Un s¨ªmbolo de la resistencia republicana, ¡®okupado¡¯
En la que fue Embajada de la Rep¨²blica espa?ola en M¨¦xico viven m¨¢s de 150 indigentes
V¨ªctimas de la miseria, m¨¢s de un centenar de personas ha ocupado uno de los edificios m¨¢s emblem¨¢ticos de la Espa?a republicana en el exilio. La que fuera Embajada de la Rep¨²blica en M¨¦xico es hoy un edificio semiderruido.
En el n¨²mero 7 de la calle Londres, en pleno centro de Ciudad de M¨¦xico, no hay luz, ni agua corriente. El tejado se derrumba cada vez que llueve y las grietas advierten de lo endeble de la estructura. Pese a ello, m¨¢s de 150 ind¨ªgenas otom¨ªes han construido en su interior un aut¨¦ntico poblado chabolista. Ocupan las ruinas de lo que un d¨ªa fue territorio espa?ol republicano. Un lugar que tras el triunfo del franquismo se convirti¨® en s¨ªmbolo de la resistencia.
El que fuera un palacete de estilo ecl¨¦ctico, catalogado de inter¨¦s art¨ªstico por el Instituto Nacional de Bellas Artes, a duras penas se sostiene en pie. Su esqueleto, parte de su fachada y un torre¨®n es lo poco que ha sobrevivido al paso del tiempo. Los sismos, que reiteradamente sacuden Ciudad de M¨¦xico, han ido despedazando un inmueble que, sin embargo, sigue ocupando un lugar central en la memoria de los hijos de los exiliados espa?oles.
Esa mara?a de muros desvencijados de la calle Londres fue la Embajada de la Rep¨²blica espa?ola hasta la llegada de la democracia. Un estatus que pudo mantener gracias a que M¨¦xico nunca reconoci¨® al gobierno de la dictadura. En ella, cada 14 de abril, celebraban una victoria quienes hab¨ªan perdido la guerra. Los numerosos exilados espa?oles que escogieron M¨¦xico como refugio, rememoraban la proclamaci¨®n de la Segunda Rep¨²blica en uno de los ¨²ltimos reductos de suelo republicano.
"Fue un lugar emblem¨¢tico, no solo por su car¨¢cter de Embajada, sino porque a ¨¦l acud¨ªan importantes pol¨ªticos mexicanos¡±, asegura Jos¨¦ Francisco Mej¨ªa, especialista de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM) en el exilio republicano en M¨¦xico.
Las salas de aquella Embajada, que vieron pasar a pol¨ªticos como Claudio S¨¢nchez-Albornoz o Jos¨¦ Giral, tambi¨¦n sirvieron para albergar sesiones de las Cortes republicanas. S¨®lo algunos de aquellos tabiques permanecen hoy en pie y sirven para anclar los postes, lonas y pl¨¢sticos que conforman el hogar de m¨¢s de 40 familias. Conviven con los escombros de un edifico, que ahora estos ind¨ªgenas reclaman como propio. Llevan m¨¢s de 15 a?os viviendo entre sus restos y por ello exigen que sea expropiado a su actual due?o, un particular, que poco tiene que ver ya con aquella Espa?a del exilio.
Telesforo es uno de los otom¨ªes que tiene aqu¨ª su casa. Vive bajo una lona con su mujer y sus seis hijos desde el a?o 2000. Y, como buena parte de quienes habitan este espacio, lleg¨® a la ciudad, procedente de Santiago Zacatl¨¢n en Quer¨¦taro, un Estado cercano a la capital. Dej¨® las labores agr¨ªcolas a las que se dedicaba para buscar un futuro m¨¢s prometedor lejos del campo. Ahora vende en la calle las mu?ecas que elabora Esteban -otro de los vecinos del inmueble-, y as¨ª ¡°poder ganar alguna monedita para un taco¡±.
¡°Vinimos al DF para que nuestros ni?os puedan ir a la escuela porque queremos que tengan un futuro mejor que el nuestro. Nosotros no sabemos leer, ni escribir¡±, relata.
El edificio que sirvi¨® de refugio a quienes hu¨ªan del franquismo, da hoy cobijo a aquellos que escapan de la miseria. Azares del destino, la Rep¨²blica vuelve a estar con los olvidados y desprotegidos. Con un grupo de ind¨ªgenas que, en muchas ocasiones, sobreviven gracias a los alimentos que les acercan los vecinos de la zona.
Y es que, este es un inmueble que no pasa desapercibido entre quienes viven en la colonia Ju¨¢rez. Hay quien lo se?ala como el causante de la delincuencia del barrio, mientras otros apoyan a sus ocupantes y reclaman para ellos una vivienda digna. Lo cierto es que todos recuerdan su pasado. ¡°Aquel lugar frecuentado por refugiados espa?oles¡±, cuenta Jos¨¦, que vive desde hace 50 a?os en esta colonia.
El paso del tiempo ha ido borrando las huellas de aquel reducto republicano que a¨²n tiene un hueco en la memoria de estos mexicanos. A?oran los a?os en los que la Ju¨¢rez era el barrio de moda, el elegido por la clase m¨¢s adinerada, el preferido por Estados Unidos, Reino Unido o Espa?a para erigir sus embajadas. Una zona, hoy algo degradada, que a comienzos del siglo XX fue la de las grandes mansiones, el lugar donde se materializ¨® ese gusto por lo franc¨¦s que caracteriz¨® el mandato de Porfirio D¨ªaz en M¨¦xico.
El edificio que dot¨® de estatus institucional a la Espa?a republicana es hoy un emblema abandonado
Aquel palacete que dot¨® de estatus institucional a la Espa?a republicana es hoy un emblema abandonado. Pero el exilio se resiste a ser pasado, contin¨²a siendo ¡°historia viva¡± en la memoria de muchos mexicanos.
¡°En Espa?a el exilio ha quedado en el olvido pero en M¨¦xico no es as¨ª. Si hablas con m¨¦dicos, abogados o fil¨®sofos, muchos te dicen que fueron alumnos de exiliados espa?oles como de Isaac Costero¡±, recuerda Fernando Serrano, hijo de exiliados espa?oles y profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.
De hecho, las instituciones de aquella Espa?a republicana siguen resistiendo. As¨ª lo demostr¨® el Ateneo hace apenas un mes, cuando confes¨® que sobre ¨¦l pesaba una profunda crisis. Su supervivencia corr¨ªa peligro y con ella la de un importante fondo bibliogr¨¢fico. En esa ocasi¨®n, su llamada de auxilio s¨ª tuvo respuesta.
Babelia
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