Cecilia Bartolom¨¦, cineasta con coraje
Su primer corto, ¡®Carmen de Carabanchel¡¯, result¨® provocador En el ¨²ltimo largometraje, ¡®Lejos de ?frica¡¯, aborda sus ra¨ªces en Guinea
Alicantina de 73 a?os, con fama de rebelde y a veces de armas tomar, Cecilia Bartolom¨¦ se cri¨® en Guinea Ecuatorial. Sobre su experiencia infantil en la entonces colonia espa?ola trata su hasta ahora ¨²ltimo largometraje, Lejos de ?frica, que ¡°no es autobiogr¨¢fica ni versa sobre el colonialismo, sino sobre la ausencia de ra¨ªces, sobre todo en los ni?os¡±. ¡°Los europeos que estuvimos all¨ª vivimos un proceso de africanizaci¨®n en una tierra que consideramos como nuestra, y cuando nos dimos cuenta de que no pint¨¢bamos nada y que ten¨ªamos que largarnos sufrimos un desgarro¡±, destaca. ¡°Fue un drama, pero a la inversa hubo el de los aut¨¦nticos pobladores del lugar, que se hab¨ªan europeizado hasta el punto de considerarse espa?oles, franceses, ingleses... Mucha poblaci¨®n negra tuvo tambi¨¦n que exiliarse porque se sent¨ªan rechazados por los suyos al estar europeizados. El drama es cuando vienen a Europa sinti¨¦ndose europeos y aqu¨ª se les rechaza¡±, a?ade.
¡°Quise contar c¨®mo era la vida sexual de las mujeres espa?olas de 1965¡±
Bartolom¨¦, seducida por el cine, se inscribi¨® en Madrid en la Escuela Oficial, pero en segundo curso la suspendieron. Su cortometraje Carmen de Carabanchel result¨® provocador para los profesores. ¡°Quise contar c¨®mo era la vida sexual de las mujeres espa?olas de 1965 frente al cuento de hadas de la Carmen de Merim¨¦e, que fue una mujer que follaba a diestro y siniestro y no se pre?aba nunca. En mi corto esperp¨¦ntico se hablaba de las peripecias de una pareja que no quer¨ªa tener m¨¢s hijos y usaba m¨¦todos anticonceptivos, o para abortar, que eran la leche. Yo era una loca carioca, hac¨ªa lo que cre¨ªa que hab¨ªa que hacer, no lo pensaba dos veces; nunca me detuve a considerar la conveniencia o no de una pel¨ªcula. Curiosamente, a?os despu¨¦s Carmen de Carabanchel fue programada en un ciclo porque dec¨ªan que con ¨¦l hab¨ªa cambiado el estilo de la Escuela, cuyo lenguaje hasta entonces hab¨ªa sido como el de Antonioni¡±.
"El documental sobre Carrero super¨® en audiencia a ¡®Gran Hermano¡±
Lo peor vino despu¨¦s, con su mediometraje Margarita y el lobo, trabajo de final de carrera, que fue anatematizado por hablar en un lenguaje sat¨ªrico del af¨¢n de libertad de una mujer casada, ilustrado con co?as musicales sobre la religi¨®n, los militares y las consignas franquistas. ¡°Fue tan prohibida que me incluyeron en una lista negra y al salir de la Escuela no pude trabajar con mi nombre, teniendo que dedicarme a la publicidad y a rodar documentales industriales. Present¨¦ un proyecto de pel¨ªcula con la firma de Jos¨¦ Luis Borau, pero en el ministerio descubrieron que yo estaba detr¨¢s y tampoco lo autorizaron. Tengo un machete de mi ¨¦poca africana y a veces pensaba en cogerlo e ir a protestar¡±.
Cuando muri¨® Franco, Cecilia Bartolom¨¦ recibi¨® el encargo de realizar una especie de adaptaci¨®n espa?ola de Alicia ya no vive aqu¨ª, la pel¨ªcula con la que Martin Scorsese hab¨ªa triunfado el a?o anterior. El resultado (V¨¢monos, B¨¢rbara) fue definido como la primera pel¨ªcula feminista del cine espa?ol. ¡°Yo no estaba de acuerdo con el final de la pel¨ªcula de Scorsese porque la soluci¨®n para la mujer no es encontrar al pr¨ªncipe azul cuando lo que ella quiere es encontrarse a s¨ª misma y no repetir la historia que hab¨ªa tenido con su marido. Y lo cambi¨¦. No quise hacer una pel¨ªcula feminista, sino contar lo que yo ve¨ªa del mundo y de la vida. Claro que soy feminista, pero del feminismo en el que creo. No me he identificado nunca con el feminismo del antihombre; no hay que matar al otro, sino luchar por tener los mismos derechos¡±, destaca.
¡°Sigo siendo intolerante con la estupidez, la maldad y la desverg¨¹enza¡±
Junto a su hermano Jos¨¦ Juan, Cecilia Bartolom¨¦ se lanz¨® a filmar La historia de la Transici¨®n contada por gentes de la calle, opinando sobre cuanto estaba sucediendo (manifestaciones, fiestas del PCE, m¨ªtines de Fuerza Nueva, asambleas de cristianos, discusiones sobre las drogas o el aborto, los avances del nacionalismo, huelgas, c¨¢rceles¡), un documento extraordinario dividido en dos partes con el t¨ªtulo com¨²n Despu¨¦s de¡ La censura no solo la prohibi¨®, sino que lleg¨® incluso a secuestrarla. ¡°La estaban calificando en el ministerio justo en el momento del golpe de Tejero, y como acababa con Milans del Bosch, los censores se acojonaron y la tuvieron retenida durante tres a?os. Si se hubiera estrenado en su momento habr¨ªa sido un bombazo, porque se cuentan todos los proleg¨®menos del golpe y termina precisamente con unos militares hablando de la involuci¨®n.
Hubo que esperar a que Pilar Mir¨® como directora general [de Cinematograf¨ªa] la rehabilitara desmontando las triqui?uelas legales que se hab¨ªan buscado para prohibirla. Cuando se estren¨® en 1983 la gente hab¨ªa entrado ya en la tercera fase, en el ¡®todos al suelo¡¯, en recoger velas a toda pastilla diciendo que nos quedemos como est¨¢bamos. Lo curioso es que ha mantenido un valor hasta el tiempo presente y la gente joven la ve con inter¨¦s; se est¨¢ mostrando mucho por esos mundos de Dios y me llaman para presentarla porque tiene puntos en com¨²n con lo que pasa hoy¡±.
Y recuerda la experiencia en TVE con su documental sobre Carrero Blanco ¡°que fue apasionante y tuvo tanto ¨¦xito que super¨® en audiencia a Gran Hermano, pero parece que a alguien de las alturas no le gust¨® y no me volvieron a llamar". Defendi¨® varios proyectos como la adaptaci¨®n de El silencio de las sirenas, novela de Adelaida Garc¨ªa Morales, ¡°pero no hab¨ªa ninguna seguridad en que fuera a ser exhibida¡±. ¡°Pens¨¦ que despu¨¦s de los a?os que se tarda en levantar una pel¨ªcula, el esfuerzo y el riesgo, que una distribuidora te la machaque como hicieron con Lejos de ?frica, sinceramente no me interesa¡±, prosigue. ¡°Yo hago una pel¨ªcula para que la vea la gente. Tuve otro proyecto para rodar en Latinoam¨¦rica y ocurri¨® lo mismo. Con cada uno de ellos estuve varios a?os. Soy una cineasta de proyectos inacabados¡±.
Y concluye: ¡°Ahora soy m¨¢s tolerante porque ya no tenemos 30 a?os y hemos visto muchas cosas, pero sigo siendo intolerante con la estupidez, la desverg¨¹enza y la maldad y cuando estoy sola me peleo con lo que oigo en televisi¨®n y la insulto. La estupidez es tan cabreante¡¡±.
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