El arte de resistir
La imagen de un Rocky Balboa pegado a un gotero, mientras entrena, a su pupilo bastar¨ªa para darle sentido al filme
Aguantar sobre el ring, soportar todos los golpes¡ hasta que el contrincante se canse y asuma su derrota. La legendaria estrategia que emple¨® Muhammad Ali para derrotar a George Foreman ha sido la filosof¨ªa de vida que ha sostenido la carrera profesional de Sylvester Stallone. Basta con seguir en pie para que quienes te consideraron, con insultante condescendencia, uno de los peores actores del mundo acaben jale¨¢ndote como t¨®tem y monumento de ti mismo. Porque eso es lo que est¨¢ siendo el ¨²ltimo tramo en la carrera de Stallone: la eleg¨ªaca celebraci¨®n de una mitolog¨ªa propia que naci¨® popular, creci¨® problem¨¢tica en el fondo (ideol¨®gico) y anabolizada en la forma y, finalmente, culmina como objeto sagrado, m¨¢s all¨¢ del bien y de mal.
CREED. LA LEYENDA DE ROCKY
Direcci¨®n: Ryan Coogler.
Int¨¦rpretes: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Phylicia Rashad, Andre Ward, Tony Bellew, Ritchie Coster, Jacob 'Stitch' Duran.
G¨¦nero: drama. Estados Unidos, 2015.
Duraci¨®n: 133 minutos.
La imagen de un Rocky Balboa pegado a un gotero, mientras entrena, en pleno tratamiento oncol¨®gico, a su pupilo, hijo de Apollo Creed, bastar¨ªa para haberle dado sentido y raz¨®n de ser a Creed. La leyenda de Rocky, pero este segundo largo de Ryan Coogler tambi¨¦n logra la considerable proeza de erigirse en la m¨¢s distinguida y reflexiva entrega de la saga iniciada, entre parabienes acad¨¦micos, en 1976, Coogler, que hab¨ªa llamado la atenci¨®n en Sundance con su opera prima Fruitvale Station (2013) ¨CGran premio del jurado y premio del p¨²blico-, logra aqu¨ª ser imaginativo y personal con un universo heredado, al que dota de una gran fortaleza estil¨ªstica y de un espesor dram¨¢tico que nunca cae ni en el exceso, ni en la impostura.
El director afronta los dos combates de boxeo que elevan el list¨®n ¨¦pico del conjunto a partir de opuestas claves est¨¦ticas: el primero de ellos en virtuoso plano secuencia (o su eficaz simulaci¨®n) pone el acento en la fisicidad del ritual, mientras que el enfrentamiento clim¨¢tico integra todo recurso enf¨¢tico ¨Cincluido un derrumbamiento sobre la lona ralentizado al extremo que evoca la ca¨ªda de un coloso- para reformular la escena como hist¨¦rico espect¨¢culo medi¨¢tico filtrado a trav¨¦s de una retransmisi¨®n deportiva de HBO. El contraste aporta una buena lecci¨®n de cine y el modo en que Coogler maneja tantos los espacios m¨ªticos de la saga ¨Clas escaleras del Museo de Arte de Filadelfia- como sus acicates nost¨¢lgicos ¨Cla m¨²sica de Bill Conti- demuestra que, en esta resurrecci¨®n, no s¨®lo hay talento, sino tambi¨¦n afecto e inteligencia.
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