San Sebasti¨¢n 2016 resuena en la fiesta de la tamborrada

La izada de la bandera de la ciudad a los sones de la Marcha de San Sebasti¨¢n marca desde la pasada medianoche el inicio de los actos festivos. Este a?o 2016, junto a la ense?a donostiarra tambi¨¦n se elevaron una ikurri?a y la ense?a de Europa, el primero de los gui?os que San Sebasti¨¢n ha querido tener con el arranque oficial del programa de la Capitalidad Cultural Europea, que este a?o comparte con la ciudad polaca de Wroclaw.

Todos los a?os se renueva la misma ceremonia solemne, desde la izada hasta la arriada de la bandera, dando arraigo a la celebraci¨®n m¨¢s popular y musical de cuantas se ofrecen en el calendario festivo donostiarra. Pero este a?o ha sido diferente. En el frontispicio de la Biblioteca municipal, epicentro del inicio de la fiesta, se le¨ªa en grandes caracteres la frase "Cultura para convivir" en varios idiomas, el eje central que marcar¨¢ los actos de la capitalidad cultural, cuya inauguraci¨®n oficial est¨¢ prevista este s¨¢bado 23 de enero.

En una plaza de la Constituci¨®n abarrotada de personas, con las balconadas engalanadas con lienzos blancos y azules (los colores que identifican a la ciudad), el momento grandioso de la izada ha provocado una explosi¨®n de j¨²bilo entre los donostiarras. Sonaba el himno de la ciudad con las voces del Orfe¨®n Donostiarra mientras los tamborreros de la sociedad gastron¨®mica Gaztelubide interpretaban la marcha y la danzaban sobre el escenario los bailarines de Kresala.

Donostia 2016 ha tenido un protagonismo especial en el inicio de la jornada festiva, cuyo guion de se vio alterado esta vez para dar resonancia al proyecto de la capitalidad cultural. Voces, m¨²sicos y tamborreros interpretaron el himno europeo, un fragmento de la Novena Sinfon¨ªa de Beethoven, que se vio deslucido cuando un numeroso grupo de personas acompa?¨® la m¨²sica con una sonora pitada.

Al alcalde de la ciudad, Eneko Goia (PNV), le correspondi¨® el privilegio de izar la bandera donostiarra; las hijas de Vicente Zarag¨¹eta, presidente del Aquarium recientemente fallecido, alzaron la ikurri?a, y la escultora Cristina Iglesias, galardonada este a?o con el Tambor de Oro, elev¨® la bandera de la Uni¨®n Europea.

La bandera de San Sebasti¨¢n 2016 ha ondeado, simb¨®licamente, en todos los actos de la fiesta donostiarra, no solo en su flamante inicio. Ese era el prop¨®sito de la oficina del proyecto cultural que dirige Pablo Ber¨¢stegui: popularizar la capitalidad cultural durante el d¨ªa m¨¢s grande la ciudad, la fecha en que miles de personas inundan de tambores y barriles las calles de la ciudad. Durante 24 horas, en todos los rincones de San Sebasti¨¢n suenan las marchas del compositor Raimundo Sarriegi, interpretadas por un total de 135 tamborradas de adultos que suman a 16.459 personas y los 4.000 ni?os que participan en la tamborrada infantil, otro de los momentos m¨¢s seguidos de la fiesta.

En medio del estruendo general de tambores y barriles, lo t¨ªpico cada 20 de enero, la cultura ha estado muy presente en toda la jornada. Al mediod¨ªa, un mosaico de ilusiones infantiles toma la ciudad. Un esmerado dispositivo organizativo consigue concentrar frente al Ayuntamiento, en los Jardines de Alderdi Eder a 4.000 peque?os soldados inflados de ilusi¨®n y presos de la intranquilidad por comenzar a batir sus palillos sobre el tambor.

Los adultos hacen un par¨¦ntesis y detienen su marcha para ceder el testigo de la fiesta a los ni?os. Es el turno de los menores, que este 2016 tambi¨¦n han tenido un gui?o con la capitalidad cultural. Una marea de colegiales donostiarras, ataviados con trajes napole¨®nicos, ha acompasado los sones de la Marcha de San Sebasti¨¢n con otros 3.000 tamborreros de Wroclaw. Estaban separados por 1.672 kil¨®metros de distancia, pero unidos por el mismo esp¨ªritu que les hermana como capitales europeas de la cultura.

"Hoy es el d¨ªa de nuestro patr¨®n, un d¨ªa que nos une, un sentimiento ¨²nico que los donostiarras disfrutamos. Somos capital cultural europea junto a la ciudad polaca de Wroclaw, a la que queremos agradecer su pasi¨®n por aprender nuestras marchas", ha dicho el tambor mayor que ha dirigido las canciones de la fiesta a la vez que lo hac¨ªan los infantes polacos.

El foco de la fiesta, ya de un modo m¨¢s solemne, se ha concentrado despu¨¦s en el sal¨®n de plenos consistorial, escenario de la entrega del Tambor de Oro de la ciudad, la distinci¨®n m¨¢s entra?able que otorga la ciudad y que este a?o ha reca¨ªdo en la escultora donostiarra Cristina Iglesias, que ha estado apadrinada por el exministro de Educaci¨®n ?ngel Gabilondo.

Gabilondo ha sido el encargado de glosar la figura de Iglesias, de quien ha destacado su concepci¨®n de la cultura como "espacios de justicia y de libertad para una vida digna". Goia ha puesto el acento en la conexi¨®n de la artista donostiarra con el proyecto de la capitalidad cultural: "Esa humanidad, ese respeto, ese trato persona a persona y esa exigencia de complicidad se vinculan claramente con uno de los grandes objetivos de nuestra capitalidad. Reivindicar a las personas como sujetos activos de la experiencia de la cultura y la creaci¨®n".

Emocionada y agradecida, Iglesias ha tomado el tambor que le convierte en embajadora de San Sebasti¨¢n por el mundo. "Hab¨¦is puesto un foco en el arte contempor¨¢neo, que es un lugar de reflexi¨®n, de encuentros con un lenguaje vivo capaz de construir espacios y que abren puertas en nuestro imaginario".

La galardonada ha deseado que San Sebasti¨¢n 2016 convierta a la ciudad en "un referente del arte comtempor¨¢neo en el mundo". Otro gui?o cultural; otra conexi¨®n con la capitalidad cultural.