Alec Soth: ¡°La fotograf¨ªa se parece cada vez m¨¢s a la escritura¡±

Existe una distancia que separa al mito de esa realidad llamada sue?o americano. Un camino solitario a trav¨¦s de carreteras que desembocan en un poema taciturno sobre Am¨¦rica. Una distancia que ya recorrieron con sus c¨¢maras Walker Evans, Robert Frank, William Eggleston y Stephen Shore, entre otros, y cuyos ecos resuenan en la obra del fot¨®grafo Alec Soth; una nueva balada sobre los sue?os rotos de Am¨¦rica.

Naci¨® en Minneapolis (Minnesota,1969), en una casa que Prince, la estrella de rock, demoli¨® para construir la suya. Quiso ser pintor, pero las cuatro paredes de su estudio pronto se quedaron estrechas, y cambio los pinceles por una c¨¢mara. Un buen d¨ªa se puso en la carretera, dispuesto a seguir la huella que deja el Misisipi en la vida de los que habitan sus orillas. Los meandros del rio se convirtieron en met¨¢fora de su andar de aqu¨ª para all¨¢. Desde entonces no ha dejado de recorrer su pa¨ªs convirti¨¦ndose en una de las voces m¨¢s personales y din¨¢micas de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea., pero siempre regresa a Minnesota, donde tiene su hogar. ¡°Mi principal intenci¨®n no ha sido fotografiar el paisaje social de Am¨¦rica¡±, cuenta el fot¨®grafo a El Pa¨ªs, despu¨¦s de haber sido descrito por la prensa brit¨¢nica como 'el mejor fot¨®grafo actual del paisaje social americano'. ¡°Me considero un fot¨®grafo introspectivo, quiz¨¢s demasiado preocupado por mi propia psicolog¨ªa, como para dedicarme a una tarea tan ambiciosa. Como tampoco he intentado ensanchar la visi¨®n de mis predecesores¡±. La fotograf¨ªa es un lenguaje en si misma, y yo hablo un dialecto americano. No he intentado crear un nuevo lenguaje, simplemente he ido en busca de mi propia voz¡±, a?ade el artista.

¡°Despu¨¦s de ver estas im¨¢genes acabas no sabiendo qu¨¦ es m¨¢s triste, si una jukebox o un ata¨²d¡± escrib¨ªa Jack Kerouac en su introducci¨®n a Los Americanos, la obra cumbre del fot¨®grafo suizo Robert Frank. Esta frase podr¨ªa aplicarse a la obra del autor norteamericano, que bajo el t¨ªtulo de Gathered Leaves: Photographs by Alec Soth, se expone en el Media Space del Museo de Ciencia de Londres, y que acoge cuatro de los proyectos mas destacados del fot¨®grafo: Slepping by the Mississippi (2004) Niagara (2007), Broken Manual (2011) y el aclamado Songbook (2014) la obra queda recogida en un libro publicado por la editorial brit¨¢nica MACK books. La soledad y el anhelo, tanto de lo que pudo haber sido como de lo que no va a ser, quedan reflejados en camas abandonadas, habitaciones vac¨ªas, anacoretas y mis¨¢ntropos, j¨®venes amantes que intentan retener la pasi¨®n que se desvanece, y ancianos que bailan en locales vac¨ªos, Pese a ello, el humor no est¨¢ ausente en su obra. ¡°Siempre me han inspirado los escritores del nuevo periodismo. Utilizaban la primera persona para explorar el mundo, tanto en su lado m¨¢s horroroso como en el m¨¢s c¨®mico. El humor es muy importante para mi, sobre todo a medida que me hago mayor. Al fin y al cabo la fotograf¨ªa me ense?a a vivir, y s¨¦ que no podr¨ªa hacerlo sin re¨ªr¡±, dice el fot¨®grafo.

La narrativa es el arte m¨¢s poderoso para Soth y en ella ha centrado su b¨²squeda como respuesta a un tiempo caracterizado por la sobreabundancia de im¨¢genes, de c¨¢maras, donde todos los momentos quedan documentados y banalizados. ¡°No hay nada que m¨¢s me guste que una buena historia bien contada. Pero la narraci¨®n no es algo inherente a la fotograf¨ªa. La fotograf¨ªa sugiere, y deja espacio al espectador, no narra. Mi trabajo es una lucha constante con el deseo de narrar y las limitaciones de la fotograf¨ªa. Esa lucha es esencial¡±, explica el artista. De ah¨ª que su obra este dimensionada en proyectos. No le interesa el gran momento ic¨®nico, sino la suma de una concienzuda edici¨®n de una serie de im¨¢genes que interact¨²an entre ellas. Aun as¨ª, llama la atenci¨®n en la exposici¨®n la capacidad evocadora de cada una de sus im¨¢genes, cargadas de una gran belleza visual y un fuerte lirismo. Cada imagen funciona como un verso del gran poema que compone, atra¨ªdo por la belleza de la vulnerabilidad.

La democratizaci¨®n de la fotograf¨ªa que trajo consigo la c¨¢mara digital y el tel¨¦fono m¨®vil asustaron en un primer momento al fot¨®grafo, pero pronto se adapt¨® al cambio: ¡°La fotograf¨ªa se est¨¢ pareciendo cada vez m¨¢s a la escritura. Y de la misma manera que los escritores no deben temer a la m¨¢quina de escribir o a Twitter, los fot¨®grafos no deben temer a las peque?as c¨¢maras o a Instagram. Por el contrario es una oportunidad para esforzarnos y convertirnos en mejores autores¡±, dice Soth , que compagina su quehacer art¨ªstico con su peque?a editorial, su actividad en los medios digitales a trav¨¦s de Instagram y su blog, Little Brown Mushroom, y su actividad como fot¨®grafo de la agencia Magnum. ¡°La gente se equivoca en pensar que Magnum es el reflejo de la visi¨®n de Robert Capa como fot¨®grafo de guerra. La l¨ªrica de Cartier-Bresson ha funcionado siempre como contrapeso. Parte de mi atracci¨®n hac¨ªa la agencia es que esta tensi¨®n est¨¢ muy presente. He aprendido mucho como miembro de una comunidad que mantiene una visi¨®n tan plural de la fotograf¨ªa documental¡±, a?ade el autor.

Y es que Alec Soth ha sabido derribar con habilidad las barreras que se erigen entre el fotoperiodismo y la fotograf¨ªa art¨ªstica al comprender que el misterio y la evidencia siempre van de la mano. As¨ª lo constata en su cita de Garry Winogrand, '¡±no hay nada m¨¢s misterioso que un hecho descrito con claridad¡±. Durante casi dos d¨¦cadas Soth ha intentado buscar su camino consciente de la dificultad de crear emociones partiendo de la nada, evitando el clich¨¦; fotografiar aquello que parece una fotograf¨ªa. Esforz¨¢ndose en captar lo intangible, aquello que no tiene una explicaci¨®n l¨®gica, en busca de esa sutil mezcla de elementos en la que radica el misterio de la fotograf¨ªa.

Gathered Leaves: Photographs by Alec Soth. Media Space, Science Museum, Londres. Hasta el 28 de marzo.