Cuando U2 asombr¨® a Australia con su m¨²sica y su tecnolog¨ªa
'Zoo Tv' supera las carencias t¨¦cnicas de la ¨¦poca, gracias a un motor esc¨¦nico imparable Ma?ana, el DVD con EL PA?S
Los tambores bateados por muchachos formando en orden castrense y la solemne m¨²sica de Beethoven introduc¨ªan este retumbante espect¨¢culo de unos U2 que se distancian de un pasado musical, y esc¨¦nico, cuyo anterior episodio contempl¨® su personal conquista de Am¨¦rica, mercado que impulsa la resonancia planetaria de sus canciones. Primera exhibici¨®n de vistosidad multimedia de los irlandeses, la gira Zoo TV entronca con el paso adelante dado tras su etapa de redescubrimiento de las ra¨ªces de la m¨²sica estadounidense, al vislumbrar la posmodernidad en Achtung Baby, el decisivo ¨¢lbum que presentan. Buscan un sonido m¨¢s crudo, con bagaje electr¨®nico, reinvent¨¢ndose para protagonizar su d¨¦cada m¨¢s creativa, los noventa.
Grabado en S¨ªdney, Australia, el 27 de noviembre de 1993, retransmitido a una treintena de pa¨ªses y posteriormente editado en v¨ªdeo, Zoo TV supera las carencias t¨¦cnicas de la ¨¦poca, en comparaci¨®n con la alta definici¨®n actual, gracias a un motor esc¨¦nico imparable y la din¨¢mica realizaci¨®n del brit¨¢nico David Mallet, autor de videoclips para David Bowie, Queen y AC/DC.
El propio Bono usa una peque?a c¨¢mara y se autorretrata en vertiginosa rotaci¨®n, interactuando con el aparato esc¨¦nico. El relato audiovisual, ostentoso y concienciado ¡ª¡°Todo lo que sabes es err¨®neo¡¯¡¯, ¡°La manipulaci¨®n es arte¡¯¡¯, son algunos de los mensajes nada subliminales que aparecen en pantalla¡ª, aporta subtexto dram¨¢tico al repertorio.
Fiel al protocolo, el cuarteto inicia el arrollador concierto con material del nuevo disco. Pronto suenan The Fly, primer single de Achtung Baby denunciando la manipulaci¨®n informativa, y el himno de fraternidad universal y aceptaci¨®n de nuestras diferencias One, que diez a?os m¨¢s tarde un anciano Johnny Cash recuperar¨ªa con aterida emoci¨®n. La guitarra de The Edge se multiplica en variadas tonalidades mientras Bono inventa distintos personajes, disfraz¨¢ndose de la mosca del t¨ªtulo o vistiendo guisa cabaretera para encarnar al diab¨®lico MacPhisto.
La rocosa secci¨®n r¨ªtmica ¡ªel bater¨ªa Larry Mullen y el bajista Adam Clayton¡ª ancla un sonido que, surgido de solo cuatro instrumentistas, abarca la enormidad de un estadio emocionado.
Sube el nivel durante el concierto en los temas cedidos a pel¨ªculas de su amigo Wim Wenders, Until the End of the World y Stay (Faraway So Close!) y sorprende el d¨²o vocal en Satellite of Love, entre el menudo profeta irland¨¦s y el autor de la misma, Lou Reed, en diferido desde la pantalla. En el momento preciso, el himno Where the Streets Have no Name, de introducci¨®n casi eclesi¨¢stica, estalla en estremecedora expansi¨®n rock ante los brazos en alto de la multitud. Es el ritual mesi¨¢nico que tanto agrada a los irlandeses.
Los favoritos del p¨²blico
El segundo tramo concentra los favoritos del enfervorizado p¨²blico cuyo lejano estruendo captan los micr¨®fonos. Ah¨ª suenan Pride (In the Name of Love) y la inevitable With or without You. Se despiden con una versi¨®n de Elvis Presley, Can¡¯t Help Falling in Love, como antes han recurrido al cl¨¢sico de los Righteous Brothers Unchained Melody, equilibrando as¨ª tan gigantesco dispendio tecnol¨®gico, semilla de lo que en siguientes giras mundiales se ir¨ªa ampliando hasta el nuevamente innovador Innocence + Experience Tour con el que la banda irlandesa sorprendi¨® el a?o pasado.
Este domingo, nueva entrega de U2 The Kiosk collection. El DVD Zoo TV: Live From Sydney, con EL PA?S, por 9,95 euros.
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