La fantas¨ªa de Chagall, entre lo divino y lo humano
La Fundaci¨®n Canal muestra la producci¨®n gr¨¢fica de ¡°El Picasso Jud¨ªo¡± con 100 obras procedentes del Museo M¨¹nster de Alemania
Marc Chagall (V¨ªtebsk, Bielorrusia, 1887- Saint-Paul de Vence, Francia, 1985), uno de los artistas esenciales del siglo XX fue tambi¨¦n uno de los m¨¢s prol¨ªficos. Su fant¨¢stica y colorista obra no solo se limit¨® al ¨¢mbito de la pintura, sino que ilustr¨® innumerables libros, dise?¨® hermos¨ªsimas vidrieras y cre¨® inolvidables decorados y figurines para teatro y ballet. Inspirado casi siempre en los recuerdos de su infancia rusa y en la Biblia, su actividad creativa fue tal que muchos le conocen como el Picasso jud¨ªo. Una de las facetas m¨¢s importantes de esa actividad, su obra gr¨¢fica, protagoniza la exposici¨®n Divino y Humano que este jueves se abre al p¨²blico en la Fundaci¨®n Canal, en Madrid. En un espacio reconvertido en sinagoga, gracias al dise?o de Enrique Bonet, se muestra un centenar de obras sobre papel procedentes del museo Pablo Picasso de M¨¹nster (Alemania) que se muestran por primera vez en Espa?a.
Ann-Katrin Hann, comisaria adjunta de esta exposici¨®n y conservadora jefe del museo que ha prestado las obras, explica que la obra gr¨¢fica fue tan importante para Chagall como la pintura. Los aguafuertes, las xilograf¨ªas y las litograf¨ªas le daban unas posibilidades de experimentaci¨®n que no encontraba en otros soportes. El centenar de obras expuestas recogen cuatro d¨¦cadas de actividad del artista, desde finales de los cuarenta hasta mediados de los ochenta.
La exposici¨®n est¨¢ dividida en tres secciones: Divino y humano, que da t¨ªtulo a la muestra y refleja la peculiar convivencia entre temas sagrados y profanos; Las almas muertas, que incluye 15 obras relativas a la novela de Nikol¨¢i Gogol y, por ¨²ltimo, La Biblia, 20 obras con las que interpreta desde una perspectiva humanista y personal las sagradas escrituras.
Pero en el recorrido por la exposici¨®n, la divisi¨®n tem¨¢tica es puramente formal. Aunque Marc Chagall manifest¨® en reiteradas ocasiones que no era un hombre especialmente religioso, pero s¨ª preocupado por lo trascendente, escribi¨® que ¡°los elementos de la fe jud¨ªa forman parte integrante de su creaci¨®n, pero que un artista verdaderamente grande busca lo universal que subyace a toda fe". Por tanto, se?ala la comisaria, a la hora de llevar a cabo sus representaciones religiosas, Chagall no busca abordar los dogmas de fe, sino simplemente aportar una visi¨®n human¨ªstica que da lugar a una iconograf¨ªa totalmente personal. Por eso, tanto en sus autorretratos como en la puras escenas b¨ªblicas, rara es la pieza en la que no incluye animales o personajes circenses. Obras como Los tres acr¨®batas (1957) intentan aunar la alegr¨ªa del mundo del circo con la profundidad existencial del arte. ¡°Siempre he considerados los payasos, a los acr¨®batas y a los actores¡±, escribi¨® Chagall, ¡°como la esencia de la humanidad tr¨¢gica. Creo que se pueden comparar con los personajes de algunas pinturas religiosas¡±.
El grueso de la exposici¨®n est¨¢ formado por las ilustraciones para la Biblia que realiz¨® por encargo del marchante franc¨¦s Ambrois Vollard en 1930, un trabajo para el viaj¨® varias veces a Palestina para conocer en directo los lugares en los que se desarrollaron las escenas b¨ªblicas. En total firm¨® 105 aguafuertes, de los que una veintena se pueden ver en la exposici¨®n. El resultado tiene poco que ver con el contenido de las sagradas escrituras. Su preocupaci¨®n es la penetraci¨®n psicol¨®gica de las escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, adem¨¢s de la visi¨®n human¨ªstica de la Biblia y sus personajes. Como ¨¦l mismo explic¨®, la Biblia era para ¨¦l pura poes¨ªa, una aut¨¦ntica tragedia humana.
Babelia
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