Ortega, v¨ªnculo cultural entre continentes

Esa carta, que acaba con ¡°un abrazo de respeto y otro de cari?o¡±, es uno de los documentos in¨¦ditos que se presentan en el congreso internacional Los epistolario de Ortega y las redes culturales europeas y americanas, que se celebra hoy jueves y ma?ana en la sede en Madrid de la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n. Participan ponentes de universidades e instituciones acad¨¦micas espa?olas y de Argentina, Brasil, Italia, Per¨², Polonia y Portugal. Una cita que ¡°demuestra con datos, con cartas, la idea de Ortega como catalizador de la cultura, mediando entre Espa?a, Europa y Am¨¦rica¡±, destaca el director del Centro de Estudios Orteguianos de la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n, Javier Zamora Bonilla.

El congreso muestra a un ¡°Ortega m¨¢s ¨ªntimo¡±, dice Zamora, el que se relaciona con sus disc¨ªpulos, con historiadores alemanes, con pensadores portugueses o el que profesa una gran amistad con Mar¨ªa de Maeztu, la pedagoga que dirigi¨® la Residencia de Se?oritas, el centro pionero que foment¨® la educaci¨®n universitaria para mujeres en Espa?a. Ambos se cruzaron casi medio centenar de cartas, in¨¦ditas hasta esta ocasi¨®n.

Carta a un gran amigo

Otro nuevo documento es el escrito de Ortega a su gran amigo Fernando Vela, secretario de la publicaci¨®n Revista de Occidente, con quien se escribi¨® durante 40 a?os unas 30 cartas que ahora salen a la luz. El 4 de octubre de 1942, un Ortega en el exilio portugu¨¦s anima a Vela, que lo estaba pasando mal econ¨®micamente, a unir esfuerzos y dineros para volver a publicar Revista, pero en Portugal, y poner en marcha una editorial, Azar. Ortega le confiesa: ¡°Desde hace seis a?os mi vida es un permanente descarrilamiento¡±, aunque conf¨ªa en que ¡°volver a trabajar juntos ser¨¢ plena seguridad en el ¨¦xito¡±. Sin embargo, ¡°la realidad es tozuda¡±, se?ala Azucena L¨®pez Cobo, la experta que se ocupar¨¢ en el congreso de este epistolario. ¡°Esta empresa no lleg¨® a materializarse, ni Revista de Occidente se public¨® en Lisboa, ni lo hizo hasta 1963 en Madrid, y Azar solo edito all¨ª un libro¡±, a?ade L¨®pez Cobo.

Hay otros nombres m¨¢s conocidos de la cultura espa?ola con los que se comunic¨® este intelectual, criado en la alta burgues¨ªa ilustrada, y que son materia de tres ponencias. Las cartas que intercambi¨® con Azor¨ªn no son conocidas, unas 70 en su conjunto. Fue una ¡°amistad con altibajos y pol¨¦micas en la prensa¡±. Sin embargo, Ortega ¡°estuvo detr¨¢s de la fiesta¡± que se organiz¨® en Aranjuez, en noviembre de 1913, al escritor alicantino para compensarle el disgusto de no haber sido elegido miembro de la Real Academia (lo ser¨ªa en 1924).

Lo mismo sucedi¨® con Miguel de Unamuno, ¡°su referente¡±, con quien mantuvo agrias pol¨¦micas pol¨ªticas, pero cuando el fil¨®sofo bilba¨ªno fue apartado como rector de la Universidad de Salamanca, en 1914, ¡°Ortega se puso al frente de los que le defendieron¡±. Con otro miembro de la Generaci¨®n del 98, P¨ªo Baroja, hubo choques por las cr¨ªticas a sus libros. ¡°Dec¨ªa que escrib¨ªa mal y que sus obras no ten¨ªan estructura, aunque le encantaban sus novelas¡±. De esta relaci¨®n se aportan otras 17 cartas in¨¦ditas. Zamora sostiene que las rese?as literarias de Ortega hoy no se publicar¨ªan: ¡°Eran muy duras, pol¨ªticamente incorrectas¡±.

De las redes culturales que teji¨® Ortega y a las que se refiere el t¨ªtulo del congreso, Zamora hace hincapi¨¦ en varios momentos. ¡°A partir de 1907, escribe art¨ªculos pol¨ªticos en prensa y se relaciona con Giner de los R¨ªos; despu¨¦s funda varias revistas que duran poco pero le dan visibilidad. 1914 es un a?o clave porque presenta la Liga de Educaci¨®n Pol¨ªtica Espa?ola y publica Meditaciones del Quijote, su primer gran libro¡±. Luego vendr¨ªan la revista Espa?a, el diario El Sol (1917), un peri¨®dico moderno del que fue su ide¨®logo. Viaj¨® a Sudam¨¦rica, donde empieza a ser conocido por sus conferencias; en 1923 crea Revista de Occidente y en 1931 es uno de los intelectuales fundadores de la Agrupaci¨®n al Servicio de la Rep¨²blica. En su af¨¢n por modernizar Espa?a, trajo los nuevos movimientos filos¨®ficos y cient¨ªficos, como la teor¨ªa de la relatividad de Einstein. Y, a su vez, ¡°introdujo el psicoan¨¢lisis en Latinoam¨¦rica¡±.

La Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n enmarca este congreso en un ambicioso proyecto, con la colaboraci¨®n del Ministerio de Econom¨ªa, para editar en el futuro todos los epistolarios cruzados de Ortega con sus amigos y personalidades. ¡°Tenemos catalogadas 2.124 cartas escritas por ¨¦l y unas 8.900 que recibi¨®¡±. Adem¨¢s, est¨¢n ¡°los papeles de inter¨¦s biogr¨¢fico¡±, otros 8.320 documentos, entre correspondencia con editoriales, tr¨¢mites¡­

?Es hoy Ortega un pensador vigente o ha quedado desfasado? ¡°Tuvo un discurso cr¨ªtico¡±, subraya Zamora, ¡°contra el separatismo y la corrupci¨®n; quer¨ªa demoler la vieja pol¨ªtica, por ello exigi¨® a los partidos pol¨ªticos m¨¢s democratizaci¨®n y a los Gobiernos una pol¨ªtica m¨¢s social¡±.