¡°Nadie toma como modelo a Chandler y Hammett. Son anacr¨®nicos¡±
Conversamos en BCNegra con Andreu Mart¨ªn y Carlos Zan¨®n, que disparan contra todo, se divierten y analizan la realidad y la actualidad del g¨¦nero
Se conocen, se respetan, se admiran. Sus nombres marcan dos ¨¦pocas de la novela negra espa?ola. Su capacidad para diseccionar los males de la sociedad a trav¨¦s de sus libros convierte cualquier conversaci¨®n en una radiograf¨ªa de los peligros que nos acechan. Y en una diversi¨®n, claro, porque Andreu Mart¨ªn (Barcelona, 1949) y Carlos Zan¨®n (Barcelona, 1966) son amigos, no necesitan un round de calentamiento, entran directos al grano. Mart¨ªn (premio Pepe Carvalho 2011 y premio Hammett 1989, 1993 y 2000) y Zan¨®n (premio Hammett 2015) celebran en esta charla con EL PA?S el gran momento que pasa el g¨¦nero, retan , provocan, se cargan a los cl¨¢sicos, comparten influencias, se r¨ªen y ense?an.
Uno escribe desde el miedo; el otro, poeta antes casi que otra cosa, consciente de que la vida es una derrota. Estamos en BCNegra y la ciudad respira violencia, literaria, claro. Zan¨®n, autor de novelas duras y enraizadas en el realismo social como Tarde mal y nunca o Yo fui Johnny Thunders (RBA) siempre es m¨¢s provocador en sus respuestas. ?De d¨®nde viene esa fascinaci¨®n por lo violento? ¡°En nuestra sociedad hay una atracci¨®n fuerte por la violencia: en una relaci¨®n, cuando ves el f¨²tbol, en el sexo, en los negocios. Es atractiva y adictiva. Afortunadamente, la sociedad pacta unos l¨ªmites, pero yo creo que es un error olvidar que en realidad la violencia nos gusta si la podemos ejercer y controlar nosotros. Es como cuando se dice: ?Por qu¨¦ la gente va a 200 km/h, se droga, se emborracha? Pues porque si no pasa nada es divertido, ?vale?¡± lanza tirando de su lado m¨¢s radical.
Andreu Mart¨ªn intercede, did¨¢ctico, con sencillez y el poder que le otorga ser uno de los padres de la novela negra contempor¨¢nea en Espa?a. Acaba de publicar La violencia justa (RBA) una visi¨®n poli¨¦drica y compleja del mundo policial, la atracci¨®n por los bajos fondos y los maltratos. ¡°Siempre he dicho que mata quien puede, no quien quiere. Eso de que cualquiera puede convertirse en un asesino no, no, no; por suerte para nosotros, claro¡±. afirma. ¡°Matar a alguien debe ser algo muy dif¨ªcil de llevar durante toda tu vida. Es un trabajo muy duro que exige determinado tipo de persona. Y los escritores lo hacemos como f¨¢cil¡±, remata Zan¨®n.
"La violencia es atractiva y adictiva"
Entre bromas y referencias cruzadas que casi solo ellos entienden, abren en canal la realidad que les rodea. Sus caminos han confluido pero sus periplos no pueden ser m¨¢s distintos. Andreu Mart¨ªn lleg¨® al g¨¦nero desde el guion de c¨®mic, porque era lo que quer¨ªa hacer de siempre, y desde su triunfo con Pr¨®tesis (1980) no ha parado. Cuando escribe busca la manera de explicar situaciones, una historia, y luego desarrolla a los personajes adecuados para ello.
"?He vivido ¨¦pocas de la novela negra tan de sequ¨ªa, con libros tan malos, tan lamentables!"
Zan¨®n no tiene mucho apego a las etiquetas, lleg¨® al g¨¦nero negro casi por casualidad, desde la abogac¨ªa y la poes¨ªa, y crea personajes complejos y cerrados porque le gusta que sepan d¨®nde ir y qu¨¦ hacer, como una especie de catarsis contra su propia indefinici¨®n personal . Eso s¨ª, los dos creen en el conflicto como motor de las historias y en cierta idea de justicia y celebran el buen momento que atraviesa lo negro y criminal, tambi¨¦n en Espa?a.
ANDREU MART?N: Lo veo estupendo. He vivido ¨¦pocas tan de sequ¨ªa, con libros tan malos, tan lamentables, que esta ¨¦poca de buenos libros, con muchos festivales en los que tiramos confeti, me hace feliz. Y que traigan el champagne.
"Preveo que la novela negra empiece a caer mal, que empecemos a ser la m¨²sica disco de los ochenta"
CARLOS ZAN?N: Yo para tocar las pelotas un poco.. Si hablamos de libros, creo que es un bueno momento, estoy leyendo buenos libros. Pero tambi¨¦n veo un movimiento de las fuerzas del exterior, una saturaci¨®n por parte de otros g¨¦neros, otros escritores, otros medios que est¨¢n un poco hartos de que la novela negra est¨¦ tan presente y se lleve tantos premios. Y lo entiendo. Preveo que la novela negra empiece a caer mal, que empecemos a ser la m¨²sica disco de los ochenta, cuando los pelos a lo afro y los trajes dorados dejaron de llevarse.
A. M: El peligro es que dejase de ser una moda, como en los ochenta, y desapareciera. Lo que me gusta creer es que ha llegado a su sitio como producto cultural y no se va a apear de las librer¨ªas, que va a pasar como en Francia. En ese momento me encontr¨¦ solo, como un resistente, el ¨²nico que segu¨ªa escribiendo novela negra. Y espero que esto se supere porque demuestra la pobreza cultural de Espa?a. Lo que se ve como el boom de la novela negra de los ochenta fue un pedo y ya est¨¢.
C. Z: Tambi¨¦n os digo que si alguien quiere la pelota, que venga y nos la quite.
A. M: Esto s¨ª que es desaf¨ªo y violencia.
C. Z: No, es que me parece muy bien que se quejen, pero vamos a ver, t¨² qu¨¦ me traes, qu¨¦ libro , qu¨¦ autor, dices, joder. Una idea que me gusta es que el g¨¦nero se impone cuando no hay grandes autores. Si ahora estuvieran en auge escritores como Garc¨ªa M¨¢rquez e hicieran novelas que trascendieran, igual se lo llevar¨ªan todo. Si hay m¨¢s, que traigan novelones, que los leeremos.
Lanzado el desaf¨ªo, metido el dedo en el ojo, queda hablar de los cl¨¢sicos, del principio de todo. Y aqu¨ª la estopa se reparte por igual:
A. M: A m¨ª me gusta mucho Chandler pero siempre que hablo de ¨¦l me lo cargo. Me fascina, pero a veces no entiendo nada, me pasa como con las pel¨ªculas de Lynch. Lo que ocurre es que son cl¨¢sicos y est¨¢n para superarlos. Est¨¢n muy bien para la ¨¦poca en la que escrib¨ªan y punto.
C. Z: A Hammett lo le¨ª hace mucho. Lo primero que le¨ª fue Cosecha roja en una colecci¨®n de Bruguera, siempre con la sensaci¨®n de que no me hab¨ªa enterado, no hab¨ªa conectado. Chandler me gustaba por los di¨¢logos, por la rapidez, pero si es verdad que son cosas anacr¨®nicas que se quedaron en su sitio.
A. M: No creo que hoy en d¨ªa haya ning¨²n escritor que tome a Hammett o Chandler como modelos.
C. Z:?Pero hay escritores como Philip Kerr que tienen di¨¢logos muy chandlerianos, te est¨¢n persiguiendo los nazis y est¨¢s vacilando con la chica. Venga ya.
A. M: Hay di¨¢logos de Chandler que cabr¨ªan en una pel¨ªcula de los hermanos Marx.
C. Z: O de Woody Allen.
A. M: ?Hay di¨¢logos que no ser¨ªan serios hoy en d¨ªa.
C. Z:?S¨ª, pero tiene la virtud del espadach¨ªn, la rapidez.
Fascinados por el intercambio, cruzan referencias y aparecen nombres como James Sallis y su novela Drive (¡°Coge la tradici¨®n y la adapta al mundo audiovisual. Drive te la corta por la mitad, escenas que ni te ense?a, que est¨¢n escritas teniendo en cuenta que el lector ha visto ya muchas pel¨ªculas y para m¨ª eso es muy brillante¡±, asegura Zan¨®n) o Daniel Woodrell y La muerte del peque?o Shug.
"Los cl¨¢sicos est¨¢n muy bien para la ¨¦poca en la que escrib¨ªan y punto"
La negra realidad, sin embargo, se interpone. En dos de los mejores relatos de Marley ha muerto, el ¨²ltimo libro de Zan¨®n, los cr¨ªmenes machistas, el maltrato, el horror est¨¢n muy presentes. En La violencia justa, la coprotagonista, Teresa Olivella (¡°un personaje que perdurar¨¢¡±, en opini¨®n de Zan¨®n), es una v¨ªctima destrozada por dentro y por fuera. ¡°A partir de que se dice t¨² eres mi vida empiezas a cagarla. A partir del principio de que los hombres buenos no son sexys¡±, asegura Mart¨ªn. ¡°Hay una primera parte que me parece aterradora, que es tener el monstruo en la cama en la cocina y vivir con miedo a dejarle, a ser libre, eso me parece terrible y por eso est¨¢ tan presente en mi libro¡±, a?ade Zan¨®n, que tira un dardo contra el pensamiento d¨¦bil: ¡°Por otro lado hay que hacer un esfuerzo para entender el que el maltratador, el asesino, no es gente que venga de una nave espacial, todo eso es una creaci¨®n nuestra con nuestros roles. Y ese es el fracaso de la sociedad: crear unos roles que nos atrapan a todos¡±.
En este camino de ida y vuelta entre la realidad y la novela negra contin¨²a. La pregunta tiene trampa y genera el primer silencio en m¨¢s de una hora de conversaci¨®n a d¨²o. ?Qu¨¦ personaje, en la ficci¨®n y en la realidad, les parece particularmente negro?
"Hay que hacer un esfuerzo para entender el que el maltratador, el asesino, no es gente que venga de una nave espacial, todo eso es una creaci¨®n nuestra con nuestros roles"
A. M: ?Es la pregunta m¨¢s dif¨ªcil. No s¨¦, no s¨¦.
C. Z: ?De ficci¨®n? Macbeth. Y luego uno que no s¨¦ si es de novela negra o de comedia es el capit¨¢n del costa Concordia. Un tipo que acerca un barco lleno de gente a la costa para vacilar a una chica, lo hunde, se va, llama a su madre y se mete en la cama con la gente ahog¨¢ndose. Es un personaje de Conrad, un Lord Jim pero en italiano.
A. M: Brillante respuesta. Me quedar¨ªa con Mr Hide, por el contrapeso del Jekyll. Y personaje real, el malo de la novela que escrib¨ª con Carlas Quilez, Piel de polic¨ªa, que existe de verdad. No voy a decir su nombre porque sigue siendo tan peligroso y vive en Barcelona.
La conversaci¨®n termina con los caf¨¦s y el agua dispuestos en la mesa pr¨¢cticamente intactos, entre risas, apelaciones a Hannibal Lecter y exorcismos literarios. Afuera espera Barcelona y una realidad con un sustrato negro para seguir alimentando el g¨¦nero.
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