¡®Sin l¨ªmites¡¯ prolonga su vida en la televisi¨®n
Jake McDorman toma el relevo de Bradley Copper en la serie inspirada en del filme de 2011
Lo normal suele ser lo contrario. Durante a?os, series como Misi¨®n imposible, Star Trek, Expediente X o Sexo en Nueva York han ampliado sus horizontes, con mayor o menor ¨¦xito, en el cine. En el caso de Sin l¨ªmites, la pel¨ªcula que Bradley Cooper y Robert de Niro protagonizaron en 2011, su universo se prolongar¨¢ en busca de nuevas aventuras en la televisi¨®n.
La premisa es la misma: las consecuencias de esa p¨ªldora cuya ingesta desata todo el potencial del cerebro de quien la toma. Tambi¨¦n repiten algunos de sus int¨¦rpretes, como Cooper, igualmente productor ejecutivo de la serie. ¡°Lo hablamos desde el primer d¨ªa. Cuando est¨¢bamos rodando la cinta, ya dec¨ªamos eso de que si la pel¨ªcula funciona ser¨ªa una idea genial para serializarla¡±, recuerda el actor en declaraciones a EL PA?S.
La pel¨ªcula funcion¨® ¡ªrond¨® los 150 millones de euros en la taquilla mundial¡ª y la carrera de Cooper fue avanzando, hasta llegar a sumar cuatro candidaturas a los Oscar, incluida una como coproductor de El francotirador. Ello no le detuvo a la hora de desarrollar su idea de llevar a la peque?a pantalla Sin l¨ªmites, serie en la que participa como actor y productor, pero donde el protagonismo recae en su amigo Jake McDorman. ¡°Bradley me hab¨ªa hablado de su proyecto cuando trabajamos juntos en El francotirador, pero cuando me lleg¨® la oferta no di cr¨¦dito. Pens¨¦ que se hab¨ªan equivocado de actor y buscaban a Jake Gyllenhaal¡±, recuerda. ¡°El papel es un caramelo, poder interpretar dos versiones diferentes de un mismo personaje¡±, a?ade.
Cierta congruencia
A partir de la semilla que puso en Hollywood el libro Dark Fields, de Alan Glynn, en la serie Sin l¨ªmites McDorman encarna a Brian Finch, un m¨²sico sin gran futuro, pero que cuando consume la droga NZT se convierte en la persona m¨¢s inteligente del mundo, una capacidad que el FBI intentar¨¢ canalizar.
En c¨¢mara, sus efectos se presentan muy pautados para mantener a los nuevos personajes en el mismo universo que ya explor¨® la pel¨ªcula en su d¨ªa. ¡°No s¨¦ de d¨®nde saca el tiempo, pero Bradley est¨¢ muy involucrado con la serie, con el guion, con la producci¨®n y hasta conmigo, ensayando mi personaje incluso por tel¨¦fono¡±, comenta McDorman.
La primera regla que le dio: andar muy erguido y mirar a los ojos cuando su personaje ha tomado NZT. ¡°Tiene que existir una cierta congruencia entre la serie y la pel¨ªcula¡±, apostilla. La presencia de Cooper en un peque?o cameo retomando su papel original como Eddie Morra, escritor fracasado metido al mundo de las finanzas, ayuda.
Cada uno de los directores de los episodios cuentan con una biblia visual de la transformaci¨®n del personaje, antes o despu¨¦s de tomarse la p¨ªldora, para conferir la unidad debida.
McDorman ve a su personaje como una versi¨®n rebelde y en ¨¢cido de Sherlock Holmes, pero por cada Holmes debe haber un Moriarty, su gran enemigo. ¡°Como pasa en la pel¨ªcula, no podemos pensar que Brian es el ¨²nico que conoce esta droga. Y sus consecuencias son diferentes en las manos equivocadas¡±, concluye el int¨¦rprete.
Realidad frente a ficci¨®n
Sin l¨ªmites es pura ficci¨®n. Y el NZT, la droga sobre la que pivota el argumento, fruto de la imaginaci¨®n de Alan Glynn. Sin embargo, en el mundo de Wall Street o en algunas de las principales universidades de Estados Unidos y de Inglaterra existe una especie de suced¨¢neo, el Modafinilo, un medicamento que solo se consigue mediante prescripci¨®n facultativa, pero que circula entre estudiantes y entre agentes de Bolsa porque supuestamente mantiene la concentraci¨®n mental y permite un funcionamiento normal con menos horas de sue?o.
El productor de la serie, Craig Sweeny, admite haberla probado. Ni tan siquiera se escuda en razones profesionales. El medicamento es legal y el creador de Medium o Elementary admite que ha escrito m¨¢s de uno de sus guiones con lo que llama ¡°una pastilla de cafe¨ªna¡± muy ¨²til, pero que poco tiene que ver con el potencial que puede llegar a ofrecer la ficcional NZT.
McDorman reconoce que ha experimentado con otras sustancias a lo largo de su carrera profesional, pero el Modafinilo nunca estuvo entre sus drogas. ¡°Prefiero el puntito de un par de cervezas en una buena fiesta¡±, resume con humor sus preferencias a la hora de abordar su estado mental.
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