha con los ingleses, y eventualmente con los Estados Unidos, que despu¨¦s ¨¦l destruye durante la guerra precisamente por comerciar con la Alemania nazi. La decisi¨®n de Roosevelt de aislar a Espa?a de las Naciones Unidas en la arquitectura econ¨®mica mundial que emerge en la posguerra se basa en que Franco era un remanente anacr¨®nico del periodo del nazismo. En ese contexto a Franco se le abren otras oportunidades que lo ayudan a mantenerse vivo.
P. Y lo aprovecha.
R. Logra moldear su ideolog¨ªa para ir saliendo del aislamiento. Para Franco fue conveniente olvidarse del rol de los nazis y de los fascistas italianos en su manera de llegar al poder. Por eso las historias oficiales del franquismo minimizan la dependencia de los nazis. Y eso es natural.
P. ?Era tan astuto como dicen?
R. Hay mucho de mito en eso. Despu¨¦s de la famosa reuni¨®n de Hendaya los suyos crearon el mito de que Franco se le hab¨ªa plantado, cuando en realidad aquella hab¨ªa sido una negociaci¨®n que no llega a buen puerto. Pero ante la eventualidad de que Hitler pierda la guerra, a ellos no les cuesta nada decir que Franco ya lo sab¨ªa. Y si uno lee los documentos de la ¨¦poca ve que muchos elementos del r¨¦gimen franquista pensaban que Hitler la iba a ganar.
P. Las im¨¢genes que dej¨® el encuentro, aparte de otras suposiciones, s¨ª dibujaron a dos personajes ciertamente rid¨ªculos.
R. Fue la ¨²nica vez que se vieron la cara. Pero Hitler le hab¨ªa pagado la guerra a Franco. Sin Hitler Franco jam¨¢s la hubiera ganado. Si nosotros pensamos en el comienzo de la Guerra Civil advertimos que la sublevaci¨®n militar no logra destruir la Rep¨²blica; esos d¨ªas era claro que la Rep¨²blica ten¨ªa la ventaja. Sin embargo, por medio de Hitler y Mussolini Franco consigue mantenerse vivo y luego liderar ¨¦l la revuelta y el eventual gobierno. S¨ª, la verdad es que aquella reuni¨®n fue un desastre. Y Franco tuvo mucha fortuna (o estrategia) de no aliarse con Hitler. Tambi¨¦n hay que decir que a los alemanes les conven¨ªa cierta neutralidad proalemana de Espa?a por temas econ¨®micos y comerciales.
P. ?Qu¨¦ hay de nuevo en su investigaci¨®n?
R. Primero, la mirada internacional sobre el hecho; luego, el an¨¢lisis del proyecto econ¨®mico alem¨¢n en el contexto de la intenci¨®n imperialista alemana con respecto a Espa?a, y el rol de Hjalmar Schacht, el arquitecto de la estrategia alemana que se aplica en Espa?a; finalmente no la aplica ¨¦l, sino su archienemigo Hermann G?ring.
P. ?Hitler quiso comprar Espa?a?
R. No en esos t¨¦rminos, pero s¨ª la quiso dominar, hacerla parte de un imperio econ¨®mico alem¨¢n que dictara las prioridades desde Berl¨ªn.
P. ?Su prop¨®sito no fue pol¨ªtico sino econ¨®mico?
R. A Hitler no le importaban ni la econom¨ªa ni las finanzas; al principio su prop¨®sito fue estrat¨¦gico. Esa decisi¨®n fue tomada despu¨¦s de Wagner y de ¨®pera, y en contra de todo lo que le dicen sus consejeros m¨¢s cercanos. ?l crea as¨ª, personalmente, la pol¨ªtica exterior alemana. En contra de todos, decide ¨¦l.
P. ?Y por qu¨¦ sabe que fue tras una noche de Wagner y ¨®pera?
R. Porque Franco manda a buscarlo y no hubiera llegado a F¨¹hrer si el servicio secreto alem¨¢n no lo localiza en Bayreuth, adonde va cada a?o, a escuchar a Wagner. Es ah¨ª donde lo localizan los enviados de Franco, a los que recibe despu¨¦s de la ¨®pera. ?l ten¨ªa la costumbre de trabajar de noche, y ah¨ª se toma esa decisi¨®n estrat¨¦gica. Lo que el aparato alem¨¢n termina priorizando en Espa?a es la penetraci¨®n econ¨®mica. Los documentos, que est¨¢n en este libro, explican que los alemanes se preocupan m¨¢s por los r¨¦ditos econ¨®micos y comerciales que Espa?a le pueda dar a Alemania que por la ideolog¨ªa del r¨¦gimen franquista.
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