Palabra de m¨²sico

¡°El d¨ªa de los sumos sacerdotes desde el p¨²lpito ha acabado para la m¨²sica cl¨¢sica¡±. Lo dice Simon Rattle cuando explica la necesidad de salir a la calle para conquistar nuevos p¨²blicos y nos lo cuenta el escritor y periodista Jes¨²s Ruiz Mantilla con la fidelidad y el empe?o de quien busca transmitir la emoci¨®n de la m¨²sica y el sentir de los m¨²sicos a trav¨¦s de la palabra. No es tarea f¨¢cil. Muchos music¨®logos y cr¨ªticos musicales militan en el esnobismo en busca del aplauso de los entendidos; pero Ruiz Mantilla se aleja del p¨²lpito y huye de la pedanter¨ªa en Contar la m¨²sica, un libro que habla de m¨²sica y de m¨²sicos, del arte y el oficio de los grandes int¨¦rpretes, de las miserias y grandezas del mundo de la mal llamada m¨²sica cl¨¢sica, porque todas las buenas m¨²sicas son cl¨¢sicas.

Aporta Ruiz Mantilla la experiencia directa, el contacto con las grandes estrellas a las que ha entrevistado a lo largo de dos d¨¦cadas como cronista musical en el diario EL PA?S. De hecho, la selecci¨®n de personalidades constituye un certero retrato de la transformaci¨®n que est¨¢ viviendo la m¨²sica como arte y como industria en los inicios de este convulso siglo XXI.

Tiene un instinto especial para atrapar la sinceridad de los m¨²sicos m¨¢s all¨¢ de los clich¨¦s. Pierre Boulez hablando de Messiaen, Stravinski y Wagner, cuestionando el valor de la creaci¨®n actual; Rattle aportando claves del papel que deben desempe?ar las grandes orquestas en unos tiempos en los que la mayor¨ªa del p¨²blico consume otras m¨²sicas; la revoluci¨®n de El Sistema explicada por Jos¨¦ Antonio Abreu y Gustavo Dudamel en una Venezuela m¨¢s hundida que nunca, pero capaz de aportar savia musical nueva a la vieja Europa¡­

Hay quien sostiene que para escribir sobre m¨²sica lo m¨¢s importante es saber m¨²sica. Craso error. Lo m¨¢s importante es escribir bien. Y no es la virtud que m¨¢s abunda en muchos de los ensayos, art¨ªculos y cr¨ªticas que se publican en nuestro pa¨ªs. Ruiz Mantilla no se anda por las ramas y sabe transmitir en pocos trazos la personalidad, las filias y fobias de compositores y grandes directores de orquesta, pianistas, violinistas y violonchelistas.

Hay, probablemente, un exceso de figuras medi¨¢ticas, las m¨¢s arropadas por las multinacionales del disco, y acecha el peligro del d¨¦j¨¤ vu en los perfiles de artistas como Daniel Barenboim, Riccardo Muti, Zubin Mehta, Maria Jo?o Pires, Anne-Sophie Mutter o Lang Lang, tan habituales en la prensa. Tiene, pues, m¨¦rito cuando Ruiz Mantilla nos descubre nuevas cosas. Porque, al trazar el perfil humano de cada artista, las confesiones y opiniones sobre cuestiones pol¨ªticas, culturales y sociales nos permiten entender mejor al int¨¦rprete.

Sorprenden algunas ausencias ¡ªChristian Thielemann, Jordi Savall, alg¨²n compositor espa?ol¡ª, pero los escogidos son todos m¨²sicos fuera de serie. Me gustan especialmente las reflexiones, profundas y sabias, de Nikolaus Harnoncourt, Grigori Sokolov, Alfred Brendel, Mariss Jansons, Krystian Zimerman o ese gran forjador de orquestas que es Josep Pons; reflexiones que cobran m¨¢s valor con la visi¨®n general sobre el hecho musical que construye el autor desde la pasi¨®n mel¨®mana que acompa?a su carrera profesional. Como el autor reconoce en el pr¨®logo, contar la m¨²sica es imposible. De hecho, no hace falta, porque este libro lleva la m¨²sica dentro.

Contar la m¨²sica. Jes¨²s Ruiz Mantilla. Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2015. 399 p¨¢ginas. 19,90 euros