Los promotores de conciertos premian a ¡®Queremos Entrar¡¯

Fue un premio con suspense, pero al final pudo materializarse. La Asociaci¨®n de Promotores Musicales (APM) tuvo claro que el Premio Backstage, su m¨¢xima distinci¨®n anual, deb¨ªa corresponder este a?o a Queremos Entrar, el movimiento juvenil que est¨¢ promoviendo el acceso de menores a conciertos. Todo marchaba este martes seg¨²n lo previsto hasta que, tras alguna per¨ªfrasis, la directiva de la APM Patricia Gabeiras se vio abocada a confesar una circunstancia inesperada: ¡°Con la emoci¨®n, me he olvidado el trofeo en mi despacho¡­¡±. Hubo risas nerviosas, intervenciones para hacer tiempo y, sobre todo, gestiones nocturnas a todo trapo por parte de Marcela San Mart¨ªn, programadora de la madrile?a sala El Sol, que albergaba la ceremonia. Al final el entuerto pudo solventarse y ?lex, Almudena, ?ngel y Carlos, los cuatro jovenc¨ªsimos abanderados de Queremos Entrar, pudieron posar con la escultura dise?ada por el gallego Telmo Cao entre las manos.

La historia tuvo un final feliz tan fulgurante que cuesta situarla en esta Espa?a nuestra de las eternas dilaciones. El pasado cuatro de octubre, en el marco del festival de cultura joven FesTeen, docenas de adolescentes alzan su voz contra las restricciones legales que impiden el acceso de menores a los conciertos en aquellas salas con venta de alcohol. Los chavales obtienen el respaldo inmediato de artistas como Vetusta Morla, Amaral o Jorge Drexler. Radio 3 amplifica sus demandas. Una diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid, Jazm¨ªn Beirak, capta el runr¨²n a trav¨¦s de Twitter y se interesa por el tema. Ana Garc¨ªa D¡¯Atri (PSOE) y Esther Ruiz (Ciudadanos) tambi¨¦n se solidarizan con las demandas y el PP, que gobierna en minor¨ªa, acaba dando su visto bueno. El 10 de diciembre, los cuatro grupos corrigen por unanimidad la ley.

La historia tuvo un final feliz tan fulgurante que cuesta situarla en esta Espa?a nuestra

¡°Este ¨²ltimo fin de semana, el concierto de Hinds en la Sala But cont¨® con un 20% de menores entre los asistentes¡±, resum¨ªa Carlos Sevilla, uno de los instigadores de Queremos Entrar, un colectivo que ya ha actualizado su etiqueta en Twitter a #podemosentrar. Virginia D¨ªaz, locutora de Radio 3, incidi¨® en el sinsentido de que en este pa¨ªs ¡°un menor pudiera casarse, disparar una escopeta, comprar una casa o asistir a la muerte de un toro, pero no acudir a muchos de los conciertos de sus artistas favoritos¡±. Paradojas legales, por cierto, de consecuencias impredecibles: ¡°con la ley en la mano, en la Espa?a actual no podr¨ªan haber emprendido sus carreras Alaska, George Harrison o Mozart¡±, enfatiz¨® D¨ªaz.

La ense?anza de la Comunidad de Madrid resulta alentadora, pero las regulaciones en diversas autonom¨ªas a¨²n impiden el ejercicio precoz de la meloman¨ªa. Almudena Palacios, de Queremos Entrar, viaj¨® el mismo martes a Zaragoza para impulsar un cambio en la legislaci¨®n aragonesa, igual que los parlamentos de Andaluc¨ªa y la Comunidad Valenciana ya debaten proposiciones no de ley sobre este particular. La parlamentaria Beirak se felicit¨® de que, por esta vez, ¡°las instituciones hayan servido para cambiar las condiciones de vida de la gente¡±. Garc¨ªa D¡¯Atri, tambi¨¦n presente en El Sol, anot¨®: ¡°Estas son las cosas por las que merece la pena meterse en el foll¨®n de la pol¨ªtica, ese que algunos dejaremos tan pronto como podamos¡­¡±.

Esta novena edici¨®n del Premio Backstage aliment¨® un moderado optimismo entre los promotores y los responsables de las salas que programan m¨²sica en directo. Javier Olmedo, de La Noche en Vivo, alab¨® las ¡°ganas de trabajar¡± de Queremos Entrar y pronostic¨®: ¡°A partir de ahora nos veremos disfrutando juntos de muy buenos conciertos¡±. Por lo pronto, el de los canarios afincados en Madrid Solo Astra, el estupendo y muy joven cuarteto psicod¨¦lico que ameniz¨® la entrega del galard¨®n de la APM. Voces procesadas, guitarras por partida doble, el bajo Hofner de Alejandro Garc¨ªa Nespereira¡­ Todo apunta a que habr¨¢ abundantes nuevas ocasiones para ver a estos chavales sobre los escenarios. Con independencia de la edad de cada asistente.