Est¨¦tica deslumbrante. ?Y qu¨¦ m¨¢s?

El t¨ªtulo de esta secci¨®n, La pel¨ªcula de la semana, es maximalista y en bastantes casos enga?oso. Como siempre escribo en primera persona, les contar¨ªa que la elegante, sutil, emotiva y compleja Carol no solo es mi pel¨ªcula favorita de la semana, sino de los ¨²ltimos tiempos. Pero me gusta escribir en caliente de lo que he visto (disfrut¨¦ inmensamente de ella en Cannes, pero de eso hace nueve meses) y la despreciable pol¨ªtica de algunas distribuidoras hacia sus mejores criaturas por parte de cantama?anas convencidos pat¨¦ticamente de que son muy cools, haciendo ¨²nicos o imposibles pases de prensa para la gente que tenemos la obligaci¨®n, el placer o el disgusto de hablar de sus pel¨ªculas, me impide describirles lo que sent¨ª con Carol.

Y con El renacido, presumible acaparadora de los Oscar, igual que me ocurri¨® el a?o pasado con la venerada Birdman, tambi¨¦n del m¨ªstico y nuevo rey de Hollywood llamado I?¨¢rritu, durante su muy largo metraje estoy exclusivamente concentrado en la belleza de las im¨¢genes, en la prodigiosa luz natural que capta Emmanuel Lubezki, en el milagro de que hayan podido rodar durante tanto tiempo en lugares tan glaciales, hermosos y salvajes, en la estructura, el riesgo, el coraje y la est¨¦tica de lo que miro. Pero ante lo me cuentan asisto sin fr¨ªo ni calor, no siento la terrible odisea del protagonista, y me cuesta trabajo creer que, aunque sea alguien tan legendario como Leonardo DiCaprio, pueda seguir vivo a infinitos grados bajo cero despu¨¦s de que se lo coma un oso, que le arrastren los r¨¢pidos de un r¨ªo y las cataratas, que se caiga de un barranco de infinitos metros, y que no la palme porque el protagonista y la historia se acabar¨ªan en una superproducci¨®n que exige un taquillazo despu¨¦s de una campa?a de marketing (vendiendo arte y espect¨¢culo, por supuesto) que empieza a darme mareos. Me ocurre algo parecido con Birdman. Durante una hora estuve pendiente de sus falsos y brillantes planos secuencia, acompa?ados de los inquietantes sonidos de una bater¨ªa. Y de la enf¨¢tica aunque insoportable Biutiful, ni eso.

Boyero analiza ¡®El renacido¡¯

El renacido habla del instinto de supervivencia en condiciones infernales, de la fuerza que otorga la necesidad de venganza, de las brutales leyes de la naturaleza cuando fallan todas las civilizadas defensas ante ella. ?Y Leonardo DiCaprio? Muy bien, como siempre. Sabe sufrir todo el rato. Pero el Oscar lleva mereci¨¦ndolo hace demasiado tiempo y no pasar¨¢ a la gran historia del cine por dar agon¨ªa y vida al trampero traicionado.

Esta noche voy a ver en mi casa por cent¨¦sima vez Las aventuras de Jeremiah Johnson, aquella preciosa pel¨ªcula escrita por el loco l¨ªrico John Milius y dirigida por Sydney Pollack. Describe la elegida soledad de un hombre en parajes hermosos donde solo viven los indios, los animales y alg¨²n zumbado que jam¨¢s encontr¨® su estrella en la civilizaci¨®n. Matan a su ni?o adoptado y a su mujer india y su supervivencia ya solo existe para la venganza. Seguro que me vuelve a emocionar.